As¨ª se ve a s¨ª mismo Ferran Adri¨¤

¡°CON UN SEIS y un cuatro, la cara de tu retrato¡±, dice un juego de ni?os. Es la m¨ªnima expresi¨®n para dibujar un rostro que adquirir¨¢ personalidad seg¨²n la graf¨ªa de cada uno. En el caso de Ferran Adri¨¤ podr¨ªa decirse: ¡°Cuatro ¨¢ngulos agudos, tres l¨ªneas verticales y un punto, el retrato del chef m¨¢s vanguardista del mundo¡±. Un delirio de s¨ªntesis, clarividencia y creatividad para un perfil que refleja un sorprendente parecido con el autor. Hay algo de animal fant¨¢stico en ese cruce de l¨ªneas en el que sobresalen la frente, la nariz y la barbilla y en el que las ideas fluyen m¨¢s all¨¢ de la realidad, bajo la atenta mirada de un ojo que todo lo ve. Detalles que hacen de lo ordinario algo extraordinario. La rotundidad de un genio de la cocina llevada a la expresi¨®n art¨ªstica