Aqu¨ª viven mujeres poderosas

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Las casas de las vecinas de Fadiagne Diop, en el barrio de L¨¦ona de Saint Louis, desde hace alg¨²n tiempo se han llenado de pollos. La causa de la epidemia hay que buscarla en la decisi¨®n de esta mujer hace un par de meses de crear un grupo de microcr¨¦dito y ahorro con otras inquilinas de la zona, d¨¢ndoles as¨ª la oportunidad de lanzarse al comercio de animales, sandalias y otras mercanc¨ªas.

Diop guarda en el sal¨®n de su casa una caja de metal gris cerrada con dos candados. El tesoro es un interior se compone de libretas amarillas, donde las 40 mujeres de los barrios de HLM, L¨¦ona y Guet Ndar apuntan la cantidad del pr¨¦stamo, el dinero devuelto y las ganancias repartidas entre las integrantes del grupo de ahorro. ¡°Las mujeres trabajamos mucho, limpiamos la casa, cocinamos, cuidamos de los ni?os. Nos tenemos que buscar la vida y los maridos solo nos apoyan un poco. Nos dan algo de dinero para comprar la comida y esto es todo. Pero es importante que trabajemos y que tengamos nuestros ingresos para nuestra autonom¨ªa. Estamos cansadas, pero as¨ª es la vida¡±, dice.

Poco distante de su casa se encuentra la asociaci¨®n que ella misma fund¨® y en la que trabaj¨® durante 15 a?os, Jigeen ak Jigeen (cuyo nombre en wolof significa Entre Mujeres). Aqu¨ª se viene para hablar de salud, seguir cursos de alfabetizaci¨®n, pero, sobre todo, para trabajar en los talleres de costura, en la producci¨®n de joyer¨ªa y de jab¨®n. Coumba Wade trabaja en el centro y vive al otro lado de la calle, en el barrio de Diamagu¨¨ne.

¡°Muchas personas vinieron a Diamagu¨¨ne del ¨¦xodo rural¡±, recuerda. ¡°Despu¨¦s de las fuertes inundaciones que azotaron el barrio en 1994, los vecinos decidimos unir fuerzas. As¨ª nacieron la Asociaci¨®n de Desarrollo de Diamagu¨¨ne y la guarder¨ªa de ni?os. El agua nos dej¨® claro que juntos pod¨ªamos hacer muchas cosas¡±.

El centro de salud de L¨¦ona, HLM y Diamagu¨¨ne, situado en la acera de enfrente, atiende a la poblaci¨®n de los tres barrios (casi 19.000 habitantes, seg¨²n el ¨²ltimo censo de la Agencia Nacional de Estad¨ªstica y Demograf¨ªa, de 2013). El responsable del centro, Ababacar Sy, estima que un centenar de personas pisan cada d¨ªa las instalaciones. La mayor¨ªa son mujeres que acuden a los servicios de salud reproductiva o que acompa?an sus hijos a la consulta de malnutrici¨®n, llevada por un equipo al 100% femenino.

Awa Dia est¨¢ al frente de una clase de 52 alumnos de tres a?os en la guarder¨ªa Fonk sa Waejur. La escuela abri¨® en 2001 y desde entonces mantiene los precios ajustados para que todas las familias puedan aprovechar sus servicios. ¡°Antes muchos ni?os ten¨ªan que desplazarse porque no hab¨ªa escuelas aqu¨ª¡±, dice la educadora, que lleva 18 a?os en este oficio. ¡°Hoy nos encontramos con menos casos de familias que no pueden pagar, pero sigue habiendo alguno y hacemos la vista gorda. No podemos mandar a nadie a casa¡±.

El perno de la vida cultural local es la sede del Consejo del Barrio. Mamendack Gueye tiene 13 a?os y va al centro cada vez que puede para participar en las actividades de ocio y de educaci¨®n. Su timidez desvanece en cuanto empieza a jugar con las otras ni?as en el patio. Mientras, en el escenario, un grupo de ni?os se exhibe con las percusiones. Khadim Niang es el fundador y presidente de la Academia Ndar Percu, una asociaci¨®n que trabaja con los j¨®venes del barrio entre 8 y 15 a?os. Los 30 chavales se ponen a prueba con danza, teatro, pintura y m¨²sica sin tener que pagar por ello.

¡°Antes se dec¨ªa que este era el barrio de los pobres. Era un gueto repleto de chabolas y el agua entraba por debajo de las puertas, por eso hab¨ªa que dormir encima de varios colchones de paja para no mojarse¡±. As¨ª recuerda su infancia Wali Diop, de 58 a?os, nacido en el barrio. Trabaja en el centro cultural, donde se ocupa de los j¨®venes, cuida de los m¨¢s peque?os, juega al f¨²tbol con los mayores.

¡°Las mujeres desempe?an un papel central en nuestra comunidad y ayudan a solucionar los problemas entre vecinos. Si el barrio ha mejorado mucho en los ¨²ltimos a?os, es sobre todo gracias a su esfuerzo¡±.

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