Frases para recordar

Sic transit mapa mundi. Qu¨¦ frase tan buena para decirla mientras se hace girar un globo terr¨¢queo.

Resulta curiosa la tentaci¨®n, casi nunca vencida, que asalta a muchos pol¨ªticos que se estrenan en el Parlamento por hacer cuanto antes alguna frase para la historia, no vaya a ser que alg¨²n acontecimiento imprevisible haga imposible despu¨¦s ponerse a ello.

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Abascal ¡®se apropia¡¯ de Unamuno: ¡°Ni vencer¨¦is ni convencer¨¦is¡±

En tiempos de startups, no estar¨ªa de m¨¢s poner una en marcha para suministrar a algunos representantes del pueblo su frase, de modo que pudieran dedicarse, los afectados por este s¨ªndrome, a hacer pol¨ªtica, descuidados ya de labor tan importante. Como era de suponer, quien m¨¢s se aplic¨® fue Santiago Abascal, aunque no le saliera todo lo redondo que cab¨ªa esperar, seguramente porque, por mucho que se empe?ara Albert Rivera, no se entrev¨¦ todav¨ªa una conspiraci¨®n antiespa?ola que ponga en riesgo la patria. Qued¨® claro, en todo caso, que los electos de Vox est¨¢n dispuestos a impedir que Espa?a quede roja o rota despu¨¦s de que S¨¢nchez haya pasado por aqu¨ª. Pero sin frase.

Recuerdo una formaci¨®n del Frente de Juventudes. Un jefe de centuria explicaba la frase del d¨ªa a unos somnolientos chavales: ¡°Al pie de la monta?a y al retumbar del ca?¨®n¡±. Como se puede imaginar, la cosa no ten¨ªa arreglo. No hab¨ªa manera de hacer que aquello tomara una forma inteligible. Eso le puede pasar a Abascal por mucho que hurgue en el desv¨¢n de las hip¨¦rboles en busca de f¨®rmulas tan gastadas como la argentina ¡°muero contento porque hemos batido al enemigo¡±, que vale para todos los enemigos pero carece de credibilidad.

En eso era mucho mejor otro argentino, un dictador, el general Rosas, que gustaba de decir: ¡°Res, non verba¡±, y lo traduc¨ªa a continuaci¨®n al castellano: ¡°La vaca no habla¡±. Nadie chistaba. Esa es una de las grandes ventajas de ser dictador. O sea, que tenemos un representante del franquismo que anda por la vida sin tener frase para ser recordado durante la larga posteridad. Ni frase ni, afortunadamente para ¨¦l y para los dem¨¢s, actos.

Esto le quit¨® ¨¦pica a la sesi¨®n de la fallida investidura de S¨¢nchez. Y creo que estuvo muy bien, porque los socialistas pod¨ªan haber sacado pecho leyendo el listado de su contribuci¨®n con sangre a la victoria de la democracia sobre el terrorismo. Quienes les acusaron de pactar con los terroristas se olvidaron de peque?eces como esa. Otra vez ser¨¢. Sic transit¡­