La negociaci¨®n sin fin de Carmen Thyssen y sus problemas fiscales
La baronesa, preocupada por sus finanzas y la deuda de su hijo con Hacienda, firma nueva pr¨®rroga por su colecci¨®n de arte
Como una met¨¢fora de la vida laboral, Carmen Thyssen no acaba de firmar con el Estado un contrato fijo. Son ya cerca de diez las pr¨®rrogas que la baronesa extiende en un sine die inquietante sobre su colecci¨®n de arte y que var¨ªan desde 2016 entre seis y tres meses. Est¨¢ en juego un lote de unas 430 obras ¡ªde las cerca de mil en total¡ª que el ministerio de Cultura quiere atar por al menos 15 a?os y que la propietaria se resiste a depositar a tan largo plazo.
No teman. No es el museo Thyssen lo que est¨¢ en juego. Aquello ya se pag¨®: 264 millones de euros en 1993 por 775 piezas que se quedar¨¢n en Espa?a para siempre. S¨ª lo est¨¢, en cambio, la colecci¨®n particular de la baronesa, que sin duda complementa lo que ya pertenece al Estado con obras de Matisse, Picasso, Canaletto, Rodin o Gauguin y que fueron depositadas de manera gratuita en la pinacoteca madrile?a del Paseo del Prado. Ella pretende cederlas por un nuevo acuerdo econ¨®mico. Tambi¨¦n poder vender alguna de las obras cuando se le presenten problemas de liquidez, como ha admitido en declaraciones a este peri¨®dico.
Y adem¨¢s, que no le cruja Hacienda. Ese era el punto caliente que evit¨® el acuerdo en tiempos del PP: una lucha sin cuartel y a cara de perro con el ministro Crist¨®bal Montoro. Carmen Thyssen quiso utilizar su colecci¨®n como moneda de cambio para llegar a buenos t¨¦rminos con el fisco. Entonces, en el Gobierno anterior hab¨ªa quien jugaba el papel de poli bueno ¡ªel entonces ministro de Educaci¨®n y Cultura, ??igo M¨¦ndez de Vigo¡ª y poli malo, el propio Montoro. Un rol que, sin duda, ¨¦l disfrutaba y puso patas arriba al sector cultural durante la ¨¦poca de la austeridad.
Quedaron en tablas. Nadie daba su brazo a torcer. Ella amagaba con que ten¨ªa muchos pretendientes en el extranjero ¡ª"al menos cinco", nos dijo entonces¡ª y en los despachos de cultura se re¨ªan por lo bajinis, pero le segu¨ªan el juego. Tanto antes como ahora, desde Cultura aseguraban no saber en qu¨¦ t¨¦rminos deseaba quedar ella con Hacienda. Lleg¨® el PSOE y con ello una pieza clave para calmar los ¨¢nimos: Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno. Calvo y la baronesa mantienen una muy buena relaci¨®n desde que la primera fuera ministra de Cultura con el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.
Resolver el acuerdo
Con su poder real dentro del nuevo ejecutivo, la mujer m¨¢s pr¨®xima a Pedro S¨¢nchez vino a decir nada m¨¢s llegar a Moncloa: resu¨¦lvase. Y el actual ministro de Cultura, Jos¨¦ Guirao, fino estilista diplom¨¢tico en la gesti¨®n cultural y viejo zorro en el ¨¢mbito del arte, se ha puesto las pilas. Seg¨²n fuentes de su ministerio, si no se ha firmado el acuerdo definitivamente antes de que entrara en vigor el uno de julio la nueva pr¨®rroga, ha sido porque el Gobierno anda en funciones. Dan a entender que, en cuanto se produzca la investidura ¡ª?qui¨¦n apuesta hoy por ello?¡ª se firmar¨¢n los papeles correspondientes.
Avances se han producido. La baronesa ha dejado de amagar con llevarse su colecci¨®n fuera y ya no ve bestias negras en contra suya dentro del Consejo de Ministros. Atr¨¢s han quedado los d¨ªas en que, como admiti¨® a EL PA?S, se sent¨ªa m¨¢s que dolida, "ofendida". Tanto ella como su hijo Borja han fortalecido lazos y estrategia con vista a resolver su situaci¨®n econ¨®mica. Hasta ahora han prestado los cuadros gratis. Pero ya no. ¡°Mi hijo y yo hicimos entonces el sacrificio para que se quedara en Espa?a. Ahora no nos lo podemos permitir con cuatro hijos que tiene ¨¦l y dos yo¡±, asegura.
Impacto econ¨®mico
A la cuesti¨®n de poder vender cuando le convenga, ella lo llama movilidad de los cuadros: un eufemismo que sorprende en quien suele hablar claro. Carmen Thyssen valora su tesoro en mil millones de euros. En las negociaciones que tuvieron lugar en la etapa del PP estaban implicados el Ministerio de Cultura y Deporte, la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza, la Direcci¨®n General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural y el Ministerio de Hacienda, junto a ella y Borja Thyssen.
Seg¨²n la baronesa, la colecci¨®n aporta ocho millones de euros como impacto econ¨®mico a Madrid y cuenta con su prestigio ganado por todo el mundo. ¡°He hecho 47 exposiciones temporales con ella. Ha viajado por todas partes. Fui pionera en China. He abierto un museo en Andorra del que se ha dicho que est¨¢ entre los diez que merece la pena visitar en el mundo. S¨¦ c¨®mo se monta una pinacoteca y c¨®mo se dirige. Me gusta, aunque coleccionar supone mucho sacrificio. Podr¨ªa vivir muy tranquila si no coleccionara. Hay muchos pa¨ªses en el mundo que abren museos. Pero una cosa es tener el contenido y otra el continente. Yo tengo el contenido, sobre todo. Y por eso me puedo permitir el lujo de abrir museos¡±. Genio y figura.
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