En Nigeria hay la mitad de VIH de lo que se pensaba
Las estimaciones dec¨ªan que 3,4 millones de nigerianos portaban el virus, pero la metodolog¨ªa fallaba. ?Debe seguir el pa¨ªs recibiendo los mismos fondos pese a tener muchos menos afectados?
Alrededor de 3,4 millones de nigerianos son portadores del virus del sida. Al menos eso era lo que se pensaba. La cifra se basa en un c¨¢lculo de prevalencia pr¨®xima al 3% fruto de la ¨²ltima versi¨®n de las encuestas realizadas en Nigeria. Esto significa que, a pesar de haber detectado a m¨¢s de un mill¨®n de infectados y haberlos puesto en tratamiento con antirretrovirales (ARV), se cre¨ªa que a¨²n quedaba m¨¢s del doble de portadores del virus que ignoraban que lo eran. Mientras el Gobierno nigeriano y sus socios gastaban millones de d¨®lares en identificar a m¨¢s personas infectadas, se dec¨ªa que "Nigeria no lograba estar a la altura del reto del sida". Sin embargo, todos los que trabajaban con la enfermedad pensaban que algo ten¨ªa que fallar. Se esforzaban, hac¨ªan an¨¢lisis a millones de personas, y aun as¨ª no encontraban nuevos casos. La ret¨®rica del fracaso, sin embargo, persist¨ªa.
Ahora tenemos los resultados y, efectivamente, en Nigeria no hay tantos infectados como se cre¨ªa. Los estudios anteriores se equivocaban. El Estudio del Indicador y el Impacto del VIH en Nigeria (NAIIS por sus siglas en ingl¨¦s), la mayor investigaci¨®n basada en la poblaci¨®n llevada a cabo en cualquier pa¨ªs del mundo muestran que la prevalencia del VIH entre las mujeres nigerianas de entre 15 y 64 a?os es del 1,9%, mientras que entre los hombres es del 1,1%. En el grupo de 15 a 49 a?os, la prevalencia en las mujeres se mantiene; sin embargo, en los hombres es del 0,9%. Esto significa que, en Nigeria, el virus ataca desproporcionadamente a las primeras.
Dado que la poblaci¨®n de Nigeria es alt¨ªsima (es el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica, con 190 millones de habitantes), la planificaci¨®n resulta crucial para que los sistemas sanitarios funcionen. Ninguno puede prestar sus servicios de manera adecuada si no se gu¨ªa convenientemente por los datos, para lo cual es necesario conocer los factores determinantes de la epidemia. Sin unas cifras coherentes y precisas, parec¨ªa que la respuesta de Nigeria al sida era un fracaso. La incertidumbre sobre la prevalencia del VIH en el pa¨ªs se ve¨ªa como un problema, sobre todo teniendo en cuenta los cuantiosos recursos dedicados a realizar an¨¢lisis para detectar nuevos casos y los presupuestos asignados para el tratamiento.
En Nigeria, como en la mayor¨ªa de los pa¨ªses que sufren epidemias generalizadas, los c¨¢lculos sobre la prevalencia del VIH se basaban en gran medida en las encuestas a mujeres embarazadas que acud¨ªan a determinadas cl¨ªnicas de atenci¨®n prenatal. Mientras que la mayor¨ªa de pa¨ªses hab¨ªa abandonado esta clase de estudios o desarrollado protocolos mejorados, Nigeria no hizo cambios a pesar de las objeciones mundiales a su estrategia. Los c¨¢lculos m¨¢s recientes para el pa¨ªs se fundamentaban en una encuesta realizada en 2014 en diversos centros de atenci¨®n a embarazadas. En Kenia, la prevalencia del virus del sida se calculaba utilizando el Estudio del Indicador del VIH, un muestreo de hogares por conglomerados en dos etapas representativas de todo el pa¨ªs. En Sud¨¢frica, como los datos prenatales que empleaba en el pasado para sus an¨¢lisis no eran representativos de la poblaci¨®n, hace a?os que la tasa de prevalencia del VIH se calcula a trav¨¦s de un estudio basado en la poblaci¨®n cuyos resultados son extrapolables a todo el pa¨ªs.
La prevalencia del VIH entre las mujeres nigerianas de entre 15 y 64 a?os es del 1,9%, mientras que entre los hombres es del 1,1%.
Visto retrospectivamente, el hecho es que Nigeria dej¨® pasar la oportunidad al no desarrollar la competencia necesaria para llevar a cabo estudios complejos, ni mont¨® un equipo lo suficientemente formado capaz de cumplir esa misi¨®n a lo largo de los a?os. El pa¨ªs era el centro de los debates en las conferencias internacionales, y los datos obtenidos no inspiraban demasiada confianza. En todo caso, los resultados necesitaban financiaci¨®n, y si las encuestas calculaban que hab¨ªa 3,4 millones de infectados, hab¨ªa que encontrar fondos para tratar a esas personas. As¨ª que cuando se hizo imperativo obtener cifras correctas, se busc¨® un socio ejecutivo que realizase ese estudio crucial para el pa¨ªs.
En 2016, Savi Aliyu entr¨® a formar parte de la nueva directiva de la Agencia Nacional para el Control del Sida (NACA, por sus siglas en ingl¨¦s) con el prop¨®sito de mejorar la exactitud de los datos empleados para planificar la asignaci¨®n de recursos para pacientes con VIH/sida. Aliyu tard¨® poco en darse cuenta de la magnitud del reto al que se enfrentaba. En el Foro de Vigilancia Sanitaria de 2016, que gir¨® en torno al tema ?Qu¨¦ importancia tiene el liderazgo?, el director general de NACA declar¨® que su principal objetivo consist¨ªa en determinar la cifra real de personas portadoras del VIH en Nigeria, diagnosticarlas y ponerlas en tratamiento. Con este tel¨®n de fondo, la agencia puso en marcha el NAIIS. Sus resultados han dotado a Nigeria de mejores indicadores de la tasa de prevalencia del virus del sida en el pa¨ªs y le permitir¨¢n planificar adecuadamente la prestaci¨®n del servicio. Esto significa que Nigeria tiene ahora una idea m¨¢s precisa del volumen de infecciones por VIH, as¨ª como de qu¨¦ poblaciones son m¨¢s vulnerables, y que, por lo tanto, puede asignar con m¨¢s punter¨ªa los fondos del Gobierno y los donantes para asegurar que todos los portadores del VIH tengan acceso al tratamiento.
Organizar el mayor estudio del mundo
Las organizaciones sociales han venido expresando la necesidad de realizar una encuesta nacional basada en la poblaci¨®n. Seg¨²n Aliyu, realizar el mayor estudio sobre el VIH ha costado unos 91 millones de d¨®lares, financiados por el Plan de Emergencia del Presidente de Estados Unidos para el Alivio del Sida (Pepfar), el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, el Programa de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), la Universidad de Maryland (Baltimore), el Instituto de Virolog¨ªa Humana, la Universidad de Washington, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, Inner City Fund (ICF) y la Red Africana de Epidemiolog¨ªa de Campo (Afenet, por sus siglas en ingl¨¦s). La encuesta se llev¨® a cabo en nueve meses, y en ella participaron m¨¢s de 2.000 entrevistadores que recopilaron datos de miles de hogares de todo el pa¨ªs. Muchos de estos entrevistadores eran voluntarios que arriesgaron su vida por el estudio visitando lugares con fama de inaccesibles. La encuesta abarc¨® m¨¢s de 250.000 entrevistados de entre 15 y 64 a?os y 32.555 ni?os de 0 a 14 pertenecientes a casi 100.000 hogares elegidos aleatoriamente.
Los donantes y los socios internacionales han destinado cuantiosos recursos a tratar a los 3,4 millones de nigerianos que se calculaba que portaban el VIH
Durante la presentaci¨®n p¨²blica de los resultados, el encargado de negocios de la Embajada de Estados Unidos, David Young, destac¨® el "enfoque humano" de la recogida de datos. Al mismo tiempo que se hac¨ªan las entrevistas, las familias recib¨ªan asesoramiento sobre la prevenci¨®n del sida y pod¨ªan pedir atenci¨®n m¨¦dica si la necesitaban.
Dadas las dificultades log¨ªsticas que se presentan en Nigeria, hay que felicitar al Gobierno por su esfuerzo de recogida de datos clave y actualizados sobre el VIH en su territorio. Los resultados del estudio contienen informaci¨®n decisiva para planificar la respuesta al VIH y su tratamiento, as¨ª como ampliar las intervenciones. Del mismo modo, han proporcionado la posibilidad de optimizar la asignaci¨®n de recursos. Dado que en Nigeria no hay tantas personas infectadas por el VIH como se hab¨ªa calculado, ?qu¨¦ consecuencias tiene este hecho para las organizaciones donantes que hasta ahora han financiado m¨¢s del 90% de los programas nigerianos contra el virus? ?Seguir¨¢n Pepfar o el Fondo Mundial para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria financiando las campa?as como antes? ?Qui¨¦n se responsabilizar¨¢ de los 1,9 millones de nigerianos que se calcula que portan el virus cuando los donantes se vayan de Nigeria?
Sud¨¢frica, cuya tasa de prevalencia del VIH es la m¨¢s alta del mundo, ha logrado avances considerables en la ¨²ltima d¨¦cada, y actualmente el Gobierno del pa¨ªs costea alrededor del 80% de los programas. Nigeria tiene que dar un paso adelante. En este momento es fundamental que la financiaci¨®n de las intervenciones contra el VIH sea sostenible. El virus ataca sobre todo al sector m¨¢s productivo de la poblaci¨®n del pa¨ªs, y ha llegado la hora de que dejemos de depender de los donantes extranjeros para resolver el problema de la prevenci¨®n, la detecci¨®n y el tratamiento del VIH.
El peso de la tasa de infecci¨®n por VIH recae mayoritariamente sobre las mujeres
?Es posible que la causa sean las desigualdades consecuencia de las normas de g¨¦nero relacionadas con la masculinidad y el feminismo, la violencia contra las mujeres, las barreras al acceso a los servicios sanitarios, las deficiencias en la formaci¨®n o la inseguridad econ¨®mica? El pa¨ªs tiene que hacer frente a algunos de los factores que pueden poner a las mujeres en peligro de contraer el VIH. En el caso de las embarazadas portadoras del virus es importante evitar la transmisi¨®n de la madre al hijo. Nigeria tiene que ampliar con urgencia los servicios de prevenci¨®n de la transmisi¨®n madre-hijo (PMTCT, por sus siglas en ingl¨¦s), que se deben ofrecer antes de la concepci¨®n y a lo largo del embarazo, el parto y la lactancia.
La planificaci¨®n familiar es una de las medidas PMTCT m¨¢s decisivas. Reducir el n¨²mero de embarazos no deseados entre las mujeres portadoras del VIH har¨ªa que descendiese la cifra de ni?os que nacen con el virus. Los estados federales pueden desempe?ar un papel importante garantizando los servicios de planificaci¨®n familiar en la atenci¨®n sanitaria primaria y secundaria. Adem¨¢s, ahora que se dispone de datos de prevalencia por estados, las administraciones correspondientes tienen que asumir una mayor responsabilidad a la hora de poner en pr¨¢ctica mejores estrategias, necesarias para aumentar la accesibilidad, la aceptaci¨®n, la asequibilidad y la recepci¨®n de los servicios relacionados con el VIH y la salud reproductiva, especialmente entre las j¨®venes.
Entonces, ?cu¨¢l es la prevalencia del VIH en Nigeria?
Los donantes y los socios internacionales han destinado cuantiosos recursos a tratar a los 3,4 millones de nigerianos que se calculaba que portaban el VIH. El Gobierno de Estados Unidos y el Fondo Mundial para la lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria gastan respectivamente 400 millones y 110 millones de d¨®lares anuales en financiar los programas contra el virus en Nigeria. Los resultados del NAIIS han mostrado que la prevalencia del VIH en el pa¨ªs es del 1,5% entre la poblaci¨®n de entre 1 y 64 a?os. Esto significa que se va a tener que discutir en detalle qu¨¦ parte de la financiaci¨®n van a aportar nuestros socios. Para que Nigeria asuma una mayor responsabilidad en la financiaci¨®n del tratamiento a las personas portadoras del VIH, el presupuesto sanitario nacional tiene que aumentar. Tratar a una persona infectada con el VIH cuesta alrededor de 50.000 nairas al a?o (unos 123 euros). En 2018 se propuso un gasto total de 340.460 millones de nairas (841 millones de euros) para el Ministerio Federal de Sanidad.
Probablemente, adaptar el tratamiento a los nigerianos portadores costar¨¢ unos dos quintas partes del total del presupuesto de sanidad. Si Nigeria quiere desarrollar un mecanismo sostenible para financiar el VIH, tiene que pensar en integrar el tratamiento de la infecci¨®n en los programas de seguros m¨¦dicos nacionales, estatales y comunitarios. El objetivo deber¨ªa ser que los seguros cubriesen el tratamiento contra el VIH de los beneficiarios. Asimismo, las administraciones de los estados federales tienen que asumir una mayor responsabilidad en la lucha contra el virus en sus territorios. Si pudiesen dedicar por lo menos el 1% de la cifra que les asigna mensualmente el Gobierno federal al tratamiento de la enfermedad, se har¨ªan grandes avances en la administraci¨®n del tratamiento antirretroviral a m¨¢s pacientes.
?Ha valido la pena gastar 91 millones de d¨®lares en hacerse una idea precisa del n¨²mero de personas portadoras del VIH en Nigeria? Sin duda, sobre todo si los datos se utilizan para mejorar la repuesta a la enfermedad. Ahora el Gobierno puede planificar, desarrollar y aplicar programas m¨¢s eficaces para controlar el VIH y la hepatitis en Nigeria, lo cual tendr¨¢ como resultado la mejora de la salud individual y familiar. Puesto que disponemos de un diagn¨®stico m¨¢s exacto sobre la prevalencia del virus, podemos exigir al Gobierno que sea m¨¢s activo en la lucha contra la epidemia. Es de esperar que la pr¨®xima vez que haya que hacer un estudio, no sea necesario un socio ejecutor para llevarlo a cabo.
?Cu¨¢nto falta para llegar al objetivo 90-90-90?
ONUSIDA ha fijado el objetivo 90-90-90, que significa que, para 2020, el 90% de los portadores del VIH tienen que saber que lo son y estar en tratamiento antirretroviral, y que el 90% de los enfermos en tratamiento tienen que haber alcanzado la supresi¨®n viral. En 2030, el objetivo subir¨¢ hasta el 95%. Sin embargo, la supresi¨®n de la carga viral en el grupo de edad de entre 15 y 64 a?os es del 44,5%. Dado que la reducci¨®n de la cantidad de VIH en la sangre es un factor decisivo, para poder afirmar que hemos avanzado en la consecuci¨®n del objetivo 90-90-90 esta deber¨ªa acercarse al 73%. ?Cu¨¢l es, entonces, la buena noticia? La raz¨®n de que el pa¨ªs no mostrase avances en la lucha contra la epidemia del VIH proporcionados a los esfuerzos que estaba haciendo para prevenir nuevas infecciones es que las tasas de prevalencia no son tan elevadas como se calculaba. Nigeria est¨¢ mucho m¨¢s cerca del primer 90% de lo que se cre¨ªa.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en ingl¨¦s en Nigeria Health Watch.
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