Plenos poderes
El ¨ªmpetu de Salvini es enorme, pero no basta en un sistema constitucional como el italiano
Matteo Salvini ha pedido para s¨ª mismo, literalmente, algo que no existe en el sistema constitucional italiano: plenos poderes. Es uno de sus numerosos gui?os mussolinianos, esas frases sueltas calcadas a las que pronunci¨® el Duce, con las que demuestra su querencia por el gobierno del hombre fuerte. Tocan a su fin los 12 meses de una extra?a coalici¨®n entre populismos de distinto signo, el de la Liga ultraderechista y el del antipol¨ªtico Movimiento 5 Estrellas. El vicepresidente y ministro del Interior quiere echar al primer ministro Giuseppe Conte y ocupar su despacho, prescindiendo de sus socios de coalici¨®n. Su f¨®rmula es ins¨®lita, aunque perfectamente populista por su apelaci¨®n a las urnas para la obtenci¨®n de esos plenos poderes que tanto necesita: despu¨¦s de censurar a su propio primer ministro, se trata de convocar unas elecciones en las que la Liga se convierta al fin en la primera fuerza y ¨¦l en el jefe del Gobierno.
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Su ¨ªmpetu es enorme, pero no basta en un sistema constitucional como el italiano. La iniciativa ya ha provocado, de entrada, una alianza espont¨¢nea entre el Partido Democr¨¢tico y M5S en el Senado que le ha impedido materializar inmediatamente la crisis de gobierno. Deber¨¢ esperar al d¨ªa 20, a la comparecencia de Conte en el Senado. Tampoco triunfar¨¢ en su improvisada maniobra para culminar antes de unas elecciones precipitadas la reforma pendiente que reduce el n¨²mero de esca?os en las C¨¢maras. Ni podr¨¢ desatender al papel del presidente de la Rep¨²blica, el verdadero poseedor de la llave maestra de la convocatoria anticipada. E incluso su discurso contra la inmigraci¨®n fue desautorizado ayer por un tribunal administrativo, que levant¨® la prohibici¨®n de entrada a aguas territoriales italianas impuesta al buque espa?ol Open Arms, que se dirigi¨® a Lampedusa.
Al final, todo depender¨¢ de la capacidad de las izquierdas para unirse frente a unas derechas siempre soldadas en torno al poder. Si Salvini puede contar con la Forza Italia de Berlusconi y con los ultras Hermanos de Italia, no est¨¢ claro que el Partido Democr¨¢tico y M5S puedan frenar o posponer su maniobra. La inestabilidad italiana tiene ahora su origen en las ambiciones de quien quiere estabilidad, pero bajo su pu?o de hierro. Son peligrosos los m¨®viles a los que recurre: aprovechar la bonanza en las encuestas, a pesar de que est¨¢ de baja la inmigraci¨®n mar¨ªtima hacia Italia, su principal cartel de demagogia electoral; eludir tiempos muertos para la reorganizaci¨®n de la izquierda, y llegar al presupuesto para 2020 con una mayor¨ªa que permita desafiar los criterios de d¨¦ficit europeos. Los plenos poderes significan una mayor¨ªa suficiente para desafiar a Bruselas y poner en jaque a la Uni¨®n, tal como le aconseja Steve Bannon, habitual turista pol¨ªtico en la Italia del populismo salvinista.
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