La hija de Mario Conde recuerda los momentos m¨¢s traum¨¢ticos de su vida

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Cuando el 28 de diciembre de 1993 cay¨® el mito de Mario Conde, quien hab¨ªa sido el banquero de moda y el s¨ªmbolo de triunfador en la Espa?a de los a?os ochenta, su familia se tambale¨®. El esc¨¢ndalo del caso Banesto, el largo proceso que sigui¨® despu¨¦s y finalmente el encarcelamiento del cabeza de familia?por apropiaci¨®n indebida, estafa y falsedad, aparej¨® una condena de 20 a?os para el exbanquero, quien ingres¨® en la c¨¢rcel de Alcal¨¢ Meco en 1998 y hasta 2005 no obtuvo el tercer grado que le permit¨ªa salir diariamente de prisi¨®n y pasar los fines de semana en libertad.

En ese tiempo la vida de su familia no result¨® sencilla. Su esposa, Lourdes Arroyo, y sus dos hijos, Mario y Alejandra, se refugiaron en el silencio y en los amigos. En octubre de 2007 Lourdes Arroyo falleci¨® despu¨¦s de una larga enfermedad, y el silencio de la familia continu¨®. No as¨ª el del banquero, que siempre proclam¨® su inocencia y trat¨® de justificar los actos que le condenaron a prisi¨®n. En abril de 2016 volvi¨® a ser encarcelado acusado de traer a Espa?a 13 millones de euros escondidos en para¨ªsos fiscales y en esa causa, que finalmente fue archivada por el juez Santiago Pedraz, se vieron implicados sus hijos, Mario y Alejandra, y el marido de esta.

Ahora Alejandra Conde ha decidido abrirse respecto a algunos de los peores momentos de su agitada vida como hija de Mario Conde y aparece junto a ¨¦l en la portada de la revista Vanity Fair, donde ha desgranado algunos de sus recuerdos. Entre ellos el momento en el que ella misma fue detenida en 2016: "Lo recuerdo con tristeza por las circunstancias que lo rodearon", explica en referencia a que cuando fue considerada codirectora de la trama pudo evadir la prisi¨®n a cambio de un arresto domiciliario que el juez Pedraz consider¨® oportuno debido a que uno de sus hijos, que entonces ten¨ªa nueve a?os, se encontraba muy enfermo. "Tengo muchas cosas que agradecerle al juez", afirma Alejandra Conde.?

Tambi¨¦n cuenta c¨®mo fue su vida durante los ocho meses que dur¨® la causa hasta que se orden¨® el cierre definitivo de la misma: se aisl¨®, intentaba no ver las noticias, se centr¨® en sus hijos y en el deporte. "El deporte me ayud¨® mucho", explica en la revista. "Era lo que consegu¨ªa parar mi mente". Pero lo que no olvida es el que califica como el momento m¨¢s duro de su vida: la muerte de su madre. "Es lo m¨¢s triste que he vivido, mucho m¨¢s que el ingreso de mi padre en la c¨¢rcel. (...) Ella tuvo que vivir sus ¨²ltimos a?os con mi padre en la c¨¢rcel", declara.

A pesar de estas palabras, la complicidad con Mario Conde se mantiene intacta. "Mi infancia fue buena, tuve suerte". Reconoce que le daba verg¨¹enza llegar a los sitios y que mucha gente mirara a su progenitor en sus momentos ¨¢lgidos de fama, pero tambi¨¦n asegura que "siempre lo he llevado bien. Nunca me he sentido superior". "Yo le creo a ¨¦l", afirma sin un atisbo de duda. "Me dijo que no hab¨ªa nada. Cuando intervinieron Banesto, tambi¨¦n me pidi¨® que confiara en ¨¦l. Hasta hoy. Jam¨¢s he dudado".