Ojos de felino y una flecha a modo de nariz, as¨ª se ve a s¨ª mismo Miguel Bos¨¦
ESTA ES LA HISTORIA de c¨®mo el dibujo de una cabeza de patata con tres pelos se convierte en el vivo reflejo de una estrella. Bos¨¦ posa para la c¨¢mara con el mismo descaro que dibuja. Tiene el control absoluto de su imagen. Con soltura, pinta dos discretas orejas y un espigado cuello como soporte para su carism¨¢tico tub¨¦rculo, al que viste con camisa cerrada hasta el gaznate. Contin¨²a el espect¨¢culo con el trazo de un sofisticado pico de viuda dedicado a las entradas que el cantante luce en su madurez. Desde una de sus cejas, lanza una flecha a modo de nariz con la que moldea su fisonom¨ªa; puntea una barba de varios d¨ªas, una boca asim¨¦trica a unos cent¨ªmetros del inconfundible hoyuelo de su barbilla y¡ voil¨¤! La extravagante patata cobra vida con los ojos de un poderoso felino al que no se puede dejar de mirar. Don diablo, a la vanguardia, siempre.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.