C¨®mo Stallone emborrach¨® a Sharon Stone para rodar una de las escenas de sexo m¨¢s inc¨®modas de la historia
Lo que el espectador y la cr¨ªtica definieron como "un monumento al anticl¨ªmax" ten¨ªa una raz¨®n: la negativa de la estrella femenina y el empe?o de la estrella masculina. Ocurri¨® hace 25 a?os en 'El especialista'
¡°Porque estoy harta de desnudarme¡±. Esta justificaci¨®n de Sharon Stone para negarse a rodar una escena sexual en El especialista (Luis Llosa, 1994) no sirvi¨® de nada. Su compa?ero de reparto, Sylvester Stallone, le respondi¨®: ¡°Pues ni¨¦gate a desnudarte en la pel¨ªcula de otro¡±. Los productores la presionaron y finalmente accedi¨® a rodar una de las escenas de sexo m¨¢s inc¨®modas y menos er¨®ticas del cine de los noventa. Stone ha pasado a la posteridad como el mito er¨®tico oficial de aquella d¨¦cada gracias a personajes que utilizaban su sexualidad para manipular a los dem¨¢s, pero detr¨¢s de las c¨¢maras ella nunca tuvo el control.
As¨ª explic¨® Sylvester Stallone el incidente: ¡°Llegamos al rodaje y ella decide que no quiere quitarse la bata. ?Cu¨¢l es el problema? 'Que estoy harta de desnudarme', dijo ella. Yo le ped¨ª que se hartase de desnudarse en la pel¨ªcula de otro"
La imagen p¨²blica de Sharon Stone (Pensilvania, EE UU, 1958) est¨¢ asociada a la portada de Playboy de julio de 1990. Cansada de ser ignorada por Hollywood (sus papeles m¨¢s importantes por aquel entonces hab¨ªan sido ¡°chica guapa en el tren¡± en Recuerdos ¡ª1980¡ª y uno secundario en Loca academia de polic¨ªa 4, en 1987), Stone decidi¨® venderse a s¨ª misma como sex symbol.
Ten¨ªa 32 a?os y esa portada, junto a su papel de villana en Desaf¨ªo total (1990), eran su ¨²ltima oportunidad de convertirse en una estrella. ¡°Los ejecutivos se sentaban alrededor de una mesa enorme, discut¨ªan sobre cu¨¢l de nosotras era?follable y consideraban que yo no lo era¡±, declar¨® la actriz en una entrevista de mayo de 2019 en Vogue. ¡°Yo quer¨ªa trabajar, as¨ª que se me ocurri¨® la estrategia de posar semidesnuda para Playboy. ?Encajaba en ese rol? Obviamente no. ?Utilic¨¦ mi cerebro para parecer follable? Por supuesto. Estoy segura de que Marilyn Monroe no hablaba as¨ª en la vida real, pero aprendi¨® el juego. Personalmente, jam¨¢s me sent¨ª como un s¨ªmbolo sexual¡±.
Dos a?os despu¨¦s de aquella portada en Playboy, su cruce de piernas sin ropa interior en Instinto b¨¢sico (1992) pas¨® a la historia del cine inmediatamente, llev¨® a miles de adolescentes a quemar la cinta de v¨ªdeo de tanto rebobinarla y la pel¨ªcula se convirti¨® en la m¨¢s taquillera de la historia en Espa?a. A Sharon Stone le hab¨ªan prometido que no se ver¨ªa nada. Sus s¨²plicas, sus amenazas de demanda y sus bofetadas al director (Paul Verhoeven) cuando vio su pubis en pantalla grande no sirvieron de nada.
Cuando en su siguiente pel¨ªcula, Sliver (Acosada) ¡ª1993¡ª, Sharon Stone se neg¨® a desnudarse al enterarse de que su compa?ero de reparto, William Baldwin, se libraba de hacerlo gracias a una cl¨¢usula de su contrato, el productor del filme, Robert Evans, le respondi¨®: ¡°Ning¨²n actor ha llegado a ser una estrella desnud¨¢ndose y ninguna actriz ha llegado a ser una estrella sin hacerlo¡±. Ante la reflexi¨®n de Stone de que ¡°en Hollywood, la combinaci¨®n de una vagina y una opini¨®n es letal¡±, Baldwin exclam¨®: ¡°Y ya hemos visto demasiado de ambas cosas por parte de Sharon¡±.
As¨ª de quemada lleg¨® la actriz al rodaje de El especialista (1994), una superproducci¨®n que mezclaba los dos g¨¦neros estrella de mediados de los noventa: la acci¨®n testoster¨®nica y el thriller er¨®tico. Y protagonizada por sus dos mayores embajadores: Sylvester Stallone y Sharon Stone. Ya entonces se vend¨ªa la escena sexual como ¡°lo nunca visto¡± (en la ¨¦poca, la escena de sexo era un se?uelo publicitario: Acoso, El color de la noche o La huida, donde el estudio extendi¨® el rumor de que Alec Baldwin y Kim Basinger manten¨ªan un coito real).
¡°Sharon es un gran reclamo. Mi personaje se sumerge tan profundamente en la mente del suyo que cuando por fin se conocen hay una explosi¨®n er¨®tica¡±, promet¨ªa Stallone. ¡°Sharon ya domina este tipo de pel¨ªculas, as¨ª que supongo que es la elecci¨®n adecuada¡±, a?adi¨® el actor. Lo cierto es que la escena en cuesti¨®n no estaba todav¨ªa rodada y los productores la necesitaban para vender la pel¨ªcula. El final feliz fue descrito en su momento por el actor como una an¨¦cdota: ¡°Al principio ella no quer¨ªa hacer esa escena de sexo. As¨ª que pens¨¦ que lo mejor ser¨ªa emborracharla. Sharon se bebi¨® un par de copas y dijo: '?Vale, lo har¨¦!¡±.
En 2006, Stallone (Nueva York, 1946) entr¨® en detalles durante un encuentro online en la web Ain't It Cool. Andrew, de Washington DC, le pregunt¨®: ¡°Tres palabras: Sharon Stone, ducha. ?Cu¨¢ntas veces boicoteaste el rodaje de esa escena a prop¨®sito para repetir la toma?¡±. El actor empez¨® aclarando? que ¨¦l no quer¨ªa hacer la escena porque Stone no cooperaba. ¡°Llegamos al rodaje y ella decide que no quiere quitarse la bata. El director le pidi¨® a la mayor¨ªa de los operarios que saliesen de la habitaci¨®n, pero ella segu¨ªa neg¨¢ndose a desnudarse. Si yo le hab¨ªa prometido que no me propasar¨ªa con ella, ?cu¨¢l era el problema entonces? 'Que estoy harta de desnudarme', dijo ella. Yo le ped¨ª que se hartase de desnudarse en la pel¨ªcula de otro. Ella no entraba en raz¨®n, as¨ª que fui a mi tr¨¢iler y cog¨ª una botella de vodka Black Death que me hab¨ªa dado Michael Douglas. Tras media docena de chupitos est¨¢bamos remoj¨¢ndonos en plan salvaje¡±.
La l¨®gica de Stallone indicaba que, como Stone se hab¨ªa desnudado varias veces, no ten¨ªa excusa para negarse a hacerlo ahora. Nadie le ha preguntado nunca a Stone por su versi¨®n del incidente, que quiz¨¢ incluir¨ªa pr¨¢cticas habituales en Hollywood, como amenazas de demandas por parte del productor, advertencias de que su carrera corr¨ªa peligro si no ced¨ªa o sugerencias en la l¨ªnea de ¡°mujer, si acabas antes aceptando que rechazando¡±.
¡°Al principio ella no quer¨ªa hacer esa escena de sexo. As¨ª que pens¨¦ que lo mejor ser¨ªa emborracharla. Sharon se bebi¨® un par de copas y dijo: '?Vale, lo har¨¦!¡±, ha dicho Stallone
El resultado son tres minutos y cincuenta segundos tan sensuales como ver a dos imanes de nevera enroll¨¢ndose. Acompa?ados de una banda sonora con saxof¨®n (inevitable, son los noventa), Sharon y Sylvester apenas se tocan ni se miran a los ojos mientras la c¨¢mara se regodea en los m¨²sculos venosos de ¨¦l. Al final, ella le enjabona la espalda, ¨¦l trata de acariciarle la cabeza y ella le esquiva sin disimulo.
¡°La escena est¨¢ tan elaborada que el sexo nunca ha parecido tan hortera ni tan poco sexy. Un monumento al anticl¨ªmax. Son dos personas desconectadas la una de la otra porque est¨¢n demasiado centradas en s¨ª mismas¡±, describ¨ªa la cr¨ªtica Lisa Schwarzbaum en Entertainment Weekly. ¡°Parece un v¨ªdeo de ejercicios: las estrellas ofrecen sus cuerpos a la c¨¢mara como si estuvieran en una competici¨®n de culturismo¡± criticaba Hal Hinson en Washington Post. ¡°La extra?a forma en la que Stallone acaricia la cabeza de Stone, con el brazo estirado hacia atr¨¢s alborotando su pelo con la palma mientras mira hacia el frente distra¨ªdo, es la forma en que un hombre acariciar¨ªa a su gato mientras piensa en otras cosas m¨¢s importantes¡±, opinaba Quentin Curtis en The Independent.
El especialista empieza con Stallone mirando por unos prism¨¢ticos con cara de vouyeur vicioso, pero lo que est¨¢ observando es un puente a punto de explotar. Es el tipo de pel¨ªcula de los noventa en la que la chica entra en casa del mafioso y exclama: ¡°La pr¨®xima vez que te cargues a alguien, deber¨ªas plantearte asesinar a tu decorador¡±. Una de esas pel¨ªculas concebidas para excitar los instintos m¨¢s primarios del p¨²blico, para lo cual necesitaban desnudar a una Sharon Stone que, a pesar de ser el 50% del reclamo comercial, cobr¨® 4,5 millones de euros frente a los 10,5 que se embols¨® Stallone. ¡°Los hombres se agarran las pelotas, te restriegan su sexualidad, te gritan desde el coche, son condescendientes¡±, ha contado la actriz. Y contin¨²a: ¡°A las mujeres se nos ense?a a ceder, con comportamientos que van minando tu autoestima, tu integridad y tu feminidad. No pienso volver a esforzarme para gustar a los dem¨¢s o para evitar la confrontaci¨®n¡±.
¡°La escena est¨¢ tan elaborada que el sexo nunca ha parecido tan hortera ni tan poco sexy. Son dos personas desconectadas la una de la otra porque est¨¢n demasiado centradas en s¨ª mismas¡±, escribi¨® la cr¨ªtica de 'Entertainment Weekly'
En su siguiente pel¨ªcula, R¨¢pida y mortal (1995), Stone ejerci¨® como productora y no se desnud¨®. Exigi¨® que contratasen a un australiano desconocido que nunca hab¨ªa trabajado en Hollywood, Russell Crowe, y cedi¨® parte de su propio sueldo a Leonardo DiCaprio porque consideraba que el chaval se merec¨ªa m¨¢s dinero. Pero en 2001, Stone sufri¨® un infarto cerebral y nadie en la industria la apoy¨®. Hace dos semanas la actriz, con 61 a?os, habl¨® sobre la etapa m¨¢s dif¨ªcil de su vida: ¡°La gente me trat¨® de una forma brutalmente desagradable, incluso otras mujeres de la industria o la jueza que llev¨® mi lucha por la custodia de mi hijo [al final la perdi¨®: se la dieron al exmarido, el periodista Phil Bronstein]. Me cost¨® siete a?os recuperarme [del infarto cerebral], tuve que hipotecar mi casa, lo perd¨ª todo. Perd¨ª mi posici¨®n en el negocio. Yo era la estrella de cine de moda, ?sabes? La princesa Diana y yo ¨¦ramos las m¨¢s famosas, entonces ella muri¨® y yo sufr¨ª un infarto. Y se olvidaron de nosotras¡±.
Ahogada por las deudas, Stone accedi¨® a protagonizar Instinto b¨¢sico 2, adicci¨®n al riesgo (2006). Cabr¨ªa esperar que, en calidad de estrella imprescindible para esta secuela sin Michael Douglas, esta vez s¨ª controlar¨ªa su trabajo. Sin embargo, el director le pidi¨® que se sentara sobre su regazo mientras le daba indicaciones de c¨¢mara y, cuando ella lo rechaz¨®, ¨¦l se neg¨® a rodar m¨¢s escenas con ella.
Hace un a?o y medio, en plena reflexi¨®n por el #MeToo, Hollywood quiso echar la vista atr¨¢s y revisar su propia historia y eso pasaba por preguntar a Stone si alguna vez se hab¨ªa sentido agredida o utilizada sexualmente. La actriz se limit¨® a re¨ªrse a carcajadas durante varios segundos. Al terminar las carcajadas, concluy¨®: ¡°Espero haber respondido a tu pregunta¡±.
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