Batalla final para construir el telescopio gigante en Haw¨¢i... o en Canarias
El gobernador del archipi¨¦lago del Pac¨ªfico declara el estado de emergencia por las protestas de los nativos contra las obras del TMT en una monta?a sagrada
"Solo tendr¨ªamos el telescopio si se crea un caos all¨ª", reconoc¨ªa hace unos meses a EL PA?S el director del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias, Rafael Rebolo. Se refer¨ªa a la instalaci¨®n del Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en ingl¨¦s), el que ser¨¢ el mayor del hemisferio norte en cuanto se construya. El plan original es levantarlo en Haw¨¢i. Y el plan B, en caso de que llegue ese caos, es la isla de La Palma (Canarias), uno de los mejores puntos para la observaci¨®n astron¨®mica del planeta. Justo en estos d¨ªas se est¨¢ siguiendo con atenci¨®n en Canarias lo que sucede en Haw¨¢i, donde las autoridades han dado orden de empezar la construcci¨®n del TMT. All¨ª, el colectivo de activistas nativos se opone frontalmente a esta obra y ya consigui¨® frenarla en 2015; ahora, tratan de crear esa situaci¨®n insostenible que obligue a llevar los b¨¢rtulos a La Palma. Aunque, como insiste Rebolo, "el caos no se lo deseo a nadie".
Los nativos tumbaron el proyecto de 1.200 millones en 2015. Ahora han perdido apoyo, pero el consorcio cient¨ªfico no puede esperar m¨¢s
Pocos pedazos de tierra nos acercan tanto a las estrellas como la cumbre del Mauna Kea, el gigantesco volc¨¢n que reina en la isla de Haw¨¢i. Pero hasta esa plataforma astral hay que llegar por una carretera zigzagueante, que ahora ha sido cortada en la base por los kia'i, protectores de la monta?a, lugar sagrado de los nativos. En primera l¨ªnea de defensa han colocado a los k¨±puna, los ancianos, que el mi¨¦rcoles pasado fueron arrestados (33 en total, muchos en sillas de ruedas) tras tres d¨ªas de tensiones. Para los nativos hawaianos, las cumbres de sus islas son sagradas, y m¨¢s la de Mauna Kea, la m¨¢s alta (4.200 metros), que es algo as¨ª como el Olimpo de sus dioses. Hasta su cima no pod¨ªan ascender m¨¢s que los ali'i, la casta dirigente, hasta que llegaron los europeos.
Desde hace unos d¨ªas, al Mauna Kea no pueden subir ni los nativos, porque el gobernador David Ige ha cerrado la carretera al p¨²blico. Tampoco los propios cient¨ªficos que trabajan en los observatorios, para evitar problemas con el millar de manifestantes que cortan el paso m¨¢s abajo. El mi¨¦rcoles, a pesar de los m¨¦todos de resistencia pac¨ªfica de los k¨±puna, Ige declar¨® el estado de emergencia para dar m¨¢s facilidades a las fuerzas del orden para actuar: la polic¨ªa y los soldados desarmados de la Guardia Nacional. Todav¨ªa no han empezado a trasladar hasta all¨ª los materiales de construcci¨®n. En abril de 2015, tras varios meses de luchas y detenciones, las autoridades claudicaron. Adem¨¢s, se demostr¨® que, al margen de la oposici¨®n espiritual, los organismos cient¨ªficos no ten¨ªan los papeles en regla. Pero ahora ya se ha solucionado el papeleo y el consorcio del TMT (del que forman parte varias universidades y seis pa¨ªses) cuenta con todos los permisos para construir.
En cuanto se conoci¨® el bloqueo hawaiano, Rebolo comenz¨® a trabajar intensamente para conseguir atraer el TMT a su observatorio palmero. Consigui¨® vencer a los competidores (M¨¦xico y Chile) y las reticencias de los miembros del consorcio, a quienes convenci¨® de la calidad de los cielos, de la preparaci¨®n t¨¦cnica y de las facilidades econ¨®micas que se encontrar¨ªa en Canarias. Incluyendo un par de viajes a Jap¨®n (pa¨ªs miembro del TMT, junto con Canad¨¢, India, China y las universidades de Haw¨¢i, California y Caltech), el consorcio eligi¨® La Palma como su plan alternativo si no consiguen poner en marcha este a?o la instalaci¨®n en Mauna Kea. En esa isla canaria se encuentra el GTC, el mayor telescopio de ese tipo (de diez metros), que justo ahora cumple una d¨¦cada en marcha.
El director ejecutivo del TMT,?Ed Stone, public¨® el viernes una declaraci¨®n en la que defend¨ªa que hab¨ªan trabajado "mucho y muy duro" para cumplir con todas las leyes y para desarrollar la comprensi¨®n de la comunidad. "Estamos y hemos estado preparados para acceder al sitio, pero nuestros derechos legales de acceso han sido bloqueados", a?ad¨ªa. "Es una situaci¨®n muy dif¨ªcil y urgente para nosotros". El tiempo corre en contra del TMT, una gigantesca instalaci¨®n de 18 plantas de altura, que lleva un lustro de retraso mientras futuros rivales ¡ªcomo el ELT, Telescopio Extremadamente Grande, del?Observatorio Europeo del Sur¡ª?ya se est¨¢n construyendo. El TMT supone una inversi¨®n directa de 1.200 millones de euros y cientos de puestos de trabajo durante d¨¦cadas: la construcci¨®n tardar¨¢ diez a?os en completarse y puede tener una vida ¨²til de 50 o 60. El telescopio ser¨¢ diez veces m¨¢s sensible que los observatorios actuales y proporcionar¨¢ im¨¢genes doce veces m¨¢s n¨ªtidas que el telescopio espacial Hubble, permitiendo a la ciencia asomarse hasta los inicios del universo.
Una minor¨ªa ruidosa
En 1959, el mismo a?o en que Haw¨¢i perdi¨® su soberan¨ªa definitivamente para convertirse en un Estado m¨¢s de EEUU, los cient¨ªficos estadounidenses certificaban que esas cumbres eran id¨®neas para la exploraci¨®n del espacio. Desde 1967, en que comenz¨® a construirse el primero, se han alzado all¨ª 13 telescopios, entre los m¨¢s potentes del mundo. Las autoridades cient¨ªficas y pol¨ªticas aceptaron recientemente desmantelar algunos de estos aparatos a cambio de rebajar la tensi¨®n con los nativos. Los ¨²ltimos a?os han sido un permanente acto de contrici¨®n para curar las heridas abiertas. Pero la tensi¨®n al pie del Mauna Kea es muy similar a la que se vivi¨® en 2014, cuando se tumb¨® la primera orden de construcci¨®n.
Los opositores del colectivo nativo plantean la controversia como un asunto de vida o muerte de su comunidad, despu¨¦s de un gran listado de agravios sufridos. El actor hawaiano Jason Momoa (Aquaman, Juego de tronos), muy activo contra el TMT, publicaba estos d¨ªas en sus redes un v¨ªdeo que mostraba la construcci¨®n del telescopio como el ¨²ltimo eslab¨®n de una serie de atropellos coloniales en el archipi¨¦lago. Es lo que sienten muchos de los activistas que han subido a defender su monta?a sagrada. "Esto es sobre nuestro derecho a existir, de la forma en que existieron nuestros k¨±puna. No tenemos alternativa. Luchamos, existimos; nos mantenemos firmes o desaparecemos para siempre", areng¨® a los manifestantes uno de sus l¨ªderes, Kahookahi Kanuha.
There is something special and powerful happening in America.
— Alexandria Ocasio-Cortez (@AOC) July 19, 2019
From PR?? to Hawaii, people are coming together to protect their dignity, rights, + sacred land w massive, peaceful, collective action.
It is something to behold.
Hawaii Community Bail fund: https://t.co/0mGRepaRR7 https://t.co/FFe0RuI41H
Aquaman no es el m¨¢s importante de los apoyos que los autodenominados kia'i han encontrado en esta primera l¨ªnea de resistencia. El precandidato a la presidencia de EE UU, el senador dem¨®crata Bernie Sanders, public¨® en Twitter unas frases de solidaridad: "Estoy junto a los nativos hawaianos que se est¨¢n manifestando pac¨ªficamente para proteger su monta?a sagrada de Mauna Kea". Posteriormente, borr¨® el tuit, pero entonces public¨® otro la popular congresista dem¨®crata Alexandria Ocasio-Cortez. "Algo poderoso est¨¢ sucediendo en EE UU", dijo la pol¨ªtica, "la gente se une para proteger su dignidad, derechos y tierra sagrada con una acci¨®n masiva, pac¨ªfica y colectiva".
Como en toda controversia compleja ¡ªata?e a heridas hist¨®ricas, identidades, derechos de las minor¨ªas, progreso y ciencia¡ª los bandos no est¨¢n tan claros como podr¨ªa pensarse. Cientos de astr¨®nomos han firmado contra la criminalizaci¨®n de los nativos y una mayor¨ªa de nativos est¨¢ por la construcci¨®n del TMT, seg¨²n las encuestas. El 72% de los nativos hawaianos est¨¢ a favor del TMT, seg¨²n un sondeo de 2018, cuando en 2016 esa opci¨®n solo representaba el 39%. El apoyo general de la poblaci¨®n del Estado tambi¨¦n ha crecido en ese periodo, pasando del 67% al 77%. La promesa de inversiones, de respeto al entorno y el intento de apostar por puestos de trabajo m¨¢s all¨¢ del surf y la playa parecen haber convencido a algunos detractores.
No obstante, unos cientos de manifestantes lograron quebrar la voluntad de las autoridades en abril de 2015. El caos que, de volver a repetirse, llevar¨ªa el TMT a Canarias. Porque sus impulsores no pueden esperar m¨¢s.
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