Las monta?as se desmoronan por el calentamiento global y borran rutas m¨ªticas del alpinismo
Un estudio retrata los intensos efectos del cambio clim¨¢tico en los Alpes a trav¨¦s del deterioro de v¨ªas rese?adas hace 40 a?os
En 1977, Carl Sagan elabor¨® un mensaje que se envi¨® al espacio para explicarle a un alien¨ªgena qui¨¦nes somos los humanos. Era un disco de oro con sonidos e im¨¢genes: saludos en varios idiomas, cohetes despegando, volcanes, perros ladrando, un rock and roll de Chuck Berry... Una de las fotos m¨¢s espectaculares que inclu¨ªa mostraba a un hombre encaramado a una afilad¨ªsima e imponente cima de los Alpes que resume a la perfecci¨®n el romanticismo y el riesgo a veces absurdo de la escalada, una forma de exploraci¨®n. Sagan quiso elegirla junto a otras 114 para resumir lo que somos como especie.
El hombre en esa fotograf¨ªa se llamaba Gaston R¨¦buffat y fue una figura m¨ªtica del alpinismo cl¨¢sico. En 1973 public¨® El Macizo del Mont Blanc: Las 100 mejores ascensiones (editado en Espa?a por Desnivel), que se convirti¨® en una biblia para los amantes de la monta?a que quer¨ªan adentrarse en esta cordillera, cruzar sus glaciares y alcanzar su cima m¨¢s alta. Hab¨ªa caminos para todos los gustos y habilidades, desde paseos a complicadas escaladas por roca y hielo. Pasados 40 a?os, un grupo de investigadores de la Universidad de Grenoble Alpes (Francia) ha analizado el estado de 95 de esas rutas cl¨¢sicas a trav¨¦s de 31 entrevistas con gu¨ªas de alta monta?a. Cuatro de ellos llevan subiendo esas monta?as desde los a?os 70 y las han visto cambiar literalmente a?o a a?o, d¨¦cada a d¨¦cada.
Los resultados del estudio muestran que 93 de las rutas se han visto afectadas por el calentamiento global, 26 de ellas de una forma dr¨¢stica. Tres de ellas han desaparecido para siempre.
Los investigadores han recopilado 25 efectos del cambio clim¨¢tico en las rutas. El m¨¢s sorprendente es el derrumbamiento de enormes paredes de roca. Este fen¨®meno se est¨¢ acelerando en los Alpes por el aumento de las temperaturas. A unos metros bajo el suelo y en las zonas altas existe permafrost, roca que permanece siempre por debajo de los cero grados. En los ¨²ltimos a?os el permafrost a m¨¢s de 3.000 metros se est¨¢ derritiendo. ¡°En las zonas de permafrost el hielo entre las rocas act¨²a como cemento¡±, explica Jacques Mourey, coautor del estudio, publicado en Arctic, Antarctic and Alpine Research. ¡°Al derretirse ese hielo las paredes se vienen abajo. Desde 2007 se han registrado 800 desprendimientos de m¨¢s de 100 metros c¨²bicos de roca en el macizo del Mont Blanc¡±, resalta este ge¨®grafo y gu¨ªa de media monta?a de 27 a?os.
En 2005, una pared de roca de 700 metros de largo se vino abajo en la cara oeste del Petit Dru (3.733 metros). Por ella discurr¨ªa la ruta abierta por el italiano Walter Bonatti en 1955, que ha desaparecido. Un derrumbamiento similar ha borrado la pared para ascender al Trident du Tacul, pr¨®ximo al Mont Blanc (4.810 metros). La tercera v¨ªa desaparecida es la ¡°escuela de hielo¡± en la lengua del glaciar de Bossons, llamada as¨ª ¡°porque se usaba para practicar escalada en hielo en las grietas¡±, explica Mourey. ¡°En la actualidad la escuela est¨¢ varios cientos de metros ladera arriba, es demasiado empinada y est¨¢ expuesta avalanchas, por lo que ya no se puede visitar¡±, resalta. En general, las rutas de los Alpes que sol¨ªan escalarse en verano se han vuelto m¨¢s peligrosas y dif¨ªciles, resalta el estudio.
El trabajo se basa en datos relativamente subjetivos extra¨ªdos de entrevistas y en el libro de R¨¦buffat, pero encaja perfectamente con los datos cient¨ªficos que apuntan a que el cambio clim¨¢tico es m¨¢s intenso en la alta monta?a de todo el mundo. En los Alpes, las temperaturas invernales han aumentado casi tres grados entre 1934 y 2009, seg¨²n el trabajo. La temporada de nieve comienza 12 d¨ªas despu¨¦s y acaba 26 d¨ªas antes en 2015 que en 1970. Los glaciares pierden grosor ¡ªhasta 80 metros en el Argenti¨¨re¡ª y retroceden ¡ªhasta 366 metros entre 1994 y 2007 en el Mer de Glace, uno de los mayores de esta cordillera¡ª.
En algunos casos, estos efectos del cambio clim¨¢tico no disuaden a los alpinistas. Es lo que sucede en el Mont Blanc, cada vez m¨¢s frecuentado a pesar de ¡°un incremento de la dificultad y la peligrosidad del ascenso¡± debido a los desprendimientos de roca y la apertura de grietas en los glaciares, incluso por encima de los 4.000 metros. En otros casos las rutas ya no son tan espectaculares y se est¨¢n abandonando, como delata el descenso importante de visitantes. Es el caso de la traves¨ªa de D?mes du Miage (3.673 metros), en la que en 2015 se abri¨® una peligrosa grieta y hubo un desprendimiento que la afe¨®, por lo que hubo un 25% menos visitantes al refugio de Conscrits que se repiti¨® en 2016 y 2017, se?ala el estudio. Otros refugios de alta monta?a afrontan la misma situaci¨®n. ¡°Todas las entrevistas realizadas indican que los paisajes de alta monta?a ya no responden al cl¨¢sico de hielos azules y nieves perpetuas¡±, resalta el trabajo.
En los Pirineos, donde sobreviven los ¨²ltimos glaciares de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, tambi¨¦n han desaparecido rutas por derretimiento de cascadas de hielo y desprendimientos, como una v¨ªa por la cara norte del Vignemale (3.298), explica Ignacio L¨®pez-Moreno, investigador del Instituto Pirenaico de Ecolog¨ªa (CSIC). ¡°Aqu¨ª gran parte del da?o ya est¨¢ hecho, el cambio clim¨¢tico ya ha reducido los glaciares a la m¨ªnima expresi¨®n y casi no queda permafrost. La situaci¨®n no va a empeorar mucho, mientras en los Alpes a¨²n queda mucho por suceder¡±, resalta el ge¨®grafo.
En estos momentos, el disco con la imagen de R¨¦buffat entre cumbres heladas viaja por el espacio a? 22.000 millones de kil¨®metros de la Tierra. Si alg¨²n d¨ªa un alien¨ªgena lo encuentra y puede escucharlo no se enterar¨¢ de que en la Tierra hay un cambio clim¨¢tico acelerado por las actividades de los humanos, pues no incluye detalles sobre este fen¨®meno.
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