Bon Jovi: al chiste oficial del rock le da igual lo que pienses de ellos
Repudiados por los puristas por blandengues y horteras, el grupo de Nueva Jersey sigue a lo suyo: llenando estadios. Lo har¨¢ hoy en el Metropolitano de Madrid
Tras la muerte del guitarrista Stevie Ray Vaughan en un accidente de helic¨®ptero en 1990, el humorista Denis Leary, en un crudo ejercicio de humor negro, lament¨® que Jon Bon Jovi siguiera vivo: ¡°A ver si conseguimos que Jon se monte en un helic¨®ptero. Venga Jon, s¨²bete al helic¨®ptero, que hay un peluquero dentro¡±. Vanity Fair defini¨® al l¨ªder de Bon Jovi como ¡°un chiste con pelo de caniche¡±; la prestigiosa revista Rolling Stone abri¨® la cr¨ªtica de su ¨¢lbum m¨¢s vendido (Slippery when wet, 1986) preguntando ¡°?cu¨¢ntos clich¨¦s se pueden embutir en una canci¨®n pop?¡±, usando esta ¨²ltima palabra como humillaci¨®n deliberada contra una banda que se consideraba, aquel 1986, de rock duro; y Dee Snider, l¨ªder de los duros Twisted Sister, le record¨® que ¡°no se sonr¨ªe en el heavy metal, Jon; la gente no sab¨ªa que los heavies ten¨ªamos dientes hasta que apareciste t¨²¡±. ¡°Se trata a Jon Bon Jovi como si fuera Bob Dylan en vez del imitador de Springsteen que en realidad es, como si fuesen los Rolling Stones americanos en vez de la banda de bar con m¨¢s suerte y mejor empaquetada del mundo¡±, arremet¨ªa la publicaci¨®n Entertainment Weekly.
Se les ridiculiz¨® por blandengues, por comerciales y por horteras, pero quien r¨ªe el ¨²ltimo r¨ªe ante un estadio con las entradas agotadas
Pero 30 a?os, 18 giras y 3.000 conciertos despu¨¦s, Bon Jovi sigue llenando estadios. El chiste oficial del rock ha sobrevivido al abandono de varios miembros, a conductas suicidas y al ir y venir de docenas de modas musicales. Se les ridiculiz¨® por blandengues, por comerciales y por horteras, pero quien r¨ªe el ¨²ltimo r¨ªe ante un estadio con las entradas agotadas. ?Qui¨¦n dijo que no se pod¨ªa llegar lejos con la amabilidad?
El origen de John Bongiovi (Nueva Jersey, 1962) es tan americano que parece inventado: su padre (barbero) y su madre (conejita de Playboy) se conocieron sirviendo en la Marina. Tras dejar el instituto, John trabaj¨® fregando el suelo del legendario estudio Power Plant, donde Bruce Springsteen grab¨® Born in the USA, Dire Straits Brothers in arms y Madonna Like a virgin, y donde conoci¨® al m¨²sico George Karak, al que invit¨® a cenar espaguetis en casa de sus padres. Aquella noche compusieron Runaway en su sala de estar. Ese ambiente tan poco rockero gener¨® su primer ¨¦xito antes siquiera de tener una banda: John llev¨® un casete a una emisora de radio local y la reacci¨®n de los oyentes le consigui¨® un contrato discogr¨¢fico, tras el cual se cambi¨® el nombre art¨ªstico a Jon Bon Jovi, fich¨® a Richie Sambora, David Bryan, Tico Torres y Alec Such y bautiz¨® al grupo con el mismo formato que una d¨¦cada antes hab¨ªa elegido Eddie Van Halen, o sea, como su nombre, Van Halen (apellido en este caso).
¡°Mientras Springsteen casi parec¨ªa avergonzado de su propio ¨¦xito¡±, recuerda ahora Rolling Stone compar¨¢ndolo con el otro icono musical de Nueva Jersey, ¡°Jon ansiaba ser el centro de atenci¨®n y para ello magnificaba sus estribillos para llegar a los metaleros, a los macarras, a las reinas del baile y a las mam¨¢s¡±. Su popularidad entre las mujeres (m¨¢s del 60% de los asistentes a sus conciertos eran chicas, muchas de las cuales se levantaban la camiseta cuando cre¨ªan que el cantante estaba mir¨¢ndolas) provoc¨® el rechazo, la sorna y la bilis de los puristas del rock. El sexo, drogas y rock & roll de los 70 se hab¨ªa convertido en pedidas de mano, cervecitas y estribillos pegadizos.
Era la explosi¨®n del llamado hair metal (el metal de peluquer¨ªa, por las imprescindibles y voluminosas melenas cardadas), sobre todo en Estados Unidos. Era rock m¨¢s o menos duro, pero con estribillos muy pop, perfecto para llegar no solo a los heavies sino tambi¨¦n a seguidores del pop. La MTV y las radios FM eran el trampol¨ªn. Los rockeros del hair metal alardeaban de su estilo de vida excesivo y salvaje: drogas, org¨ªas... Como M?tley Cr¨¹e, Poison,?Twisted Sister, Y&T... Pero no Bon Jovi. ¡°Los heavies duros se re¨ªan de Bon Jovi porque hac¨ªan rock blando, adaptado a la gente a la que no le gustaba el rock. Jon no dec¨ªa que consum¨ªa drogas, no provocaba esc¨¢ndalos e iba al gimnasio. Pero el gran p¨²blico no le dio tantas vueltas: Slippery when wet fue el disco m¨¢s vendido de 1987 (28 millones de ejemplares) y coron¨® la portada de Rolling Stone.
Cuando MTV censur¨® el v¨ªdeo de Living in sin por incluir a una chica recibiendo la comuni¨®n para a continuaci¨®n enrollarse con un tipo, la banda acept¨® eliminar la escena. Bon Jovi no eran unos vendidos, ya ven¨ªan vendidos de casa
Este reportaje, firmado por Susan Orlean, sin embargo, dedicaba sus tres primeros p¨¢rrafos al pelo de Jon Bon Jovi: ¡°Tiene unos 35 cent¨ªmetros de largo. Su color es una mezcla de casta?o y cobrizo y sus reflejos plateados le dan un ardiente brillo dorado. Cuando Jon se pasa la mano o se echa laca, centellea alrededor de su cara como una nube gris, un halo o un aura deslumbrante. Ese pelo tiene mucho cuerpo, buena textura y una onda natural. Sus puntas no parecen abiertas. Jon Bon Jovi tiene el pelo m¨¢s fabuloso del rock & roll ahora mismo¡±. ¡°Si lo que quer¨ªa era follar conmigo que me lo hubiera dicho y nos pon¨ªamos a ello¡±, replic¨® el cantante a?os despu¨¦s a la periodista. "Me hac¨ªa mucha ilusi¨®n salir en la portada de Rolling Stone, pero cuando lo le¨ª me puse furioso. ?Qu¨¦ quer¨ªan que hiciera? ?Que me rajase la cara? ?Que me arrancase los dientes?¡±, a?adi¨® el cantante.
La belleza de Jon Bon Jovi, can¨®nica, afeminada y m¨¢s de portada de Superpop que de rockero, contribuy¨® al desprecio de los mel¨®manos, pero le abri¨® las puertas de la MTV. El vicepresidente de su discogr¨¢fica presum¨ªa de que Jon ten¨ªa ¡°un deseo ardiente de ser una estrella¡±. La banda presum¨ªa de haber elegido el repertorio de Slippery when wet (1986) con ayuda de un grupo de adolescentes a los que congregaron para que votasen sus canciones favoritas de entre todas las que hab¨ªan grabado. ¡°Los chavales hoy no saben lo que es la guerra de Vietnam, ?por qu¨¦ deber¨ªa escribir canciones sobre ello?¡±, se quejaba Jon. ¡°Lo que queremos¡±, conclu¨ªa Bryan, el teclista, ¡°es que todo el mundo est¨¦ alegre¡±.
La canci¨®n Livin' on a prayer fue n¨²mero 1 en el d¨ªa de San Valent¨ªn de 1988: el amor en tiempos de Reagan, de Top gun y de una televisi¨®n en la que todo ten¨ªa el aspecto de un anuncio de cerveza. Tommy y Gina, un mozo de descarga en huelga y una camarera que encadena varios turnos, tienen que ¡°aguantar con lo que hay y seguir adelante sin importar si lo conseguimos o no¡±. Bon Jovi cantaba sobre, por y para la Am¨¦rica obrera con el mismo discurso que hab¨ªa llevado a Reagan a salir reelegido en 49 de los 50 Estados: identificar a la clase trabajadora con la tradici¨®n nacional (¡°soy un cowboy, sobre un caballo de acero cabalgo¡±, cantaba en Wanted dead or alive).
Su sensibilidad apelaba a esas personas que se tatuaban el nombre de su pareja en el brazo, que declaraban su amor mediante un grafiti o que llamaban a la radio para dedicar canciones: el escenario rom¨¢ntico ideal de su canci¨®n Born to be my baby era ¡°una mesa para dos con una bandeja frente a la tele¡±. El actor Eddie Redmayne, brit¨¢nico de clase alta que estudi¨® en el mismo colegio que los pr¨ªncipes de Inglaterra, confiesa que el primer disco que compr¨® en su vida fue Crossroads, el recopilatorio de Bon Jovi.
Cuando MTV censur¨® el videoclip de Living in sin por incluir a una chica recibiendo la comuni¨®n para a continuaci¨®n enrollarse con un tipo, la banda ni intent¨® rebelarse (o utilizarlo como un reclamo publicitario) y acept¨® eliminar la escena. Los Bon Jovi no eran unos vendidos, ya ven¨ªan vendidos de casa. New Jersey fue el primer disco estadounidense lanzado legalmente en la Uni¨®n Sovi¨¦tica. De ¨¦l salieron cinco singles que se colaron entre los diez m¨¢s vendidos en Estados Unidos. Los ¨²nicos tatuajes de Jon Bon Jovi eran s¨ªmbolos gen¨¦ricos de la imaginer¨ªa americana (una calavera de b¨²falo y la S de Superman).
Durante las entrevistas tomaban vitaminas y Coca-Cola light. Sus canciones sonaban a esl¨®ganes de autoayuda: Livin' on a prayer (Vivir en una plegaria), Keep the faith (Mant¨¦n la fe), It's my life (Es mi vida) estaban m¨¢s cercanas al Don't worry, be happy o al Just do it que a cualquier cosa que pudiera cantar Metallica. Bon Jovi, los ¨²nicos rockeros a los que dejar¨ªas las llaves de tu casa para que te rieguen las plantas.
Y entonces lleg¨® Kurt Cobain.
Si Bon Jovi ya despertaba burlas durante el hedonismo de los 80, en medio de la angustia vital grunge de principios de los 90 directamente parec¨ªan el coro de la iglesia. La reacci¨®n de Bon Jovi result¨®, parad¨®jicamente, lo m¨¢s punki que ha hecho en toda su carrera: ablandarse m¨¢s, colaborar con el productor de Britney Spears (Max Martin, en It's My Life), casarse con su novia del instituto,?Dorothea Hurley (el matrimonio, que va por el 30? aniversario, tiene cuatro hijos) y posar desnudo junto a la top model Valeria Mazza para una campa?a de Versace.
Hizo nueve pel¨ªculas en seis a?os, sin m¨¢s justificaci¨®n que la de que ten¨ªa cara de estrella de Hollywood. Su m¨²sica se acerc¨® m¨¢s a Shania Twain o a Bryan Adams que a sus supuestas y rockeras influencias originales. Hasta titularon uno de sus discos Have a nice day (Que tengas un buen d¨ªa). En 2003 los Grammys dejaron de nominarles en la categor¨ªa de rock y les pasaron a la de pop.
Lo curioso es que esta apuesta por lo comercial surgi¨® de una depresi¨®n no muy distinta a la que le acabar¨ªa costando la vida a Cobain. Tras 16 meses ininterrumpidos de gira mundial, Jon no ten¨ªa ni 30 a?os y solo pod¨ªa mantenerse despierto mediante esteroides. En una ocasi¨®n, de camino a su en¨¦simo evento promocional, empez¨® a acelerar el coche plante¨¢ndose estrellarlo. Recurri¨® a un psic¨®logo, se larg¨® de la sesi¨®n a los 15 minutos y decidi¨® despedir a su m¨¢nager, a sus agentes y a sus asesores. Desde entonces, Jon Bon Jovi es el m¨¢nager de su banda.
¡°Nunca estar¨¦ satisfecho, no estoy contento con ser solo el n¨²mero 1¡±, asegura. Y contin¨²a: ¡°Quiero agotar las entradas en todos mis conciertos, quiero poder comprarme dos mansiones en vez de una. Lo ¨²nico que le importaba a Pete Townshend era la m¨²sica¡±. El cantante est¨¢ pendiente de c¨®mo van las giras de sus competidores, de cu¨¢nto est¨¢n cobrando por entrada y de qu¨¦ estrategias de m¨¢rketing siguen: ¡°Si despu¨¦s de tres d¨¦cadas no sabes c¨®mo gestionar tu propio negocio, te convertir¨¢s en un estereotipo del rock & roll¡±. El chiste se convirti¨® en empresario al ser de los primeros m¨²sicos en darse cuenta de que, tras la llegada de Internet, el dinero no se iba a acabar, pero se mover¨ªa de lugar: las giras han acabado salvando la carrera de los pocos supervivientes de los 70, 80 y 90.
Bon Jovi no ha logrado un hit en todo el siglo XXI (el ¨²ltimo, It's my life, de 2000, autoplagiaba tanto Livin' on a prayer que hasta contaba qu¨¦ tal les iba a Tommy y a Gina) y muchos consideran que est¨¢n acabados y que son unas viejas glorias, pero sus ¨²ltimas seis giras han estado entre las tres m¨¢s exitosas de sus respectivos a?os. Las de 2008 y 2010?fueron n¨²mero 1 en venta de entradas.
¡°Nunca estar¨¦ satisfecho, no estoy contento con ser solo el n¨²mero 1. Quiero agotar las entradas en todos mis conciertos, quiero poder comprarme dos mansiones en vez de una", dice el cantante
El secreto del ¨¦xito de Bon Jovi es sencillo (aunque, visto el destino del resto de bandas surgidas en los 80, casi imposible): mantenerse fieles a s¨ª mismos. Nunca han dejado de cantar para el mismo p¨²blico, no se han puesto nerviosos ante las modas (¡°nunca colaboramos con raperos, con grunges, con boy bands o con electr¨®nica¡±, presume Jon) y han seguido dando conciertos en estadios, en cruceros o en galas ben¨¦ficas a d¨²o con Pavarotti, con Taylor Swift o con el pr¨ªncipe Guillermo de Inglaterra. El crucigrama de Los ?ngeles Times zanj¨® el debate respecto a qu¨¦ g¨¦nero musical hace Bon Jovi rebautiz¨¢ndolo como ¡°arena rock¡± (rock de estadios): el continente define el contenido y el ¨²nico lugar donde las canciones de Bon Jovi caben es un estadio.
Tambi¨¦n ha contribuido a su ¨¦xito la improbable pero innegable autenticidad de Jon Bon Jovi. No le importaba que se rieran de ¨¦l en los 80 y no le preocupa pedir p¨²blicamente el voto para candidatos dem¨®cratas a pesar de tener muchos fans republicanos.
El estatus de Bon Jovi qued¨® representado cuando en 2018 fueron investidos en la Sala de la Fama del Rock & Roll. Llevaban ocho a?os sonando como candidatos, pero el presidente de la asociaci¨®n (Jann Wenner, tambi¨¦n fundador de la revista Rolling Stone) sent¨ªa una animadversi¨®n hacia la banda que arrastraba desde los 80: ¡°No les considero importantes. ?Qu¨¦ significa Bon Jovi en la historia de la m¨²sica? Nada¡±. En 2018, el voto popular clam¨® en contra de este desprecio y un mill¨®n de personas pidieron la inscripci¨®n de Bon Jovi en la prestigiosa instituci¨®n. ?La reacci¨®n de Jon? ¡°Ya era puta hora¡±.
Los Bon Jovi aterrizan en Madrid (Estadio Wanda Metropolitano, 7 de julio), ya sin el otro l¨ªder de la banda, el guitarrista Richie Sambora (la lucha de egos se hizo insoportable), conscientes de que sus canciones no les pertenecen a ellos, sino a la gente que sigue pagando por escucharlas. Puede que tengan el aspecto de se?ores divorciados a los que todo el mundo deja en ¡°le¨ªdo¡± en los grupos familiares de WhatsApp, pero la m¨²sica resiste.
Jon Bon Jovi, con un negocio de vaqueros, uno de restaurantes solidarios donde los comensales no pagan sino que trabajan en las cocinas, otro de vinos y un ¨²nico esc¨¢ndalo en su camino (colateral, eso s¨ª: su hija mayor, de 21 a?os, sufri¨® una sobredosis por hero¨ªna en 2017) ha transformado su esp¨ªritu de taller mec¨¢nico en un concesionario multinacional. El p¨²blico ya no levanta mecheros sino m¨®viles, la clase media ya no existe y la MTV ya no emite videoclips, pero Jon Bon Jovi sigue cantando con la misma sonrisa que tanto irritaba a los puristas hace tres d¨¦cadas. Seguro que algunos de ellos estar¨¢n entre el p¨²blico de sus conciertos.
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