La odisea del c¨¢ncer que se propag¨® por el mundo con los perros de los marinos
El tumor ven¨¦reo transmisible canino es el m¨¢s antiguo y el que m¨¢s mutaciones acumula
El c¨¢ncer m¨¢s antiguo es el tumor ven¨¦reo transmisible (TVT) de los perros. Tambi¨¦n llamado sarcoma de Sticker, tiene varias particularidades que han atra¨ªdo el inter¨¦s de los cient¨ªficos. Es de los muy pocos tumores que son contagiosos, en este caso por v¨ªa sexual. Aunque es benigno, acumula una cantidad de mutaciones mucho m¨¢s elevada que la de los tumores humanos. Adem¨¢s, su longevidad podr¨ªa dar pistas sobre nuevas formas de enfrentar la enfermedad. Ahora, un estudio relata el origen y evoluci¨®n de este c¨¢ncer perruno.
"Es el ¨²nico caso, que se sepa, que ha sobrevivido miles de a?os", dice el investigador del grupo de c¨¢ncer transmisible del departamento de medicina veterinaria de la Universidad de Cambridge y principal autor del estudio, el espa?ol Adri¨¢n B¨¢ez Ortega. "Esto te permite hacer preguntas que con los otros c¨¢nceres de corta vida, como los humanos, no se podr¨ªa", a?ade. Preguntas como los procesos que gobiernan la aparici¨®n de las mutaciones, la carga mutacional de un c¨¢ncer tan longevo o qu¨¦ fuerzas de la naturaleza, como la selecci¨®n natural o la deriva gen¨¦tica, intervienen en su evoluci¨®n.
Junto a otros 80 cient¨ªficos, B¨¢ez ha recopilado 546 muestras de TVT de perros de 43 pa¨ªses de todo el mundo. Secuenciando su exoma (la parte de los genes que codifican las prote¨ªnas), los investigadores pudieron levantar el ¨¢rbol filogen¨¦tico del sarcoma de Sticker, desde el primer caso del perro fundador hasta la actualidad. Por las ramas de ese ¨¢rbol ha discurrido la historia del tumor, pero tambi¨¦n la de los propios perros y hasta los humanos.
El sarcoma de Sticker de los perros debi¨® aparecer hace unos 6.000 a?os en alg¨²n lugar de Asia central o del norte
El primer perro con TVT debi¨® de deambular por las tierras de Asia central o del norte hace unos 6.000 a?os. Pero todas las grandes ramas del tumor se pueden remontar hasta un antecesor al menos hasta hace 2.000 a?os. Algo pas¨® entonces que el c¨¢ncer se extendi¨® por toda Asia, llegando a Europa. Hace 500 a?os, coincidiendo con la llegada de los europeos a Am¨¦rica, el sarcoma desembarc¨® en el continente americano. Desde all¨ª, los TVT dominantes se expandieron por ?frica, regresaron a Europa y acabaron por llegar a Ocean¨ªa. El veh¨ªculo para tal propagaci¨®n debieron de ser los perros que sol¨ªan ir con los marinos. La odisea completa la publican en el n¨²mero actual de la revista Science.
Para fechar todas estas ramificaciones, los investigadores tuvieron algo de suerte. Hab¨ªan localizado un caso extremadamente raro de contagio de la enfermedad de madre a hijo. El TVT es un tumor contagioso (de los ocho que se conocen, casi todos en animales, como el demonio de Tasmania) que se transmite por v¨ªa sexual. "Creemos que la madre lo contrajo durante la c¨®pula y se lo transmiti¨® a la cr¨ªa", comenta B¨¢ez. Al perrito se lo detectaron a los 10 meses. En ese tiempo, su c¨¢ncer hab¨ªa acumulado un determinado n¨²mero de mutaciones desde que naci¨®. Como los autores del estudio conoc¨ªan la carga total de mutaciones de las muestras, pudieron correr el reloj para atr¨¢s hasta el primer perro con TVT fechando cada ramificaci¨®n.
Para localizar el origen y la propagaci¨®n geogr¨¢fica, los cient¨ªficos se aprovecharon de que uno de los procesos que intervienen en la aparici¨®n de mutaciones tumorales tiene que ver con la latitud, espec¨ªficamente con la diferente cantidad de radiaci¨®n ultravioleta (reconocido carcinog¨¦nico). Aunque el TVT es un tumor que se desarrolla en las partes internas del aparato genital, tiende a asomarse al exterior en forma de neoplasias, o formaci¨®n anormal de tejidos. Los investigadores observaron que las muestras procedentes de las regiones ecuatoriales ten¨ªan una mayor carga de mutaciones relacionadas con la radiaci¨®n solar. De hecho, vieron un gradiente en funci¨®n de la latitud. Eso les permiti¨® confirmar que el primer tumor debi¨® de surgir en Asia central o del norte.
Este c¨¢ncer canino acumula miles de mutaciones frente a las alrededor de 100 que puede tener una muestra de tumor humano
Una de las cosas que hace m¨¢s especial a este c¨¢ncer es que las c¨¦lulas tumorales actuales son herederas de las del primer perro afectado. "Descienden directamente del primer tumor por divisi¨®n celular", recuerda B¨¢ez. Esto indicar¨ªa que no hay l¨ªmite (por ahora) al n¨²mero de posibles divisiones de las c¨¦lulas de los mam¨ªferos. M¨¢s all¨¢ de este dato, la enorme acumulaci¨®n de mutaciones en las muestras de hoy (unas 38.000 frente a las alrededor de 100 de un tumor humano) permite estudiar qu¨¦ fuerzas podr¨ªan intervenir en la evoluci¨®n del c¨¢ncer.
Aunque la aparici¨®n de mutaciones es aleatoria, en el caso del TVT cada mutaci¨®n queda fijada y se acumula a las anteriores. En principio, una mutaci¨®n puede ser positiva (da alg¨²n tipo de ventaja a las c¨¦lulas con ese cambio) o negativa. La selecci¨®n natural deber¨ªa favorecer las primeras y frenar las segundas pero no hasta el punto de comprometer la supervivencia del afectado. Sin embargo, en este tumor no se observa presi¨®n selectiva en un sentido u otro. Aqu¨ª la evoluci¨®n del c¨¢ncer parece marcada por una deriva gen¨¦tica neutra. Como dice B¨¢ez, "no hay carrera de armamentos entre el tumor y el hospedador, es como si hubieran llegado a un punto de cierto equilibrio".
Ese equilibrio encontrado en este c¨¢ncer de los perros es el que empiezan a buscar diversos investigadores del c¨¢ncer en humanos que se han acercado a la ecolog¨ªa. En vez de una lucha frontal contra las c¨¦lulas cancer¨ªgenas, que acaba ejerciendo una presi¨®n selectiva que a la larga puede fortalecer al c¨¢ncer, hay quienes proponen buscar c¨®mo llevar al tumor a convertirse en un par¨¢sito con el que se pueda convivir. Y el TVT canino podr¨ªa alumbrar ese camino.
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