La azotea de un m¨ªtico edificio de Le Corbusier se transforma en 'batcueva' este verano
El artista californiano Alex Israel celebra as¨ª el 80 cumplea?os del hombre murci¨¦lago en La Cit¨¦ Radieuse de Marsella, y los 30 de la pel¨ªcula 'Batman' de Tim Burton
Hasta finales de agosto, quien visite Marsella en una noche despejada se encontrar¨¢ con algo extra?o en el cielo: una "batse?al" en el edificio proyectado por Le Corbusier, La Cit¨¦ Radieuse. El gesto, que celebra este a?o el 80 cumplea?os del personaje de Batman, convertir¨¢ as¨ª la ciudad portuaria en una especie de Gotham provenzal en los meses estivales. La instalaci¨®n que acoge la azotea del famoso edificio comunal de Le Corbusier y creada por el artista californiano Alex Israel, tambi¨¦n festeja los 30 a?os desde el estreno de la pel¨ªcula de Tim Barton, basada en el personaje de DC Comics.
Adem¨¢s de la batse?al en el cielo, en una de las salas del ¨¢tico del edificio, un espacio muy apropiadamente similar a una (bat) cueva, se expone uno de los coches que se utiliz¨® en la pel¨ªcula, un aut¨¦ntico Batm¨®vil de 1989 que se exhibe en la penumbra y rodeado de humo como de discoteca.
La idea de proyectar la batse?al surgi¨® casi como una broma. Ito Morabito, el dise?ador franc¨¦s multidisciplinar es tambi¨¦n el propietario y principal impulsor del MAMO, el espacio expositivo en la azotea de Le Corbusier. Llevaba tiempo empe?ado en tener a Alex Israel, uno de los artistas m¨¢s buscados por marcas como Louis Vuitton o Rimowa (que patrocina la muestra) para encargarle una intervenci¨®n en el espacio como invitado este verano. Israel primero dijo que no. ¡°Pero puedes hacer lo que quieras¡±, insisti¨® Morabito, que tambi¨¦n responde al nombre de su marca, Ora Ito. ¡°Puedes poner el s¨ªmbolo de Batman sobre Marsella si te da la gana¡±, le dijo. Y con eso se lo gan¨®.
El artista recuerda perfectamente cuando fue a ver la pel¨ªcula a los seis a?os, en un cine de Los ?ngeles. ¡°Fue un momento importante para m¨ª, me di cuenta del potencial de visualizar la fantas¨ªa. Siempre me ha atra¨ªdo el coche, el s¨ªmbolo, el mundo de esa pel¨ªcula. Y es un proceso que he vivido muchas veces, sacando un "prop" o piezas de una pel¨ªcula y recrearlo o alquilarlo, pero nunca lo hab¨ªa hecho a esta escala. Lo m¨¢s complicado fue subir este coche hasta aqu¨ª con una gr¨²a y conseguir permiso de Warner Brothers¡±, se?ala Israel.
Israel ya coloc¨® en una ocasi¨®n reproducciones de las cabezas de la Isla de Pascua sacadas de un almac¨¦n de props a lo largo de la playa de Venice en Los ?ngeles. Adem¨¢s, tiene un proyecto en marcha desde 2010 titulado Property en los estudios de cine, que consiste en alquilar objetos de pel¨ªcula y exponerlos tal cual, como si fuesen esculturas. ¡°Normalmente, las presento as¨ª, como si fuesen objetos de arte, pero en este caso es m¨¢s un ambiente, como un recuerdo o una fantas¨ªa. En la pel¨ªcula, el Batm¨®vil solo se ve en la oscuridad. El que se expone en Marsella no es un coche real, no tiene motor. El sonido sale de un altavoz. Es como el fetiche definitivo para la gente de mi generaci¨®n¡±, explica.
Cemento, leyendas y un crisol de arte contempor¨¢neo
Israel hab¨ªa visto fotos del edificio de Le Corbusier, se?alando que ¡°con todo ese cemento¡±, le hab¨ªa parecido muy Gotham. ¡°Yo conoc¨ªa, como todo el mundo, esa leyenda de Marsella como ciudad muy dura. Me dijeron que en los 60 todos los d¨ªas mor¨ªa alguien en las calles¡±. Al alcalde de Marsella, que le entreg¨® la Medalla de Oro de la ciudad el d¨ªa de la inauguraci¨®n, no le har¨ªa mucha gracia escuchar eso. Esa imagen, que perpet¨²a tambi¨¦n la serie Marseille de Netflix, ya no se corresponde del todo con la realidad de una ciudad, la segunda m¨¢s grande de Francia, problem¨¢tica pero inmersa en un largo proceso de regeneraci¨®n que se apoya entre otras cosas en el arte y la arquitectura.?
Para Morabito, restaurar la azotea de la Cit¨¦ Radieuse y utilizarla como espacio para exposiciones y actos culturales fue algo distinto. Marsell¨¦s de nacimiento, tuvo desde ni?o cierta fascinaci¨®n por el edificio, que se levanta rodeado de pinos en una zona alejada del centro. ¡°Recuerdo que ven¨ªa a dibujarlo cuando estaba en la escuela¡±. Hace diez a?os, el dise?ador que ha firmado proyectos tan diversos como los interiores de las oficinas de LVMH o el metro de Niza, se enter¨® de que la terraza, que incluye una sala y el solario con ducha que Le Corbusier cre¨® para promover la vida urbana al aire libre, estaba en venta. Lo compr¨® y dedic¨® tres a?os a restaurarlo de la mano de la fundaci¨®n que vigila el legado del arquitecto, que se asegur¨® de que se empleaban materiales y t¨¦cnicas como los que se usaron cuando se levant¨® el bloque entre 1947 y 1952.
¡°Descubr¨ª que Le Corbusier hab¨ªa organizado aqu¨ª un festival de arte de vanguardia, que mezclaba m¨²sica, danza y escultura. Pas¨® por ah¨ª todo el mundo. Yves Klein, Dubuffet, Jean Tinguely¡ y quise hacer algo parecido¡±. Rebautiz¨® el espacio como MAMO, por ¡°Marsella¡± y ¡°Modulor¡±, la unidad que invent¨® el arquitecto suizo para concebir sus obras de talla humana. ¡°Yo no soy nada m¨ªstico ¨Cexplica Morabito¨C , pero la manera en la que escojo a los artistas para el MAMO s¨ª es un poco m¨ªstica. Hasta que me obsesiono con alguien no hago una exposici¨®n. Tiene que ser algo que tome mi mente y con lo que no pueda vivir. Daniel Buren no lo quer¨ªa hacer y yo me puse a dormir delante de su casa hasta que me dijo que s¨ª¡±.
Finalmente, el artista conceptual franc¨¦s s¨ª instal¨® en 2014 una serie de paneles multicolor y varios elementos geom¨¦tricos que respond¨ªan a los famosos colores del edificio, que Le Corbusier tom¨® prestados de Mondrian. El artista Olivier Mosset tambi¨¦n ha creado obras espec¨ªficas para el MAMO, llevando a la azotea de la Cit¨¦ Radieuse una de sus Harley Davidson. Si Dan Graham se encarg¨® de instalar unos pabellones transparentes que alteraban la espectacular vista de Marsella que hay desde la terraza; Felice Varini, se atrevi¨® a pintar el gris del cemento con rojos y amarillos que generaban ilusiones ¨®pticas.
Hace dos a?os, Jean Pierre Raynaud coloc¨® en la terraza una enorme flecha se?alando al interior, donde se expon¨ªan algunas de sus obras m¨¢s famosas. ¡°La flecha dice ¡®aqu¨ª est¨¢ pasando¡¯ pero tambi¨¦n ¡®¨¦ste soy yo yo¡¯, es uan forma aceptable de vanidad, no de pretensi¨®n¡±, se explic¨® se?alando que, de no activar esa forma de ego, el edificio es tan potente que se come a la obra.
¡°Todos los artistas que han expuesto en el MAMO hasta ahora eran mayores, veteranos. Alex es el primer joven. Lo puede hacer porque tiene una identidad muy fuerte, un universo propio¡±, dijo Morabito sobre Israel, que se dio a conocer con su serie de v¨ªdeos titulados As It Lays, en los que entrevista a personalidades de Los ?ngeles haci¨¦ndoles preguntas aparentemente absurdas. En las sillas del programa de Oprah que Israel consigui¨® en una subasta y que utiliza para su falso talk show se han sentado personalidades desde Gwyneth Paltrow a Kris Jenner.
Durante el resto del verano, convivir¨¢n con el Batm¨®vil los cientos de vecinos que todav¨ªa residen en lo que Le Corbusier defini¨® como ¡°una m¨¢quina para vivir¡±. Si quieren, pueden pasar semanas sin salir del edificio. Dentro hay una guarder¨ªa, una peque?a piscina, un caf¨¦-restaurante, una sala para dibujo, una biblioteca y varias tiendas, muchas de ellas propiedad de fan¨¢ticos del dise?o y la arquitectura que tambi¨¦n viven entre sus anchos pasillos. Hay incluso un hotel, llamado, c¨®mo no, Le Corbusier, en el que cualquiera puede alojarse para vivir una inmersi¨®n total en el Movimiento Moderno.
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