Fiebre del oro en Groenlandia
Las grandes potencias mundiales est¨¢n compitiendo por posicionarse ante una nueva tierra de nadie que emerge con posibilidades colosales: el ?rtico.
El cambio clim¨¢tico est¨¢ transformando uno de los elementos m¨¢s perdurables de las estructuras de poder, la geograf¨ªa, y las grandes potencias mundiales est¨¢n compitiendo por posicionarse ante una nueva tierra de nadie que emerge con posibilidades colosales: el ?rtico.
Groenlandia, la isla que parece desproporcionadamente grande cuando se contempla desde la proyecci¨®n del mapa de Mercator (donde muestra un tama?o cercano al de ?frica cuando en realidad es similar a M¨¦xico) es uno de los primeros pa¨ªses en evidenciar las consecuencias del calentamiento global sobre la diplomacia internacional. La erosi¨®n de la capa de hielo continental lo ha convertido en un actor emergente en la industria extractiva de recursos minerales y energ¨¦ticos. El levantamiento por parte del Gobierno groenland¨¦s en 2013 de la prohibici¨®n ¡°tolerancia cero¡± a la extracci¨®n de elementos radioactivos como el uranio, adem¨¢s de recordarnos con qu¨¦ facilidad se pueden revertir los compromisos morales m¨¢s grandilocuentes, ha abierto el mercado internacional a sus recursos naturales, desatando una aut¨¦ntica fiebre del oro.
Las compa?¨ªas chinas que dominan la industria minera de los elementos raros, con propiedades esenciales para los productos de alta tecnolog¨ªa, no han perdido el tiempo y cuentan con grandes operaciones en la regi¨®n, como el proyecto Kvanefjeld, en el sur de la isla. Esta presencia econ¨®mica es una pieza m¨¢s de la estrategia de Pek¨ªn en la regi¨®n, recogida en el libro blanco de la pol¨ªtica ¨¢rtica, donde el pa¨ªs se autodenomina ¡°un Estado cercano del ?rtico¡±. Una clasificaci¨®n que carece de reconocimiento internacional oficial y que ha formulado para legitimar sus intereses geopol¨ªticos en la zona, que ha sido incluida en el megaproyecto transnacional de la Franja y la Ruta, a trav¨¦s del ramal de la Ruta de la Seda Polar.
Es desde este contexto de competencia con Pek¨ªn, pero tambi¨¦n con Rusia, que se entiende la finta de Donald Trump: ofrecer la compra de Groenlandia a Dinamarca, cancelar su viaje oficial ante la negativa y retomar con normalidad las relacionas bilaterales. Puesto que Trump es consciente de que la isla no est¨¢ en venta, el ofrecimiento es una clara se?al de la creciente importancia de la regi¨®n ¨¢rtica en un escenario geopol¨ªtico nuevo. Lo resalt¨® el secretario de Estado de EE?UU, Michael Pompeo, en su visita a Finlandia: ¡°Este es el momento de Am¨¦rica de alzarse como una naci¨®n ¨¢rtica y por el futuro del ?rtico¡±. Ahora bien, como respondi¨® a Trump el ex primer ministro dan¨¦s Anders Fogh Rasmussen en The Atlantic, las cuestiones que afectan al ?rtico inducidas por el cambio clim¨¢tico, incluidos los desaf¨ªos medioambientales, la apertura de nuevas rutas mar¨ªtimas y la rivalidad entre potencias, tienen m¨¢s posibilidades de gestionarse eficazmente desde un marco de cooperaci¨®n con sus aliados que de amenaza y divisi¨®n.@evabor3
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