Demasiado para el verano
La percepci¨®n tradicional de oto?o caliente es m¨¢s bien de oto?o ardiente¡ en las barricadas de la pol¨ªtica
Henry James confesaba en Un episodio internacional que las palabras m¨¢s bonitas del idioma eran ¡°tardes de verano¡±. M¨¢s que dos palabras hermosamente euf¨®nicas ¡ª¡°summer afternoon¡±¡ª se trata de su capacidad de evocaci¨®n: las tardes de verano son ese tiempo feliz, desprovisto de la rutina pesada de la realidad, en que el tiempo se evapora y el ruido son las cigarras o el Coro del Atardecer convocando a jilgueros, tordos, mosquiteros, mirlos o petirrojos. En cambio, este verano se ha llenado de ruido y de furia, en definitiva de realidad. La asignatura pendiente para septiembre de la investidura, tras suspender el examen antes del veraneo, no da tregua. Y la incertidumbre llena de gestos excesivos estos primeros d¨ªas de agosto, de Madrid a Navarra, de Torra a Otegi, de la ANC a Hazte O¨ªr. Una sobredosis impropia de esas fechas.
El retablo de agosto tiene, y solo es d¨ªa 3, una composici¨®n inquietante. El presidente parece en bucle, ajeno a la aritm¨¦tica en la Moncloa. Pero adem¨¢s de gestos, ha de hacer n¨²meros, y no ser¨¢ f¨¢cil en un escenario polarizado. Ciudadanos ha aprovechado la Operaci¨®n Salida para comprar el argumentario de Vox, previamente maquillado, y resolver el pacto de Madrid con el PP mientras la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n pide imputar a las expresidentas Aguirre y Cifuentes en la trama P¨²nica. En Navarra, la investidura pactada con los nacionalistas arrastra un alto coste moral con Bildu en la ecuaci¨®n. S¨ª, las portavoces de las derechas han ensayado su competencia (poco) virtuosa, con Cayetana ?lvarez de Toledo acusando al PSOE de ¡°rendir un homenaje p¨²blico a ETA¡± y ¡°anexionar Navarra a la indignidad¡±, y Lorena Rold¨¢n de liderar ¡°la madre de todas las infamias¡±. Miel para la claque medi¨¢tica de la derecha, haciendo sonar el tambor de la tribu. Claro que Bildu en efecto lo contamina todo y Otegi no se priva de conjugar 250 ongietorris en futuro miserable. Entretanto Torra sostiene, con ERC en fuera de juego tras apostar por la investidura, la necesidad de ¡°una fase de confrontaci¨®n¡± en espera de una sentencia que solo ser¨¢ aceptable si es absolutoria. La percepci¨®n tradicional de oto?o caliente es m¨¢s bien de oto?o ardiente¡ en las barricadas de la pol¨ªtica.
Todas las miradas parecen apuntar al 10 de noviembre. El consenso se ve muy lejos. La abstenci¨®n de la derecha ¡ªaunque sea tentador imaginar que los nombramientos duros se hacen para poder abstenerse desde un rigor sin contemplaciones¡ª resulta impensable. Todo pasa por Podemos, pero estos ya han advertido que no aceptan la f¨®rmula portuguesa; y el documento de progreso anunciado por S¨¢nchez dif¨ªcilmente va a contener recetas m¨¢gicas. De este modo la ausencia de Gobierno se cuela, impropiamente, en las preocupaciones de agosto, con la econom¨ªa ralentizada, el dato decepcionante de paro, la posici¨®n espa?ola debilitada en Bruselas¡ M¨¢s que un ferragosto de ba?adores, como en aquel filme de Marino Girolami, va a ser un ferragosto de titulares.
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