Tres ant¨ªdotos para evitar quemarse en el trabajo y no caer en el ¡®burnout¡¯
Si te cuesta levantarte para ir a trabajar o te sientes totalmente desgastado, quiz¨¢s est¨¦s afectado por esta dolencia
Sus s¨ªntomas son desgaste profundo, falta de ilusi¨®n en lo que se hace y sensaci¨®n de verse superado por las responsabilidades.
?Te cuesta levantarte para ir a trabajar, aunque hayas dormido suficiente? ?Te sientes profundamente desgastado con lo que haces? Si la respuesta es afirmativa, quiz¨¢s est¨¦s quemado de tu trabajo. Las sensaciones pueden ser puntuales. Ocurren cuando afrontamos una situaci¨®n que escapa a la habitual; cuando se acercan las vacaciones; cuando se est¨¢ enfrascado en un proyecto muy exigente o cuando tenemos un jefe complicado. En estos casos no hay raz¨®n para preocuparse. Sin embargo, cuando los s¨ªntomas son intensos y constantes en el tiempo y no existen factores externos que expliquen nuestra sensaci¨®n, corremos el riesgo de caer en el estr¨¦s cr¨®nico o s¨ªndrome del trabajador quemado (burnout, en ingl¨¦s).
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud ha reconocido recientemente este trastorno como una enfermedad laboral. Se estima que afecta al 10% de la poblaci¨®n activa en el mundo. Sus s¨ªntomas son desgaste profundo, falta de ilusi¨®n en lo que se hace y sensaci¨®n de verse superado por las responsabilidades. Muchas personas pueden estar quemadas en el trabajo, pero eso no significa que padezcan este s¨ªndrome. Solo si identificamos anticipadamente las situaciones que nos conducen a sufrirlo, tendremos probabilidades de evitarlo. Veamos cu¨¢les son sus s¨ªntomas y de qu¨¦ forma podr¨ªamos prevenirlo.
La principal trampa para reconocer que estamos quemados es que nos guste mucho nuestro trabajo o que lo consideremos nuestra vocaci¨®n. Si hemos so?ado toda la vida con ser profesor, consultor o m¨¦dico, ?c¨®mo es posible que ir al trabajo se antoje como escalar el Everest? Se cree que la mayor¨ªa de las personas que sufren burnout tienen una profesi¨®n que ayuda a terceras personas. Si es tu caso, presta atenci¨®n a c¨®mo te encuentras y acepta que te puede suceder.
Una de las maneras de prevenir el desgaste es dedicar tiempo a uno mismo. Un exceso de horas de trabajo, aunque sea por pasi¨®n, y no tener espacios para cuidarse, supone un riesgo importante. Las consecuencias no son inmediatas. Aparecen pasados entre cinco y ocho a?os, seg¨²n los expertos. Se puede evitar con una agenda rigurosa, aunque implique una pausa en aquello que tanto nos gusta hacer.
En segundo lugar, ser muy exigente contigo mismo puede acarrear problemas. La autoexigencia implica m¨¢s y m¨¢s horas de esfuerzo. Esta actitud en s¨ª misma no es perjudicial, el problema surge cuando es excesiva, cuando la necesidad de autoafirmaci¨®n a trav¨¦s de los ¨¦xitos no nos permite una tregua o cuando la propia exigencia nos empuja a buscar la aprobaci¨®n constante de los dem¨¢s. Estas situaciones generan un estr¨¦s a?adido que puede provocar que aparezca el s¨ªndrome.?El ant¨ªdoto es entrenar la mente del aprendiz. Convertir los retos en oportunidades de aprendizaje y no ejercer como jueces de nosotros mismos. Para conseguirlo, la profesora Carol Dweck propone desarrollar la mentalidad de crecimiento. Es decir, esforzarse en la aceptaci¨®n profunda de qui¨¦nes somos sin necesidad de que el resto del mundo apruebe cuanto hacemos.
El tercer inconveniente aparece cuando alcanzas la mediana edad y llevas varios a?os trabajando a un ritmo intenso. El s¨ªndrome del trabajador quemado requiere a?os. El problema es la dificultad de detectarlo anticipadamente. Primero, como hemos visto, porque nos gusta lo que hacemos. En segundo lugar, porque es un tipo de estr¨¦s sigiloso y constante. Cuando entramos en ese ritmo aparece el denominado s¨ªndrome de la rana hervida. Esto es: si una rana est¨¢ en una olla de agua fr¨ªa que se va calentando lentamente, la rana acaba muriendo achicharrada. No es consciente de saltar, aunque pudiera hacerlo. As¨ª act¨²a el estr¨¦s silencioso en nuestra vida.
El ant¨ªdoto significa aprender a decir no, trabajar espacios de relajaci¨®n y desconexi¨®n como el mindfulness o el deporte y repensar por qu¨¦ hacemos lo que hacemos. Si nos dejamos la piel trabajando por los dem¨¢s, por mucho sentido que tenga, pero no nos cuidamos, viviremos en una c¨¢rcel que nos ir¨¢ erosionando. Todos corremos el riesgo de quemarnos en el trabajo, bien porque nos guste mucho lo que hacemos, bien porque nos dediquemos en cuerpo y alma a lo que hacemos perdiendo la noci¨®n de cuidarnos y dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Si esto sucede, a la larga podemos desarrollar el s¨ªndrome de burnout. Sus s¨ªntomas son especialmente perjudiciales para nuestra salud. Est¨¢ en nuestras manos prevenirlo.
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