De qui¨¦n son los ni?os del infierno
Occidente casi no se muere de hambre, pero s¨ª de miedo, y tambi¨¦n de indiferencia
En el noreste de Siria han nacido unos ni?os en el suelo. Su hogar provisional es un campo de desplazados, que antes fue un campo de refugiados, que luego fue un campo de entrenamiento. Al Hol, Al Roj, no importa, querremos olvidar los nombres: son los lugares donde se hacinan los casi 80.000 yihadistas retenidos por las milicias kurdas tras el derrumbe del Estado Isl¨¢mico. Son mujeres y ni?os. Casi 30.000 ni?os retenidos cerca de Baguz, el ¨²ltimo resquicio del ISIS. El califato ha sido derrocado, pero no hay guerra que depure tanta sangre. Ah¨ª hay encerrado un gran ej¨¦rcito de mujeres organizadas por bandas (las franc¨®fonas, las magreb¨ªes, las africanas, las de Kazajist¨¢n), que siguen el mismo patr¨®n que aprendieron de sus hombres. La violencia que fue late hoy dentro de otra violencia. Erradicar una violencia extrema solo se intenta con m¨¢s violencia extrema. Hace una semana naci¨® Asiya, y dicen que est¨¢ sana, y que es grandota, y que su madre, Luna Fern¨¢ndez, est¨¢ bien. Son espa?olas. Es la ni?a espa?ola del ISIS n¨²mero 16. Diecis¨¦is es un n¨²mero f¨¢cil de asumir. No es el desorbitante n¨²mero 30.000. ?Cu¨¢ntos combatientes quedan en esta guerra? ?A qui¨¦n pertenecen? Unidos los Estados en el terror, ?de qui¨¦n son estos ni?os? Occidente se muere de miedo, esa religi¨®n es ¨²nica. Occidente casi no se muere de hambre, pero s¨ª de miedo, y tambi¨¦n de indiferencia.
Estos ni?os son de sus madres y de sus padres. Los 16 y los 30.000. Igual que los et¨ªopes, igual que en su d¨ªa los ni?os de la Comuna 13 de Medell¨ªn, igual que los que flotan en el Mediterr¨¢neo. Los ni?os son de sus madres y de sus padres y tambi¨¦n son de todos porque, como la lucha contra el deshielo, son el ¨²nico motivo de esperanza y de luz. Los ni?os est¨¢n protegidos en los protocolos de actuaci¨®n, pero no en el suelo en el que nacen. Estos ni?os del ISIS nacen, viven y crecen hacinados en condiciones de extrema pobreza e insalubridad. Y dan miedo. Porque vienen de la guerra y a la guerra ir¨¢n. Son ni?os nacidos de las incubadoras de yihadistas. Pero ni uno solo de nosotros eligi¨® nacer. La mayor¨ªa de los padres de estos ni?os est¨¢n muertos. La mayor¨ªa de las madres de estos ni?os siguen combatiendo, aunque cautivas, aunque, como algunas dicen, no hayan hecho otra cosa que cuidar de su familia. Cuando no hay madre ni hay padre, hay familia, hay tutor legal, hay Estado. Que alguien recoja a estos ni?os del infierno, de una vez.
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