El palacio de seis habitaciones y terraza sobre el mar que enamor¨® a Karl Lagerfeld
La Vigie es un palacio colgado sobre el mar que enamor¨® a Karl Lagerfeld y a la princesa Carolina, y donde sestean los Grimaldi.
ERA M?S DIF?CIL salir de La Vigie que llegar hasta esa mansi¨®n belle ¨¦poque enfoscada en tonos pastel y recortada a cuchillo sobre la bah¨ªa de M¨®naco. Una vez que la cena de Karl Lagerfeld se dio por concluida avanzada la madrugada, la espuerta de litros de champ¨¢n consumido en magnum durante la fiesta comenz¨® a hacer estragos. Y a dificultar el descenso hacia la civilizaci¨®n. Junto a Alice Springs, su esposa, el fot¨®grafo Helmut Newton se tambaleaba y la princesa Carolina Grimaldi, se?ora del lugar, vestida de C¨¦line, esbozaba una expresi¨®n de Zelda Fitzgerald mientras rezongaba a su ch¨®fer que la sacara de all¨ª y condujera a Le Clos Saint-Pierre, su hogar.
La carretera que conduc¨ªa de regreso al coraz¨®n del Principado era mortal. Una serpiente entre acantilados. All¨ª mismo se hab¨ªa despe?ado en su Rover verde Racing en 1982 Grace Kelly. Los invitados, a bordo de Mercedes con matr¨ªculas de tres cifras, optaron por hacer escala en el Jimmy¡¯z, donde un traficante de armas griego corri¨® con los gastos. En M¨®naco siempre paga alguien que no sabes qui¨¦n es. Era 1994. Y Lagerfeld hab¨ªa presentado a 50 personas de todo el mundo su primer perfume. La primera y ¨²ltima vez que abri¨® esa casa a los advenedizos. All¨ª acaba de celebrar su enlace Carlota Casiraghi, la mayor de las hijas de Carolina, con todo el esplendor del rosa al amarillo de la Corona mediterr¨¢nea. A mayor gloria del marketing del Principado.
Dicen de La Vigie que es la mansi¨®n m¨¢s bella y aislada de la Costa Azul. La construy¨® en 1902 el ennoblecido magnate de la prensa brit¨¢nica William Ingram. Tras la ocupaci¨®n nazi, sus estucos, entelados y terciopelos cayeron en desgracia. Fue pasando a un olvido paralelo al que viv¨ªa el Principado, antes de que tomara en 1950 las riendas con mano de hierro y aire de vodevil Raniero III. El consorte de Grace recompr¨® a bajo precio esa perla inmobiliaria de la Corona monegasca y la incorpor¨® a su holding del placer, la Soci¨¦t¨¦ des Bains de Mer, de la que la familia Grimaldi posee en torno al 40% de las acciones y que es la propietaria del casino, la ¨®pera, los hoteles, restaurantes y night clubs m¨¢s lujosos; la f¨®rmula 1 de M¨®naco y las principales promociones inmobiliarias de ese Estado m¨¢s peque?o que Central Park. Aqu¨ª todo es de los Grimaldi: la bandera lleva sus colores; cobran por los souvenirs y la emisi¨®n de sellos; la catedral es su tumba; y hasta los coches del Museo de Autom¨®viles del Principado son propiedad de la familia del pirata Malizia.
Durante tres d¨¦cadas, aquel palacete de 600 metros cuadrados, con tres alturas, seis habitaciones, piscina, encinas y olivos, y una terraza colgada sobre el mar, fue una ruina pasto de los alcatraces. En 1986, el reci¨¦n fallecido modista Karl Lagerfeld, reinventor de Chanel y amigo de Carolina, lleg¨® a un acuerdo con los Grimaldi: se har¨ªa cargo de esa exclusiva ruina; la reconstruir¨ªa y decorar¨ªa de su bolsillo y, a cambio, pagar¨ªa a la familia un m¨ªnimo alquiler. Lo hizo entre 1986 y 2000. Dicen que enterr¨® en esta casa 14 millones de euros. Y fue feliz. Aqu¨ª realiz¨® sus mejores fotograf¨ªas y sus fiestas m¨¢s ¨ªntimas (en una de ellas se instalaron 40 camas). Como recordaba el propio k¨¢iser: ¡°La Vigie es el lugar m¨¢s seguro e inaccesible del planeta. Es imposible acercarse. No pasa por aqu¨ª ni una sola v¨ªa p¨²blica. Ni siquiera tiene direcci¨®n, por lo que nadie puede escribirme. Es mi para¨ªso¡±.
Cuando Carolina se emparej¨® con el pr¨ªncipe Ernesto de Hannover en 1998, se encapricharon de La Vigie. Lagerfeld termin¨® su contrato en 2000 y abandon¨® M¨®naco. Nunca volvi¨®. Tras la separaci¨®n de la pareja Grimaldi-Hannover, la bombonera de Lagerfeld volvi¨® a manos de la Soci¨¦t¨¦. Hoy la alquila para un m¨¢ximo de 12 personas, con sirvientes y servicio de tres estrellas. El precio es un secreto, aunque se exige una fianza de 15.000 euros. En el sector se susurra que su alquiler es de 50.000 euros diarios. Una cifra que no pag¨® la princesa Carolina hace un par de semanas para celebrar la boda de una princesa de la casa Grimaldi. La Vigie es suya.?¡ªeps
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