El Vaticano no quiere dialogar sobre g¨¦nero
Un reciente documento de la Iglesia cat¨®lica elude las investigaciones cient¨ªficas sobre sexualidad. Asociaciones cristianas y te¨®logos aperturistas critican la cerraz¨®n
El 10 de junio pasado la Congregaci¨®n para la Educaci¨®n Cat¨®lica hizo p¨²blico un documento titulado Var¨®n y hembra los cre¨®. Para una v¨ªa de di¨¢logo sobre la cuesti¨®n del ¡®gender¡¯ (g¨¦nero) en la educaci¨®n, en el que se sumaba a las condenas contra la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± que vienen haciendo al un¨ªsono, en c¨®mplice alianza y plena sinton¨ªa, los partidos pol¨ªticos de la derecha y de la extrema derecha, la mayor¨ªa de los obispos cat¨®licos del mundo ¡ªincluidos los espa?oles, quiz¨¢ los m¨¢s radicales¡ª, las organizaciones educativas cat¨®licas, las organizaciones provida y un amplio sector de ¡°los evang¨¦licos¡±, preferentemente en Am¨¦rica Latina.
No deja de ser llamativa la coincidencia de opiniones compartidas entre sectores y colectivos con intereses tan aparentemente diferentes. Llama asimismo la atenci¨®n la falta de creatividad en el argumentario y la repetici¨®n mim¨¦tica de los esl¨®ganes. Trat¨¢ndose de una instituci¨®n del m¨¢s alto nivel eclesi¨¢stico como es la Congregaci¨®n para la Educaci¨®n Cat¨®lica, m¨¢ximo ¨®rgano del Vaticano en esta materia, sorprende la pobreza. Todo en el documento es previsible, porque no hay nada nuevo que no hayan dicho las instancias religiosas y pol¨ªticas del arco conservador.
El tono no puede ser m¨¢s alarmista y destructivo. En lo concerniente a la afectividad y a la sexualidad, el documento asevera que nos encontramos ante ¡°una verdadera y propia emergencia educativa¡± y critica aquellos caminos educativos que reflejan ¡°una antropolog¨ªa contraria a la fe y a la justa raz¨®n¡±. El juicio no puede ser m¨¢s descalificador, y ello apelando a la fe cristiana y a la raz¨®n, como si la congregaci¨®n romana tuviera el monopolio. Ciertamente no lo tiene en el terreno de la raz¨®n, que hace varios siglos se independiz¨® de la religi¨®n. Pero tampoco en el de la fe cristiana, que implica plurales y divergentes interpretaciones, todas respetables.
El texto responsabiliza a la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± de contribuir a desestabilizar la familia, vaciarla de su fundamento antropol¨®gico, cancelar la diferencia sexual y la reciprocidad natural entre el hombre y la mujer, y conducir a proyectos educativos que promueven una intimidad afectiva desvinculada de la diversidad biol¨®gica. Sit¨²a a la sexualidad en el centro como elemento b¨¢sico configurador y constitutivo de la personalidad, al tiempo que presenta la diversidad sexual hombre-mujer aneja a la complementariedad de los dos sexos.
Por no consultar a la ciencia ni escuchar a las personas LGBTI, el documento promueve informaciones falsas y rumores
Me parece objetable desde todos los puntos de vista la distinci¨®n, e incluso la contraposici¨®n, que establece entre la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± y las investigaciones sobre g¨¦nero. Resulta cient¨ªficamente indefendible, pedag¨®gicamente desorientadora y te¨®ricamente falsa tal dicotom¨ªa en la que la ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡± es presentada como la imposici¨®n de un pensamiento ¨²nico que determina la educaci¨®n de los ni?os, mientras que considera las investigaciones sobre la forma de vivir la diferencia sexual entre hombre y mujer en las diferentes culturas. En realidad, teor¨ªa de g¨¦nero e investigaciones son inseparables.
Tras las gruesas e infundadas descalificaciones resulta poco cre¨ªble la metodolog¨ªa que se propone en el di¨¢logo sobre el gender, articulada en torno a las actitudes de ¡°escuchar, razonar y proponer¡± para favorecer el encuentro. Pero el contenido constituye una negaci¨®n de dicha metodolog¨ªa; no favorece el encuentro, sino que cierra toda posibilidad del mismo, ya que se orienta a ¡°una educaci¨®n cristiana arraigada en la fe¡±, que ¡°todo lo ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocaci¨®n del hombre¡±. Dentro de este planteamiento tan totalizante no hay posibilidad alguna de di¨¢logo ni encuentro.
El tono y el contenido del texto vaticano llama m¨¢s a la pol¨¦mica que al di¨¢logo, porque m¨¢s que de cuestionamiento, como era de esperar, parte de presupuestos patriarcales y de prejuicios androc¨¦ntricos.
A pesar de estas cr¨ªticas valoro positivamente la propuesta de ¡°una educaci¨®n de ni?os y j¨®venes que respete a cada persona en su particular y diferente condici¨®n, de modo que nadie, debido a sus condiciones personales (discapacidad, origen, religi¨®n, tendencias afectivas, etc¨¦tera), pueda convertirse en objeto de acoso, violencia, insultos y discriminaci¨®n injusta¡±. Pero el respeto en este terreno empieza por reconocer el car¨¢cter cient¨ªfico de la teor¨ªa de g¨¦nero y no descalificarla de entrada calific¨¢ndola de ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, como hace sistem¨¢ticamente el texto vaticano.
Tras la publicaci¨®n de la declaraci¨®n de la congregaci¨®n, se sucedieron las reacciones cr¨ªticas del movimiento cristiano LGTBI, y de algunos te¨®logos especialistas en el di¨¢logo fe-diversidad sexual. La Asociaci¨®n Cristiana Ecum¨¦nica de Madrid (Crismhom) cuestiona el ¡°di¨¢logo¡± que aparece en el t¨ªtulo del documento, pero est¨¢ ausente en el mismo.
No hay di¨¢logo con la psicolog¨ªa, ni la ciencia, como demuestra la ausencia de citas que no sean las del magisterio eclesi¨¢stico en un ejercicio de solipsismo intelectual. Tampoco se escuchan las experiencias de sufrimiento, marginaci¨®n, invisibilidad y verg¨¹enza de las personas LGTBI, ni sus historias de dignidad y liberaci¨®n. No se escucha el grito cada vez m¨¢s fuerte de las personas y comunidades LGTBI cat¨®licas que reclaman, con todo derecho y legitimidad, su reconocimiento de hijas e hijos de Dios, su dignidad de personas bautizadas y miembros del pueblo de Dios.
As¨ª, Crismhom critica la visi¨®n monol¨ªtica y carente de fundamento cient¨ªfico de la declaraci¨®n vaticana. A su juicio es ¡°un triste documento, inmovilista, desinformado, autorreferencial e inane que va a ahondar todav¨ªa m¨¢s la brecha entre la Iglesia y la sociedad, que puede contribuir al rechazo y violencia contra las personas LGTBI, que quiere inducir a la invisibilidad y desconocimiento de la realidad LGTBI en el ¨¢mbito educativo y puede aumentar el sufrimiento de las personas LGTBI cat¨®licas y sus familias¡±.
Cr¨ªticos han sido tambi¨¦n los te¨®logos partidarios de un di¨¢logo respetuoso, comprensivo y acogedor de los sos cristianos con el LGTBI. El jesuita estadounidense James Martin echa en falta el di¨¢logo con cient¨ªficos y psic¨®logos y con las personas LGBTI y subraya la total insensibilidad hacia sus experiencias. Observa que el documento va a ser utilizado por los colectivos cristianos conservadores como ¡°ariete contra las personas transg¨¦nero y como una excusa para argumentar que ni siquiera deber¨ªan de existir¡±.
El director de New Ways Ministry, Francis DeBernardo, ha calificado el texto de ¡°herramienta da?ina¡± porque asocia las minor¨ªas sexuales con el libertinaje sexual, tergiversa y malinterpreta la vida de las personas transg¨¦nero, lesbianas, gais y bisexuales y alienta el odio, el fanatismo y la violencia. Precisamente por no consultar a la ciencia ni escuchar las experiencias de las personas LGTBI, el documento del Vaticano promueve informaciones falsas basadas en mitos, rumores, falsedades y en culturas opresoras y represivas.
El Vaticano cree equivocadamente que el g¨¦nero est¨¢ determinado solo por los genitales visibles, mientras que la ciencia demuestra que ¡°el g¨¦nero tambi¨¦n est¨¢ determinado biol¨®gicamente por la gen¨¦tica, las hormonas y la qu¨ªmica del cerebro, cosas que no son visibles al nacer¡±. En contra de lo que aseveran en Roma, la gente no elige su g¨¦nero, sino que lo descubre a trav¨¦s de sus experiencias.
Juan Jos¨¦ Tamayo dirige la c¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de las Religiones en la Universidad Carlos III. Su ¨²ltimo libro es ¡®Un proyecto de Iglesia para el futuro en Espa?a¡¯ (Editorial San Pablo, 2019).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Opini¨®n
- Ley Identidad g¨¦nero
- Papa Francisco
- Identidad g¨¦nero
- Activismo Lgtbiq
- Legislaci¨®n espa?ola
- Ciudad del Vaticano
- Papa
- Comunidad Lgtbiq
- Derechos civiles
- Activismo
- Clero
- Derechos humanos
- Europa occidental
- Iglesia cat¨®lica
- Sexualidad
- Cristianismo
- Grupos sociales
- Europa
- Religi¨®n
- Educaci¨®n
- Sociedad
- Legislaci¨®n
- Justicia
- Ideas