Nueve joyas de la arquitectura en Espa?a que destruimos por especulaci¨®n o desconocimiento
El mercado de Olavide, la f¨¢brica de l¨¢pices Hispania de Ferrol o el cine Trian¨®n de Valencia son solo algunos de los grandes hitos arquitect¨®nicos que no consiguieron escapar de su demolici¨®n
El c¨¦lebre ¨Cy pol¨¦mico¨C caso de La Pagoda proyectada por el arquitecto Miguel Fisac no es una an¨¦cdota en el paisaje urbano de nuestro pa¨ªs. Multitud de edificios singulares, con gran valor arquitect¨®nico, sufrieron el mismo tr¨¢gico final: el derribo. Unas veces debido a la especulaci¨®n del suelo, otras por razones pol¨ªticas o por el car¨¢cter temporal de su concepci¨®n, estos hitos arquitect¨®nicos quedan solo como recuerdo del imaginario popular y acad¨¦mico. Es el momento de contar su historia y transmitir el valor de su legado.
1. Kiosco Canaletas (Barcelona). La joya modernista que result¨® ser demasiado blaugrana
El proyecto original de Antoni Rovira i Trias consist¨ªa en un peque?o establecimiento de madera que vend¨ªa refrescos, caf¨¦ y agua. Construido en 1877, se situ¨® en la zona alta de las Ramblas, en el tramo de Canaletas. Form¨® parte de una serie de intervenciones que el Ayuntamiento de Barcelona hab¨ªa encargado a este arquitecto, director de Edificaciones y Ornamentaci¨®n del Ayuntamiento de Barcelona, para el desarrollo y la mejora del mobiliario urbano de la ciudad a semejanza de otras ciudades europeas.
Del primer propietario Feliz Pons, regente de una barraca de refrescos en la Plaza de la Boquer¨ªa, pas¨® en 1901 a manos de Esteve Sala i Canyadell, que ten¨ªa un bar en las proximidades del campo del F¨²tbol Club Barcelona. De 1901 a 1916 el kiosco vivi¨® su etapa de m¨¢ximo esplendor. Esteve hab¨ªa observado que los aficionados al f¨²tbol se reun¨ªan en la parte baja de las Ramblas para comentar los resultados de los partidos y estableci¨® un sistema de comunicaci¨®n con el puesto de prensa situado all¨ª abajo para preparar m¨¢s intendencias en funci¨®n de los resultados.
Debido al incremento de la clientela, Esteve encarg¨® sucesivas ampliaciones y remodelaciones para mejorar los servicios del kiosco; entre ellas, la de Antonio Utrillo, que llev¨® a cabo un proyecto de estilo modernista que convirti¨® el kiosco en un icono. La afluencia de p¨²blico continuaba creciendo, fueron incorporadas pizarras y paneles para anuncios; Esteve incluso lleg¨® a organizar pe?as de tertulianos. Su v¨ªnculo con el FCB fue tal que lleg¨® a ser presidente del club entre los a?os 1931 y 1936.
Finalmente el kiosco fue demolido en 1951 por orden del alcalde Antonio Mar¨ªa Serrano. Algunas razones apuntan al fuerte v¨ªnculo con la afici¨®n blaugrana y por tanto con el catalanismo, aunque el argumento oficial fue la intenci¨®n de convertir las Ramblas en una v¨ªa m¨¢s atractiva para los peatones.
2. Altar Congreso Eucar¨ªstico (Barcelona). Un hito espiritual con fecha de caducidad
Aquel 35? congreso eucar¨ªstico que tuvo lugar en Barcelona en la primavera de 1952 fue el primero despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial (el anterior se celebr¨® en 1938 en Budapest en un ambiente ya crispado por la tensi¨®n entre ambos bloques). Este acontecimiento supon¨ªa el primer acto internacional del r¨¦gimen franquista, bajo el lema "La eucarist¨ªa y la paz", lo que supuso una importante agitaci¨®n urban¨ªstica para la ciudad de Barcelona.
El altar, situado en la avenida Diagonal ¡ªen aquellas fechas avenida del General¨ªsimo¡ª y dise?ado por el arquitecto Josep Maria Soteras en colaboraci¨®n con los arquitectos Vilaseca y Riudor, fue una de las im¨¢genes ic¨®nicas de aquel momento. Era una construcci¨®n planteada como temporal desde su inicio, pero su particular arquitectura bien habr¨ªa merecido su conservaci¨®n.
La construcci¨®n deb¨ªa responder a dos objetivos: el culto espiritual y la funcionalidad, con una correcta distribuci¨®n de superficies y servicios. De aqu¨ª la soluci¨®n conformada por un gran c¨ªrculo, emblema eucar¨ªstico, a modo de baldaqu¨ªn de 25 metros de di¨¢metro sostenido por tres apoyos: fe, esperanza y caridad, traducidos en una cruz de 35 metros de alto y dos tornapuntas, con la que se buscaba acentuar la espiritualidad.
Todo situado sobre una peana pentagonal de cinco metros de altura sobre el nivel de la calle, a la que se acced¨ªa por la parte posterior, bajo la cruz situada en el v¨¦rtice ¨²ltimo del pent¨¢gono. En ella se alojaban desde una sacrist¨ªa hasta un espacio para emisi¨®n radiof¨®nica, servicios, cabinas telef¨®nicas, almac¨¦n o espacios para cuerpos de seguridad y bomberos, todo ello oculto bajo la sombra del baldaqu¨ªn. El baldaqu¨ªn, que recordaba a los panteones, ten¨ªa perforado un ¨®culo circular por el que pasaba la luz solar de d¨ªa, y que por la noche era artificialmente iluminado.
3. Trian¨®n Palace (Valencia). Un teatro estilo Luis XIV en un pa¨ªs 'sin ley'
Promovido por el empresario Manuel Porres y encargado al joven arquitecto Francisco Javier Goerlich, de 28 a?os, gan¨® r¨¢pidamente la consideraci¨®n de la prensa por su grandiosidad y ostentaci¨®n. A pesar de sus vastas dimensiones con capacidad para 1.500 personas, fue construido en un tiempo r¨¦cord de siete meses y se inaugur¨® en diciembre de 1914 en la calle Pi y Margall, que hoy conocemos como Paseo de Ruzafa, en su confluencia con la calle de Convento de Santa Clara, cuyo solar ocupaba.
Goerlich concibi¨® la construcci¨®n a partir de l¨ªneas modernistas. Decor¨® la fachada con distintos grupos de esculturas, mientras que el interior, obra de Luis Benlliure hijo, deslumbr¨® por su vest¨ªbulo estilo Luis XIV con una imponente escalinata central hacia el patio de butacas y dos escaleras laterales hacia el primer piso.
Hab¨ªa sido originalmente concebido como sala de variedades que ofrec¨ªa al p¨²blico tanto teatro como conciertos, hasta que a?os despu¨¦s, debido a problemas financieros, fue rebautizado como Teatro L¨ªrico y pas¨® a dedicarse exclusivamente al cine, lo que lo convirti¨® en la primera gran sala dedicada a esta actividad. Acabar¨ªa cerrando en 1948, cuando la falta de leyes de protecci¨®n de la arquitectura permiti¨® su derribo para la construcci¨®n de un nuevo inmueble.
4. La f¨¢brica de l¨¢pices Hispania SL?(Ferrol). Racionalismo 'art dec¨®' y econom¨ªa franquista
Su construcci¨®n fue promovida por un representante de material de escritorio que hab¨ªa observado los beneficios que daba la venta de l¨¢pices y plumillas. Era el a?o 1934 y, con el apoyo de un grupo de socios, todos vecinos de Ferrol, constituy¨® la f¨¢brica de l¨¢pices Hispania SL, que ocup¨® unas edificaciones existentes de la ciudad. Fue en 1938, debido al ¨¦xito de la empresa, cuando decidieron la construcci¨®n del nuevo edificio.
Nemesio L¨®pez Rodr¨ªguez fue el arquitecto encargado del proyecto que plante¨® un edificio de l¨ªneas sencillas y geometr¨ªas rectas, acorde con las caracter¨ªsticas del racionalismo industrial que imperaba en aquellos a?os. Incorporaba tambi¨¦n algunos elementos que recordaban a las formas del art dec¨®, estilo que poco antes hab¨ªa tenido su lugar tambi¨¦n en el pa¨ªs.
La f¨¢brica comenz¨® con l¨¢pices y plumillas de acero pero tambi¨¦n produjo l¨¢pices de colores, de carpintero, rotuladores, ceras... Durante los a?os cincuenta, lleg¨® a producir 50 millones de unidades al a?o con una plantilla de m¨¢s de 400 empleados. Todo un ¨¦xito. Pero la cr¨ªtica situaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola tras la autarqu¨ªa, a finales de los sesenta, llev¨® a la implementaci¨®n de unas medidas liberadoras que, en combinaci¨®n con las pol¨ªticas de austeridad, causaron mucho da?o a ciertas industrias que no pudieron competir en la internacionalizaci¨®n de los mercados. Fue el caso tambi¨¦n de Darro, la firma espa?ola de mobiliario que conquist¨® M¨²nich.
Tras aceptar que era imposible recuperar el espacio del mercado perdido, ocupado por pa¨ªses como China, Taiw¨¢n o Checoslovaquia, la sociedad acord¨® disolverse cuando se jubilase su plantilla, y acordaron la fecha del 30 de octubre de 1986 para su liquidaci¨®n. Se vendi¨® la f¨¢brica y las instalaciones quedaron abandonadas, pendientes de un plan de construcci¨®n de un grupo de viviendas a pesar de aquellos que solicitaban su conservaci¨®n para nuevos usos p¨²blicos. Finalmente fue derruida en 2012.
5. Garaje s.e.i.d.a. (Madrid). Un 'spa para los coches' en Chamber¨ª
Ser¨ªa un sue?o que este edificio se hubiera conservado, no solo por su condici¨®n formal sino tambi¨¦n por su particular programa de uso, que representa un tiempo en el que la urgencia no era como la de hoy. Proyectado por el arquitecto Jos¨¦ de Azpiroz y Azpiroz en 1930, respond¨ªa con delicadeza a las l¨ªneas sobrias del racionalismo en sus formas m¨¢s blandas, suavizadas por el redondeo de sus esquinas.
Sus cortas dos alturas, dotaban a las calles Espronceda y Fern¨¢ndez de la Hoz, a las que daba frente, de una armoniosa y agradable escala humana permitiendo un luminoso soleamiento de esta calzada. Esto contribu¨ªa a la condici¨®n de horizontalidad de este volumen que ocupaba una gran parte de la manzana, y que se ve¨ªa reforzada por la delgada l¨ªnea blanca de cornisa que remataba la cubierta.
Lo que m¨¢s nostalgia produce de esta obra es, en cambio, su uso: un completo programa para atender al veh¨ªculo con un est¨¢ndar de calidad de espacios y programas que lejos quedan de los lugares de paso que son los talleres de ahora. Se pod¨ªa encontrar as¨ª una zona de taller, administraci¨®n, servicios, ¨¢rea de venta de coches ¡ªtanto nuevos como usados¡ª, gasolinera o amplias salas de espera e incluso un bar para hacer m¨¢s amena la espera.
La gasolinera se situaba en el chafl¨¢n que culminaba en lo alto con una pilastra de alas, s¨ªmbolo de la empresa. Como es deducible, una construcci¨®n de estas caracter¨ªsticas, que tan poca rentabilidad sacaba al suelo, era presa f¨¢cil de la especulaci¨®n en un barrio de tan alta demanda como es Chamber¨ª.
6. Mercado de Olavide (Madrid). Un gran patio racionalista demolido sin raz¨®n
Posiblemente es uno de los casos m¨¢s representativos de la p¨¦rdida del patrimonio arquitect¨®nico nacional. Bien es cierto que su transformaci¨®n en una plaza habr¨ªa sido buena opci¨®n si se hubiese ejecutado contemplando aquella construcci¨®n proyectada por el arquitecto municipal Javier Ferrero Llus¨ªa, que constitu¨ªa uno de los ejemplos m¨¢s brillantes de la arquitectura racionalista madrile?a. De hecho, su derribo, que tuvo lugar en el a?o 1974, fue altamente pol¨¦mico.
El origen del mercado viene de la segunda mitad del siglo XIX, cuando empezaban a reunirse en la plaza algunos puestos de calle. En 1934, Ferrero recibi¨® este encargo que pertenec¨ªa al plan de dotaciones con el que el gobierno de la II Rep¨²blica trat¨® de solucionar la falta de equipamientos de la ¨¦poca. La planta octogonal del proyecto resolv¨ªa h¨¢bilmente la situaci¨®n urbana de la plaza. Situando el abastecimiento al frente, y un eje de acceso de veh¨ªculos hasta el interior del mismo.
El per¨ªmetro del oct¨®gono iba creciendo escalonadamente en altura hacia el centro hasta llegar al patio central que favorec¨ªa la ventilaci¨®n. Su demolici¨®n fue llevada a cabo mediante voladura controlada, en un desencuentro absoluto entre el Ayuntamiento ¡ªque consideraba obsoleto el modelo de mercado que propon¨ªa¡ª y el grupo de comerciantes, vecinos y arquitectos que defend¨ªan su conservaci¨®n reconociendo su gran valor.
7. Motocine (Madrid). Una locura de hormig¨®n 'born in USA'
Al barrio madrile?o de la Alameda de Osuna todav¨ªa algunos los vecinos lo conocen como el Motocine. Esta instalaci¨®n recreativa fue proyectada por el arquitecto Fernando Chueca Goitia en colaboraci¨®n con el ingeniero Bello Lasierra en 1959, a imitaci¨®n de los ejemplos que triunfaban en EE UU y que, todav¨ªa hoy, ocupan un lugar tan presente en nuestro imaginario. Esta vinculaci¨®n norteamericana fue la raz¨®n de que se ubicase cerca de la base a¨¦rea estadounidense de Torrej¨®n de Ardoz.
Fue el m¨¢s grande de Espa?a y el segundo de Europa, con un aparcamiento para 700 veh¨ªculos y una pantalla gigante de hormig¨®n. Tambi¨¦n se dise?aron unas sillas met¨¢licas bajo techado para aquellos que acud¨ªan en moto. A pesar de la sencillez de la construcci¨®n, se reconoc¨ªa la modernidad de la propuesta en los pabellones de entrada y servicios resueltos eficientemente. Pero el proyecto fue tal vez demasiado ambicioso ¡ªo ingenuo, al pensar que tendr¨ªa el mismo ¨¦xito que en aquel otro lado del Oc¨¦ano¡ª, y no tan abundante la afluencia de soldados como se previ¨® en el momento de su construcci¨®n, lo que lo llev¨® a cerrar pocos a?os despu¨¦s de su apertura.
8. F¨¢brica Monky (Madrid). La f¨¢brica m¨¢s transparente de la N-II
La f¨¢brica de caf¨¦ soluble Monky, construida entre 1960 y 1962, y demolida por sorpresa por sus nuevos propietarios en 1991, es una v¨ªctima m¨¢s de la especulaci¨®n inmobiliaria. Fue dise?ada por Genaro Alas y Pedro Casariego y su apariencia expresionista hac¨ªa que cumpliese tambi¨¦n las veces de anuncio publicitario, exhibiendo su maquinaria como reclamo comercial. Era una soluci¨®n sencilla pero potente, que resolv¨ªa eficientemente los requisitos industriales del programa y los est¨¦ticos de la imagen corporativa.
Al igual que La Pagoda de Fisac, el edificio fue pensado para ser visto desde el coche, ya que se situaba a las orillas de la Nacional II, importante v¨ªa en la capital que conecta con el aeropuerto. El volumen principal ¡ªconformado por un muro cortina de acero y vidrio que respond¨ªa a los principios fundamentales de la arquitectura miesiana y result¨® extremadamente moderno para su tiempo¡ª dejaba ver dentro de ¨¦l el gran cilindro de acero inoxidable del atomizador, de casi 20 metros de alto, pieza principal de la producci¨®n del caf¨¦; y por tanto su mejor reclamo.
Otro volumen contiguo de las mismas caracter¨ªsticas pero m¨¢s bajo albergaba las bater¨ªas de extracci¨®n. Completaban el complejo otros vol¨²menes, que acabados en muros de ladrillo de cara vista y destinados a oficinas y almac¨¦n, se articulaban en armon¨ªa con el fantasma principal.
9. Laboratorios ITT (Madrid). Un envoltorio neomud¨¦jar
A pesar de su nombre, no era un laboratorio como tal sino la sede del Centro de Investigaci¨®n y Desarrollo de Standard El¨¦ctrica. Construido entre los a?os 1966 y 1970, fue Premio Nacional de Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en 1972. Tambi¨¦n localizado en la salida de la ciudad hacia el aeropuerto, en avenida de Am¨¦rica, adquir¨ªa un peso especial como reclamo de la marca.
Dos razones de partida determinaron el proyecto: su posici¨®n de exposici¨®n frente a la v¨ªa y el pensamiento de una futura ampliaci¨®n, de ah¨ª la morfolog¨ªa de su planta con los dos grandes brazos. En cuanto a su fachada, se tuvieron en cuenta la correcta iluminaci¨®n de un espacio de trabajo y la utilizaci¨®n de materiales que fuesen tradicionalmente espa?oles.
As¨ª, se lleg¨® a la idea de aquel cerramiento de muros de ladrillo visto con grandes ventanales tamizados hacia el exterior, marcado por una celos¨ªa de hierro seg¨²n un patr¨®n neomud¨¦jar que envolv¨ªa todo el volumen. Para ocultar los torreones salientes se dise?¨® otro envoltorio con una celos¨ªa m¨¢s sencilla.
La f¨¢brica tuvo una corta vida de alrededor de 30 a?os. Cambios en la normativa legal del suelo llevaron a que los propietarios la derribaran para construir en su lugar un edificio que sacase m¨¢s rentabilidad al suelo, sin valorar la importancia de la calidad de su arquitectura.
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