El f¨ªsico que reivindica el Renacimiento: ¡°Ser expertos en una sola cosa nos hace est¨²pidos¡±
Marcian¨° busca resolver el misterio del universo con teor¨ªas ¨²tiles para la econom¨ªa y la inform¨¢tica
¡°Pocas variaciones en la temperatura pueden ser suficientes para acabar con la vida en la Tierra¡±. El f¨ªsico Antonino Marcian¨° (Roma, 39 a?os) recuerda que la humanidad es ¡°fragil¨ªsima¡± y duda de si la especie sobrevivir¨¢ los miles de a?os que faltan para que el Sol se coma la Tierra. O bien que el brillante astro se apague y el planeta muera tras un g¨¦lido letargo. ¡°Probablemente antes nos extinguiremos¡±, reflexiona ante un pasado de la humanidad autodestructivo. Acent¨²a la endeblez del Homo sapiens cuando recuerda que el 95% del universo est¨¢ hecho de materia y energ¨ªa oscura, algo totalmente desconocido. Desde la Universidad de Fudan, en Shangh¨¢i (China), Marcian¨° busca resolver uno de los misterios de la f¨ªsica: C¨®mo se pueden hacer compatibles la teor¨ªa de la relatividad de Albert Einstein, que define lo m¨¢s grande, y la f¨ªsica cu¨¢ntica, centrada en lo microsc¨®pico.
Marcian¨° lamenta que la ciencia se haya olvidado de priorizar el dar respuesta a las grandes preguntas que mueven curiosidad humana. ¡°Es importante dedicar tiempo simplemente al saber, sin buscar necesariamente un resultado pr¨¢ctico¡±, reflexiona. Seg¨²n ¨¦l, los fondos de investigaci¨®n se asignan actualmente de forma excesiva en funci¨®n de unos resultados a corto plazo. Dice que el conocimiento est¨¢ industrializado y que, ante un criterio capitalista, hoy en d¨ªa f¨ªsicos del siglo pasado como Paul Dirac, Werner Heisenberg o el mismo Einstein probablemente habr¨ªan quedado en el anonimato. No obstante, piensa que China lo hace mejor que Europa y Estados Unidos porque all¨ª los proyectos se planifican hasta a 20 a?os vista. ¡°Hay m¨¢s dinero¡±, celebra.
¡°Si los cient¨ªficos no nos acercamos a la gente, corremos el riesgo de extinguirnos¡±
¡°En el ¨²ltimo decenio se ha pensado que la ciencia no ten¨ªa mucho que ver con la cultura¡±, dice. ¡°Si los cient¨ªficos no nos acercamos a la gente, corremos el riesgo de extinguirnos¡±. Esta frase justifica su visita a Espa?a. Invitado por el Istituto Italiano di Cultura de Barcelona, organizaci¨®n del Gobierno italiano, para pronunciar una conferencia y visitar varios centros de investigaci¨®n. Marcian¨° reivindica su pa¨ªs de origen como un lugar de ¡°fuertes tradiciones culturales y cient¨ªficas¡±. Menciona a Leonardo da Vinci, homo universalis por excelencia. En el a?o que se celebra el 500? aniversario de su muerte, el discurso de Marcian¨° evoca al conocimiento transversal del Renacimiento. ¡°Ser expertos en una sola cosa nos hace est¨²pidos, as¨ª no puede haber progreso¡±, sostiene.
Marcian¨° ha cosechado varias especializaciones en sus estancias en universidades italianas, de los Estados Unidos y Francia, como la energ¨ªa oscura, la cosmolog¨ªa cu¨¢ntica y las ondas gravitacionales. ¡°En realidad de f¨ªsica solo hay una. La cu¨¢ntica tambi¨¦n tiene manifestaciones macrosc¨®picas y puede ser relevante para la expansi¨®n del universo. Y, en la actualidad, a¨²n no entendemos el campo gravitacional microsc¨®picamente¡±, explica. El profesor baraja varias hip¨®tesis para conectar lo que ¨¦l llama la f¨ªsica de los extremos. ¡°Quiz¨¢ la gravedad se comporte diferente en algunas escalas¡±, lo que pondr¨ªa al l¨ªmite las teor¨ªas de Newton. ¡°Y la energ¨ªa oscura se podr¨ªa describir por una constante cosmol¨®gica que en un momento determinado Einstein no quer¨ªa poner en sus ecuaciones. Pero ¨¦l se imaginaba un universo est¨¢tico¡±, reflexiona.
¡°Hoy lo que faltan son datos experimentales¡±, afirma el f¨ªsico. Y ve en las sondas capaces de medir ondas gravitacionales un nuevo fil¨®n. Estas perturbaciones en el espacio y tiempo fueron detectadas emp¨ªricamente por primera vez en 2015 en el proyecto norteamericano LIGO, que gan¨® el premio Nobel en 2017. Marcian¨° menciona la misi¨®n europea LISA, con objetivos hasta 2030, y lamenta que ¡°ten¨ªa previstos tres sat¨¦lites para medir ondas gravitacionales y finalmente, por razones de presupuesto, solo ser¨¢n dos¡±. Seg¨²n ¨¦l, la informaci¨®n que llegar¨¢ desde el espacio servir¨¢ para abrir nuevos canales y refutar algunos modelos actuales. ¡°Las teor¨ªas posibles son un mundo infinito y hay el riesgo que un investigador se pierda y no vuelva nunca m¨¢s a la Tierra¡±, apunta.
¡°La inteligencia artificial no reconoce la belleza¡±
¡°Hay que buscar analog¨ªas porque el saber est¨¢ siempre conectado¡±, recomienda Marcian¨° y menciona una teor¨ªa de la gravedad cu¨¢ntica (2+1 dimensiones) que no puede demostrarse con datos, pero funciona muy bien aplicada en otros ¨¢mbitos, como el grafeno. Asegura que teor¨ªa de las variables ocultas para la f¨ªsica de nanopart¨ªculas puede explicar algunas variaciones de las criptomonedas. Y los grafos, que se utilizan para estudiar la gravedad cu¨¢ntica, son la misma herramienta que reproduce la red neuronal humana en la inteligencia artificial.
La fuerza bruta ¨Calimentar un ordenador con cantidades ingentes de datos para encontrar patrones¨C es la t¨¦cnica principal de la inteligencia artificial de hoy en d¨ªa. Y, en ese sentido, Marcian¨° considera que la f¨ªsica puede ayudar a los sistemas de aprendizaje autom¨¢tico a ¡°ir m¨¢s all¨¢¡±. Casualmente, el profesor italiano trabaj¨® en Darmouth College, donde se considera que naci¨® la inteligencia artificial, en 1956. "No reconoce, por ejemplo, la belleza. Para elaborar conceptos es bastante est¨²pida. Si alguien te dice que tiene un algoritmo para medirla, te est¨¢ vendiendo la moto¡±, asevera. Y hace otro alegato a la interdisciplinariedad: ¡°Mirar solo un p¨ªxel no te deja ver toda la imagen¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Teor¨ªa relatividad
- F¨ªsica cu¨¢ntica
- Historia ciencia
- Albert Einstein
- Ondas gravitacionales
- Renacimiento
- Inteligencia artificial
- Italia
- F¨ªsica nuclear
- Historia moderna
- Computaci¨®n
- China
- F¨ªsica
- Universo
- Europa occidental
- Asia oriental
- Investigaci¨®n cient¨ªfica
- Ciencias exactas
- Astronom¨ªa
- Asia
- Historia
- Inform¨¢tica
- Europa
- Industria
- Ciencia