Precios populares, barbacoas, tiendas y conciertos en las 24 Horas de Le Mans
Vivimos la competici¨®n en el ¡®paddock¡¯ de Ford, una experiencia que va m¨¢s all¨¢ de la mera carrera de coches
En Le Mans las 24 Horas empiezan mucho antes del s¨¢bado. No solo por los entrenamientos, que se ponen en marcha desde el mi¨¦rcoles, sino porque la ciudad entera se engalana para el acontecimiento. Cada rinc¨®n tiene colgada una bandera a cuadros blancos y negros, un p¨®ster o una gorra de una marca de aceite de motor. El viernes, todas las escuder¨ªas, t¨¦cnicos y hasta los servicios p¨²blicos de la ciudad desfilan por la calle al m¨¢s puro estilo del carnaval. La gente se disfraza y aplaude a los participantes, que corresponden a este entusiasmo regalando pegatinas, mu?ecos, llaveros y pulseras.
Es el ¨²ltimo a?o de Ford en la carrera y nadie quiere perd¨¦rsela. Tampoco Bill Ford, bisnieto del fundador de la marca
El acceso al circuito tiene precios populares. Le Mans quiere que todos sus habitantes den color a la carrera y se lo pone f¨¢cil. Dentro hay barbacoas, tiendas, conciertos y fotos antiguas de la carrera (y de San Steve McQueen, adorado, con mono blanco, junto a su Porsche 917). El circuito de la Sathe son casi 14 kil¨®metros de curvas endiabladas y rectas infinitas, hay sitio para todos. Vamos a la zona del paddock de Ford, pasamos la carrera con ellos. El ambiente aqu¨ª es festivo y melanc¨®lico a la vez: es su ¨²ltimo a?o en Le Mans y nadie ha querido perd¨¦rselo, tampoco Bill Ford, bisnieto del fundador de la compa?¨ªa. La casa corre en categor¨ªa GT, la que todos los mit¨®manos tienen en la cabeza cuando piensan en las 24 Horas: los Gran Turismo quemando el asfalto del circuito.
De noche solo algunos resisten; en los paddocks reina el silencio con los monitores emitiendo la carrera. Nos acercamos hasta la m¨ªtica curva Indianapolis, en medio del bosque. All¨ª, con niebla baja, los faros de los coches surgen en la oscuridad y atraviesan veloces la curva, hasta que uno de ellos pierde el giro y acaba fuera del asfalto. No ha pasado nada, los accidentes son tan parte de las 24 Horas como la propia carrera.
El domingo llega el final: la categor¨ªa reina la gana el equipo liderado por Fernando Alonso a la cabeza, pero todos aplauden a rabiar a cada coche que consigue terminar. Los ojos se vuelven a la bandera de meta, que se agita por ¨²ltima vez en 2019. Una experiencia que, aunque se repita cada a?o, siempre es ¨²nica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.