Obligados a vivir

La muerte del tetrapl¨¦jico franc¨¦s Vincent Lambert ha puesto fin a una larga y dura batalla judicial que ha enfrentado a los miembros de su familia y le ha mantenido con vida durante a?os, tras sufrir un grave accidente en 2008, pese a que su caso reun¨ªa los requisitos legales para desconectar los soportes mec¨¢nicos que le manten¨ªan en un estado vegetativo sin esperanza de recuperaci¨®n. El caso se ha convertido en un s¨ªmbolo dram¨¢tico de la falta de regulaci¨®n del derecho a morir. La vida de Lambert se apag¨® finalmente seis a?os despu¨¦s de que fuera desconectado por primera vez. La oposici¨®n de los padres, miembros de una corriente muy tradicionalista de la Iglesia cat¨®lica, logr¨® que un tribunal paralizara en dos ocasiones la retirada de los soportes vitales, la ¨²ltima el 20 de mayo. Siempre ha sido por razones formales, pues todos los tribunales, incluido el de Estrasburgo, hab¨ªan amparado la decisi¨®n de su esposa y tutora legal de dejarle morir y no persistir en un obstinamiento terap¨¦utico completamente in¨²til.

Mientras en B¨¦lgica, Holanda y Suiza se aplica con normalidad y sin que se hayan detectado abusos las leyes que regulan la eutanasia o el suicidio asistido, en los pa¨ªses donde se siguen penalizando se suceden los casos de enfermos condenados a seguir viviendo entre grandes sufrimientos. Cada vez es m¨¢s frecuente que enfermos todav¨ªa v¨¢lidos, pero aquejados de una enfermedad neurodegenerativa irreversible, se suiciden cuando todav¨ªa querr¨ªan vivir por miedo a no poderlo hacer m¨¢s tarde, cuando pierdan la capacidad de valerse por s¨ª mismos. Cada d¨ªa emerge con m¨¢s fuerza una realidad que requiere de una legislaci¨®n que reconozca el derecho a morir y a recibir ayuda m¨¦dica para hacerlo.

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Ayuda para morir

La eutanasia, a debate

El pasado viernes se entreg¨® en el Congreso de los Diputados un mill¨®n de firmas recogidas mediante tres iniciativas ciudadanas para pedir que se aborde de una vez la despenalizaci¨®n de la eutanasia. Los promotores piden tambi¨¦n que la Fiscal¨ªa no presente cargos contra ?ngel Hern¨¢ndez por haber facilitado a su esposa, Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, con una esclerosis m¨²ltiple muy avanzada, el c¨®ctel de f¨¢rmacos que acab¨® con su vida. Pese a que acredit¨® en un v¨ªdeo la petici¨®n de su esposa, Hern¨¢ndez est¨¢ imputado en un juzgado de violencia de g¨¦nero.

Cada d¨ªa resulta m¨¢s urgente que el legislador afronte una realidad desatendida por la presi¨®n de una minor¨ªa que pretende imponer al conjunto de la sociedad sus creencias religiosas. Hace ya a?os que las encuestas muestran una amplia y persistente mayor¨ªa social, transversal a todas las ideolog¨ªas, favorable a la despenalizaci¨®n de la eutanasia en determinados supuestos. La ¨²ltima, realizada en el Pa¨ªs Vasco, indica que el 86% de los ciudadanos est¨¢ a favor de regular el derecho a morir.

El PSOE present¨® en 2018 una proposici¨®n de ley que decay¨® con la convocatoria de elecciones despu¨¦s de que Ciudadanos bloqueara su tramitaci¨®n en la Mesa del Congreso. Casos como el de Mar¨ªa Jos¨¦ Carrasco, Vincent Lambert o el de Antoni Monguilod, que sufre Parkinson avanzado y pide morir para ¡°dejar de padecer y hacer padecer¡±, son solo la parte visible de una situaci¨®n que obliga a muchos enfermos a vivir contra su voluntad. Los representantes de los ciudadanos no pueden seguir ignorando una demanda social tan extensa y compartida. La Constituci¨®n defiende el derecho a la vida, pero no obliga a vivirla con sufrimiento y desesperanza.