La nueva vida del despiadado rey de los ¡®talent shows¡¯
A punto de cumplir 60 a?os, Simon Cowell, productor y famoso juez de programas como 'The X Factor' o 'America's Got Talent' y descubridor de Il Divo o Camila Cabello, da un vuelco radical
Que la autobiograf¨ªa que el magnate brit¨¢nico Simon Cowell public¨® en 2003 se titulase I Don't Mean To Be Rude, But... no es un dato puramente anecd¨®tico. La frase, que significa "no pretendo ser grosero, pero...", preced¨ªa a menudo a sus cr¨ªticas e insultos m¨¢s despiadados en su papel de juez de talent shows como Pop Idol, The X Factor o America's Got Talent, cuya 14? edici¨®n se est¨¢ emitiendo ahora. Este productor musical y televisivo se hizo un hueco en la cultura popular por su honestidad brutal al evaluar el talento ¨Co la ausencia de ¨¦l¨C o incluso el aspecto f¨ªsico de los concursantes con frases tan hirientes como ¡°en otro tiempo te habr¨ªan lapidado¡± o ¡°tienes tanta personalidad como un picaporte¡±. Pero, a punto de cumplir los 60 a?os ¨Clo har¨¢ en octubre¨C, Mr. Nasty (el se?or cruel) ha cambiado de h¨¢bitos y de estilo de vida.
En octubre de 2017 Cowell se cay¨® por las escaleras de su casa de Londres a las 4 de la madrugada despu¨¦s de sufrir un desmayo. Estar levantado a esas horas era para ¨¦l la regla en lugar de la excepci¨®n, porque siempre pasaba las noches atendiendo llamadas, en reuniones intempestivas o revisando grabaciones. ¡°Era como un vampiro", cont¨® en The Sun. "Durante a?os, no me iba a la cama hasta las 8 de la ma?ana¡±. El estr¨¦s, una alimentaci¨®n basada principalmente en espaguetis y hamburguesas, el alcohol y el hecho de llevar fumando desde los ocho a?os completaban un cuadro que ten¨ªa preocupado a su entorno. La ca¨ªda, que acab¨® con ¨¦l en el hospital, fue ¡°la llamada de atenci¨®n¡± que le anim¨® por fin a variar su dieta ¨Cque ahora es pr¨¢cticamente vegana¨C y sus horarios. Tambi¨¦n redujo el uso del m¨®vil y las redes sociales, y hasta dej¨® de ver las noticias. ¡°Despu¨¦s de todo, ahora soy padre y tengo m¨¢s responsabilidad que nunca¡±, ha dicho.
Con su eterno bronceado, su debilidad confesa por el b¨®tox y su dentadura color blanco nuclear, al empresario se le consideraba un mujeriego impenitente hasta que conoci¨® a su actual pareja, Lauren Silverman, que estaba casada con un amigo suyo cuando empezaron a verse en secreto. Cowell se cans¨® de declarar que nunca tendr¨ªa hijos y, al m¨¢s puro estilo Mr. Nasty, a su exnovia Terri Seymour lleg¨® a sugerirle que mejor se comprara una tortuga, seg¨²n public¨® GQ en 2011. En ese mismo reportaje aseguraba que ten¨ªa totalmente descartada la paternidad: ¡°A mi edad, sin duda¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°La realidad es que, con la vida que llevo, no tendr¨ªa paciencia¡±. Y, sin embargo, hace cinco a?os tuvo a Eric con Lauren y, como suele suceder, eso lo cambi¨® todo.
Porque, durante casi toda su vida, la principal motivaci¨®n de Simon Cowell hab¨ªa sido ganar dinero. Atra¨ªdo por la fama desde que de ni?o curioseaba en las fiestas llenas de famosos que daba un productor de cine vecino de sus padres, Cowell decidi¨® saltarse la universidad y hacer carrera en la industria de la m¨²sica empezando en EMI desde abajo. A principios de los 80 cofund¨® su propio sello, Fanfare Records, pero aquello no sali¨® bien y con 30 a?os se vio endeudado y tuvo que volver a casa de sus padres. Ha contado muchas veces c¨®mo, en sus tiempos de ejecutivo discogr¨¢fico, sus jefes y compa?eros sol¨ªan mirarlo por encima del hombro por sus gustos poco refinados. ¡°Me consideraban lo peor de lo peor¡±, admiti¨® al Financial Times en 2014. Pero su capacidad de conectar con lo popular acab¨® convirti¨¦ndose, a principios de los 2000, en su pasaporte al ¨¦xito: primero, al ayudar a Simon Fuller (exmanager de las Spice Girls) a lanzar Pop Idol y American Idol, donde se estren¨® en el panel de jueces, y, m¨¢s tarde, ideando dos formatos nuevos, The X Factor y Got Talent, que han sido exportados a decenas de pa¨ªses.
Para Simon Cowell, sus bolos televisivos son ante todo un medio para un fin: descubrir talentos a los que fichar para su compa?¨ªa, Syco Entertainment (de la que Sony posee el 75%). ?l es el responsable de haber convertido a cinco chavales que ni siquiera ganaron The X Factor en el fen¨®meno One Direction. A ¨¦l tambi¨¦n hay que concederle el descubrimiento de Susan Boyle, Il Divo, Leona Lewis, Kelly Clarkson o Camila Cabello.
La ¨²ltima The Sunday Times Rich List, publicada en mayo, le atribuye una fortuna de 430 millones de euros. Tiene casas en varios pa¨ªses, una colecci¨®n de coches, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y hasta papel higi¨¦nico con su monograma, si creemos a su amigo Piers Morgan. No es de extra?ar que otra biograf¨ªa publicada sobre ¨¦l en 2012 llevara como t¨ªtulo Sweet Revenge (Venganza dulce). ¡°No tengo problema en admitir que soy incre¨ªblemente competitivo. Me proporciona m¨¢s placer mi propio ¨¦xito que el de los dem¨¢s¡±, cont¨® a GQ en 2011. Tras el susto que supuso su ca¨ªda, y el consiguiente vuelco en su estilo de vida, se dir¨ªa que sus niveles de ambici¨®n se han moderado un poco. Aunque no lo suficiente como para condenar a su alter ego, Mr. Nasty, al olvido.
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