Y ahora ?qu¨¦ hacer?
En Espa?a, quienes quieren pactar no pueden; y quienes pueden, no quieren
El drama de la formaci¨®n de Gobierno en Espa?a es que quienes quieren pactar, no pueden; y quienes pueden, no quieren. PSOE y Unidas Podemos, impelidos por sus militantes, desean un acuerdo. Pero, como a los amantes de Teruel o a la mantis religiosa, consumar su uni¨®n podr¨ªa ser letal.
En una democracia capitalista, los socialistas no pueden meter en un Gobierno nacional a un partido de extrema izquierda. Y, aunque los anticapitalistas son una ¨ªnfima fracci¨®n dentro de Podemos, amenazar¨ªan la credibilidad del Gobierno. La extrema izquierda es est¨¦ticamente radioactiva, aqu¨ª o en Escandinavia. Por eso, el PSOE, una vez asumi¨® ese riesgo, s¨®lo pod¨ªa ofrecer a Podemos ministerios diluidos.
Y Podemos no pod¨ªa aceptar este Gobierno de compasi¨®n. Como muestran los investigadores Heike Kl¨¹ver y Jae-Jae Spoon, el peaje electoral que pagan los partidos minoritarios en los gobiernos de coalici¨®n es alto. Tras analizar los resultados de m¨¢s de 200 elecciones en 28 pa¨ªses, encuentran que estas formaciones pierden, de media y en comparaci¨®n con los socios mayoritarios, un 17% de los votos. Y eso teniendo en cuenta que, en las coaliciones convencionales, el l¨ªder del partido minoritario se sienta en el consejo de ministros, ocupando una cartera significativa. En una hipot¨¦tica coalici¨®n PSOE-UP, Iglesias estar¨ªa fuera y los ministros podemistas, maniatados por los esc¨¦pticos socialistas, no tendr¨ªan el porcentaje de poder ejecutivo correspondiente a su peso electoral. Con lo que, aunque quisiera, Podemos no entrar¨ªa en una coalici¨®n as¨ª.
La tragedia nacional se completa porque los que s¨ª pueden pactar con el PSOE ¡ªel PP, como en Alemania, donde los conservadores forman una gran coalici¨®n con los socialdem¨®cratas; y Ciudadanos, como en muchas democracias europeas, donde los liberales apoyan Gobiernos de centro-izquierda¡ª no quieren. La falta de deseo de los populares se entiende, y es quiz¨¢s sano para una democracia que socialdem¨®cratas y conservadores no se atraigan. De esta manera, el liderazgo de la oposici¨®n no queda en manos de partidos extremistas. Pero que Ciudadanos no se interese por entrar en una coalici¨®n con los socialistas es preocupante. En el debate de investidura, Rivera pas¨® a Casado por la derecha. Y, hablando de la ¡°banda¡± y el ¡°bot¨ªn¡±, casi super¨® a Vox. @VictorLapuente
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