Vamos a oprimir nosotros
En vista de que la RAE no se pliega a ninguna presi¨®n autoritaria, son numerosas las instituciones que intentan legislar y censurar por su cuenta
NOS HARTAMOS de repetirlo todos sus miembros, del m¨¢s veterano al m¨¢s reciente: la Real Academia Espa?ola o RAE no manda ni impone nada; no obliga, proh¨ªbe, castiga ni multa. No est¨¢ facultada para hacerlo y adem¨¢s no quiere. Es probablemente la instituci¨®n m¨¢s liberal de cuantas hay en este pa¨ªs profundamente antiliberal. A lo sumo recomienda, orienta, aconseja, avisa de que tal o cual t¨¦rmino son peyorativos o vulgares o despectivos. Indica simplemente lo que es correcto gramatical, sint¨¢ctica y ortogr¨¢ficamente, pero nadie se ve forzado a hablar ni a escribir seg¨²n esa correcci¨®n, que ni siquiera dicta la propia RAE, sino el uso centenario de la lengua. Si no hay un m¨ªnimo acuerdo b¨¢sico, no nos entender¨ªamos y el idioma se tornar¨ªa inservible. Aun as¨ª, cada cual es libre de decir y escribir lo que quiera y como quiera, de emplear el vocabulario que le plazca, desde el exquisito hasta el malsonante y soez. Eso no est¨¢ penado todav¨ªa, por fortuna. Sin embargo, demasiada gente pretende lo contrario, que la RAE ejerza de polic¨ªa, que censure el diccionario, que elimine palabras o acepciones, que a?ada otras a capricho de cada colectivo o individuo con ¨ªnfulas, que se dedique a una labor represiva. Como si tuviera capacidad o voluntad para ello; no las tiene en absoluto.
En vista, as¨ª pues, de que la RAE no se pliega a ninguna presi¨®n autoritaria, son numerosas las instituciones que intentan legislar y censurar y reprimir por su cuenta. Son conocidas, por ejemplo, las directrices que con frecuencia lanzan la Junta de Andaluc¨ªa o Comisiones Obreras, y aun el Congreso, que decidi¨® que los castellanohablantes ten¨ªamos que decir Girona, Lleida y A Coru?a, aunque vini¨¦ramos llamando secularmente a esas ciudades Gerona, L¨¦rida y La Coru?a. Ninguna instituci¨®n posee la menor autoridad para dictaminar nada ¡ªa¨²n menos para imponer¡ª en materia de lengua. Pero todas se la arrogan con intolerables intrusi¨®n y soberbia.
Ahora se ha ido a¨²n m¨¢s lejos, por parte de Ada Colau y su Ayuntamiento de Barcelona, que han impreso 62.000 ejemplares de una Gu¨ªa de Comunicaci¨®n Inclusiva para construir un mundo m¨¢s igualitario (menudas pretensiones). Est¨¢ destinada sobre todo a las empresas que aspiren a contratar o a concursar, a trabajar con dicho Ayuntamiento. El paso m¨¢s lejos consiste en que aqu¨ª se obliga a tales empresas a utilizar los vocablos est¨²pidos y rid¨ªculos que se les han ocurrido a Colau y a su equipo. Y, si no se someten, se las castiga priv¨¢ndolas de oportunidades y beneficios. Eso s¨®lo lo hacen las dictaduras m¨¢s intransigentes: en el III Reich, si alguien saludaba con ¡°Buenos d¨ªas¡± o ¡°Alabado sea Dios¡± (un religioso) en vez de con el preceptivo ¡°Heil Hitler!¡±, se lo multaba o deten¨ªa por ¡°desafecto¡±. Y una vez detenido en aquel r¨¦gimen, uno pod¨ªa acabar r¨¢pidamente en una fosa¡ Una de las ¨®rdenes m¨¢s pintorescas de esta Gu¨ªa de Colau es que se eviten t¨¦rminos como ¡°demente¡±, ¡°loco¡± o ¡°trastornado¡±, as¨ª que no s¨¦ c¨®mo decir que el panfleto en cuesti¨®n me parece obra de dementes, locos y trastornados. Seg¨²n ¨¦l, ¡°no hay nadie normal, sino que todo el mundo es diferente¡±. No se debe decir ¡°estoy depre¡± porque eso trivializa la depresi¨®n, sino ¡°tengo el d¨ªa triste¡±. Seg¨²n ¨¦l, ¡°las razas no existen, el racismo s¨ª¡±, que viene a ser tan estulto y ¡ªs¨ª¡ª trastornado como afirmar que ¡°no existen los machos, el machismo s¨ª¡±, o que ¡°los sexos no, el sexismo s¨ª¡±. Seg¨²n ¨¦l, el desdoblamiento hoy tan pelmazo (¡°los trabajadores y las trabajadoras¡±) tambi¨¦n es ¡°excluyente¡±, porque ¡°excluimos a las personas que no se identifican como hombre o mujer¡±. No hay que hablar de ¡°madres solteras¡±, pues puede resultar discriminatorio mencionar el estado civil ¡°cuando la persona no tiene pareja¡±. ¡°Abuelo, abuela¡± son inadmisibles como apelativos ir¨®nicos o cari?osos, ya que muchas ¡°personas mayores¡± carecen de progenie. Y nada de ¡°cambio de sexo¡±, eso se llama ¡°operaciones de afirmaci¨®n de g¨¦nero¡± (cuando en espa?ol ¡°g¨¦nero¡± y ¡°sexo¡± no son, o no sol¨ªan ser, sin¨®nimos). Olv¨ªdense de la milenaria pero ¡°irrespetuosa¡± ¡°hermafrodita¡±, de ¡°minusv¨¢lido¡±, ¡°inv¨¢lido¡±, ¡°cojo¡±, ¡°sordo¡±, ¡°ciego¡± y hasta ¡°invidente¡±. Todos esos son ¡°personas con discapacidad f¨ªsica¡± o ¡°con movilidad reducida¡± o ¡°con ceguera¡±. Francamente, entre ¡°ciego¡± y ¡°con ceguera¡± veo la misma diferencia que entre ¡°inteligente¡± y ¡°con inteligencia¡±; claro que este ¨²ltimo concepto le es desconocido a Colau, no la ha tocado jam¨¢s. Para ella y su equipo es insultante decir que uno ¡°compra en un chino¡± o ¡°en el paki¡±, y proponen algo tan inespec¨ªfico como ¡°comprar en la tienda¡± (se han roto el cerebro). Ignoran que ¡°moro¡± y ¡°mauritano¡± (condenan la primera palabra y predican la segunda) significan exactamente lo mismo. Abst¨¦nganse ustedes de espetarle a nadie ¡°Que te den¡± e incl¨ªnense por el vetusto ¡°A fre¨ªr esp¨¢rragos¡±; y nada de ¡°mariconadas¡±, sino ¡°tonter¨ªas¡± (otra vez rotos los sesos). Inaceptables ¡°inmigrantes¡± y ¡°emigrantes¡±, son todos ¡°migrantes¡±, como las aves. La Gu¨ªa es un inagotable y fascinante compendio de imbecilidades. B¨²squenla y d¨ªganme si es obra de gente cuerda, tolerante, democr¨¢tica, ¡°igualitaria¡± y respetuosa de las libertades. El lema parece ser: ¡°Si la RAE no oprime, que le den. Vamos a oprimir nosotros¡±.
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