Tres preguntas para saber qu¨¦ talento tienes

Todos tenemos talento, pero no tenemos talento para todo. Lo dif¨ªcil es identificar la habilidad que poseemos, especialmente cuando pretendemos comenzar una nueva etapa profesional o cuando estamos un poco perdidos. Existen tres sencillas preguntas para clarificar hacia d¨®nde orientarnos: ?qu¨¦ nos gusta? ?Qu¨¦ se nos da bien? ?Qu¨¦ valoran los dem¨¢s de nosotros? Cuando las respuestas no son las mismas, surgen conflictos.

Antes de verlo con m¨¢s detalle, hagamos dos breves matizaciones: Primero, no estamos hablando de talento como el que poseen los artistas o los genios, sino aquellas capacidades que nos permiten destacar y alcanzar buenos resultados en el plano profesional. Segundo: no son capacidades innatas. Es cierto que ciertas habilidades nos vienen desde la cuna, pero lo que cuenta en el plano profesional requiere trabajo y esfuerzo. Tras estas matizaciones, veamos detenidamente las tres preguntas anteriores:

?- ?Qu¨¦ nos gusta? La pasi¨®n es el principal motor para el desarrollo de nuestro potencial. Si no disfrutamos con lo que hacemos, dif¨ªcilmente destacaremos. La motivaci¨®n y la pasi¨®n son diferentes. Mientras que la primera puede desaparecer un d¨ªa porque hemos tenido una mala noche o un problema, la pasi¨®n es continua en el tiempo y no se da?a con circunstancias puntuales.

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?- ?Qu¨¦ se nos da bien? Nos puede gustar mucho algo, pero para tener talento necesitamos destacar y lograr resultados. Eso requiere esfuerzo, aprendizaje, experimentar, contar con maestros o con referentes. En definitiva, dedicar tiempo y esfuerzo. Picasso lo resumi¨® de una manera magn¨ªfica: ¡°La inspiraci¨®n existe, pero tiene que encontrarte trabajando¡±.

?- ?Qu¨¦ valoran los dem¨¢s de nosotros? Si estamos hablando del plano profesional, necesitamos convertir nuestras habilidades en resultados. Nos puede apasionar nuestro trabajo, podemos dedicarle tiempo y esfuerzo, pero si no interesa a los dem¨¢s, dif¨ªcilmente ser¨¢ considerado un talento. Como explicamos antes, no estamos hablando de esos genios a los que se les reconoce su val¨ªa despu¨¦s de su muerte, sino de la mayor¨ªa de las personas, que necesitan que una empresa o un cliente est¨¦n dispuestos a pagarles por su trabajo.

Si no se dan las tres condiciones anteriores es complicado que una persona tenga un talento reconocido y que perdure en el tiempo. Si una de las respuestas no se corresponde con las otras dos, surgen los problemas. Por ejemplo, si lo que haces te entusiasma y se te da bien, pero realmente no hay nadie dispuesto a valorarlo, es una afici¨®n. Disfrutar¨¢s y te entretendr¨¢, pero dif¨ªcilmente podr¨¢s ganarte la vida con eso. Este el motivo por el que muchos emprendedores fracasan. Se rodean de amigos que le animan, pero no tienen el term¨®metro de lo que necesita realmente el mercado.

Si por el contrario se te da bien lo que haces y otros lo reconocen, pero a ti no te gusta, acabas atrapado en la rutina y puedes terminar quem¨¢ndote con lo que haces. Te costar¨¢ soltarlo, porque el ¨¦xito es un mal aliado para los cambios, pero poco a poco, llegar¨¢s a casa desgastado. Por ¨²ltimo, si te gusta mucho lo que haces y otros lo valoran, pero no se te da bien, es un ¨¦xito muy vulnerable en el tiempo. En cualquier momento, otra persona podr¨¢ llevarse el gato al agua sin que t¨² te hayas podido dar cuenta. En resumen, debemos pensar en nuestro trabajo: si te gusta, si consideras que se te da bien y si te sientes reconocido por ello. Si la respuesta en los tres casos es s¨ª, tienes m¨¢s probabilidades de tener un talento reconocido en el tiempo.