El hiper¨®nimo municipal enga?oso

Los hiper¨®nimos son, para entendernos, unos sustantivos gen¨¦ricos cuyo significado engloba el de sustantivos espec¨ªficos. Es decir, una especie de palabras grandes en las que caben otras m¨¢s peque?as. Por ejemplo, ¡°casa¡± es el hiper¨®nimo de ¡°piso¡±, ¡°chal¨¦¡±, ¡°apartamento¡± o ¡°mansi¨®n¡±. ¡°?rbol¡± es el hiper¨®nimo de ¡°roble¡±, ¡°pino¡± o ¡°casta?o¡±. ¡°Animal¡± es el hiper¨®nimo de ¡°gato¡±, ¡°vaca¡± o ¡°cocodrilo¡±.

Este tipo de t¨¦rminos abarcantes adquieren una gran utilidad cuando no disponemos de informaci¨®n precisa o desconocemos c¨®mo se denomina un individuo de los englobados por ellos. Si no sabemos que un endrino es un endrino, decimos ¡°¨¢rbol¡± y santas pascuas.

Las palabras grandes pueden alterar la importancia de algo. Si prometemos a un ni?o regalarle ¡°un animalito¡±, el ni?o se imaginar¨¢ tal vez un perro; y si le entregamos una sardina, no podr¨¢ alegar que le hemos mentido. Sin embargo, sus expectativas razonables habr¨¢n quedado defraudadas.

Dentro de ¡°regalo¡± caben un Ferrari, una escoba, una camiseta o un peine. Si alguien regala a otra persona una escoba, una camiseta y un peine en una misma semana, podr¨¢ decir a quien reciba tales muestras de cari?o ¡°te he colmado de regalos¡±. Del mismo modo que quien reciba un Ferrari puede protestar: ¡°S¨®lo me ha hecho un regalo en su vida¡±.

Los negociadores pol¨ªticos de estas semanas han acudido en sus ofertas a los hiper¨®nimos, y lo sucedido nos sirve de ense?anza para nuestra vida cotidiana; para aprender que conviene huir de lo general y exigir lo preciso.

El Partido Popular ofreci¨® a Vox ¡°concejal¨ªas de gobierno¡± en Madrid. Y los de Vox imaginaron que eso significaba obtener concejal¨ªas de primera divisi¨®n (Hacienda, Cultura, Urbanismo¡­). Pero, seg¨²n el PP, las presidencias de juntas de distrito son tambi¨¦n concejal¨ªas de gobierno porque forman parte de los ¡°¨®rganos superiores¡± del Ayuntamiento (art¨ªculo 7 del reglamento org¨¢nico del Gobierno y la Administraci¨®n del Ayuntamiento de Madrid, de 2004).

Otro tanto puede ocurrir con los ¡°altos cargos¡± (pero no ministerios) ofrecidos por el PSOE a Podemos en las conversaciones para la formaci¨®n del Gobierno de la naci¨®n. Un ¡°alto cargo¡± es un secretario de Estado del mismo modo que un animal es un buey; pero un ¡°alto cargo¡± es tambi¨¦n un director de la Autoridad Portuaria del mismo modo que un p¨¢jaro es un ping¨¹ino. Y nunca pensamos en un ping¨¹ino cuando alguien nos habla de p¨¢jaros.

Por eso los hip¨®nimos no protot¨ªpicos (¡°tigre¡± o ¡°perro¡± son hip¨®nimos de ¡°animal¡±) pueden enga?arnos f¨¢cilmente.

Seg¨²n las leyes espa?olas, se considera altos cargos a los ministros, a los secretarios de Estado, los subsecretarios, los delegados del Gobierno, los jefes de misi¨®n diplom¨¢tica, los secretarios generales t¨¦cnicos, los directores generales y asimilados, los directivos de las empresas p¨²blicas, los directores generales de las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social; los responsables del Consejo Econ¨®mico y Social¡­ Un porr¨®n de gente.

As¨ª que ante estos juegos de hip¨®nimos e hiper¨®nimos, ante tanta ambig¨¹edad verbal, cabe esperar que todos tomemos conciencia de que con ellos se puede enga?ar sin mentir. Basta con usar palabras que provoquen en el receptor una idea protot¨ªpica, para luego darle el cambiazo por un elemento insospechado y, sin embargo, englobado en la definici¨®n.