Cuenta atr¨¢s

El Congreso de los Diputados rechaz¨® ayer la investidura del candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, quien ¨²nicamente recibi¨® el apoyo de su grupo y del representante del Partido Regionalista de Cantabria. El desenlace de esta primera votaci¨®n estaba descontado desde el momento en que, al presentarse en blanco ante la C¨¢mara, las aspiraciones de S¨¢nchez se limitaban a formar un Ejecutivo en minor¨ªa. El riesgo que parec¨ªa conjurado y que, sin embargo, se ha revelado inesperadamente en los dos d¨ªas de debate es que su candidatura fracase tambi¨¦n en segunda votaci¨®n, en la que, para evitarlo, necesitar¨ªa al menos un acuerdo con Unidas Podemos cerrado contra reloj. El duro intercambio entre S¨¢nchez e Iglesias durante la primera sesi¨®n de la investidura dej¨® planeando la sombra del bloqueo pol¨ªtico y de la repetici¨®n electoral, de modo que, como en 2015 y 2016, acaba de iniciarse una inexorable cuenta atr¨¢s para que Espa?a pueda disponer de un Gobierno, investido tres meses despu¨¦s de celebradas las elecciones generales. Se tratar¨ªa, sea cual fuera su composici¨®n ministerial concreta, del primer Gobierno de coalici¨®n de la democracia, un dato fundamental que Unidas Podemos no debe ignorar.

Sobre el Partido Socialista y Unidas Podemos recae en las pr¨®ximas horas la responsabilidad de no frustrar las expectativas de una salida para la voluntad expresada en las urnas, una vez que Ciudadanos se ha mantenido enrocado en desempe?ar un papel de fantasmal l¨ªder de la oposici¨®n que no le corresponde por n¨²mero de esca?os. Se trata de una responsabilidad que no deriva de los meros mensajes en los que los dirigentes de ambos partidos proclaman su proximidad, sino de las realidades pol¨ªticas que han ido tomando forma desde el final de la anterior legislatura y que no pueden ser obviadas, condenando al sistema a un recurrente borr¨®n y cuenta nueva. Fue entonces cuando el Partido Socialista y Unidas Podemos acordaron unos Presupuestos que el Congreso rechaz¨®, pero que son en este momento la ¨²nica alternativa con cierta verosimilitud a una nueva e inconcebible pr¨®rroga de los aprobados hace tres ejercicios.

Por otra parte, S¨¢nchez enumer¨® en el discurso con el que acudi¨® a esta votaci¨®n frustrada hasta seis prioridades en las que se comprenden las reformas m¨¢s urgentes que necesita el pa¨ªs, y que no pueden ser ignoradas por ninguna fuerza pol¨ªtica consciente de las graves consecuencias que acarrear¨ªa la prolongaci¨®n de la par¨¢lisis. Cuesti¨®n diferente son las concretas medidas con las que el candidato socialista propuso desarrollar esas prioridades, y que deber¨ªan haber constituido desde el primer momento la sustancia de la negociaci¨®n pol¨ªtica para formar Gobierno. El hecho de que Ciudadanos no haya estado dispuesto ni a considerarlas en el debate por impostadas razones de principio no es raz¨®n para que, ahora, Unidas Podemos tambi¨¦n las sacrifique al reparto concreto de puestos en el Consejo de Ministros.

Otros grupos est¨¢n a la espera de que los dos partidos alcancen un acuerdo para sumarse a la mayor¨ªa o facilitar la gobernabilidad. Es un tercer motivo para que S¨¢nchez e Iglesias act¨²en con responsabilidad, puesto que lo que est¨¢ en juego no es qu¨¦ Gobierno tendr¨¢ Espa?a ante una coyuntura interna e internacional de una complejidad sin precedentes, sino, simplemente, si tendr¨¢ Gobierno o no lo tendr¨¢.