Un estudio recupera datos gen¨¦ticos de un diente de 1,7 millones de a?os
La informaci¨®n extra¨ªda de las prote¨ªnas del esmalte dental es la m¨¢s antigua lograda hasta ahora
El esmalte de un diente de un rinoceronte ya extinguido podr¨ªa revolucionar el estudio de la evoluci¨®n de la vida. Un grupo de cient¨ªficos ha logrado extraer informaci¨®n gen¨¦tica de la dentadura de un ejemplar que paci¨® en Eurasia hace m¨¢s de 1,7 millones de a?os. Se trata de los datos gen¨¦ticos m¨¢s antiguos recuperados hasta ahora. Mas all¨¢ del r¨¦cord, la t¨¦cnica y materiales usados podr¨ªan ayudar a conocer el pasado m¨¢s remoto de las especies, empezando por la humana.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, los avances en el estudio y an¨¢lisis del ADN antiguo o ancestral no han dejado de dar alegr¨ªas a los cient¨ªficos. Con nuevas y precisas t¨¦cnicas se ha podido recuperar cada vez m¨¢s y m¨¢s completa informaci¨®n gen¨¦tica de cruzados de la Edad Media, ma¨ªz milenario o ni?as de hace m¨¢s de 10.000 a?os. Los hitos en esta especie de arqueolog¨ªa gen¨¦tica son dos: la secuenciaci¨®n del genoma de f¨®siles de hom¨ªnidos en la Sima de los Huesos (en el sitio arqueol¨®gico de Atapuerca) de hace 430.000 a?os y la de un ¨¦quido atrapado en el permafrost hace unos 780.000 a?os. Pero nadie hab¨ªa logrado remontarse m¨¢s atr¨¢s, al menos con ADN.
Un amplio grupo de cient¨ªficos especializados en gen¨¦tica ancestral lo intent¨® buscando ADN entre los f¨®siles del yacimiento de Dmanisi. Localizado en Georgia, en el C¨¢ucaso, entre el mar Negro y el mar Caspio, ah¨ª se encontraron los restos del g¨¦nero Homo m¨¢s antiguos fuera de ?frica. Como en otros similares, como el de Atapuerca, junto a los humanos, tambi¨¦n se han encontrado centenares de restos de grandes animales con una antig¨¹edad de casi 1,8 millones de a?os. De algunos de ellos, en particular de rinocerontes ya extinguidos, recuperaron una veintena de huesos y dientes.
Las prote¨ªnas contienen menor informaci¨®n gen¨¦tica que el ADN pero la conservan mucho mejor
No lograron hallar ADN pero s¨ª secuencias completas de prote¨ªnas que, al fin y al cabo, son el resultado de la informaci¨®n contenida en el ADN. Identificaron seis tipos de ellas. A diferencia de las muestras de ADN, que permiten secuenciar todo el genoma, las prote¨ªnas solo codifican una parte espec¨ªfica del mismo. Pero obtuvieron suficiente informaci¨®n gen¨¦tica como para reconstruir muchas de las ramas del ¨¢rbol filogen¨¦tico de los rinocer¨®tidos.
As¨ª, los an¨¢lisis moleculares colocan a este Stephanorhinus como perteneciente a un grupo hermano del formado por el rinoceronte lanudo y el rinoceronte de Merck, ambos tambi¨¦n extinguidos, y relativamente m¨¢s alejado de las cinco especies actuales. Aparte del inter¨¦s taxon¨®mico, el trabajo, publicado en Nature, muestra que las prote¨ªnas pueden ser una v¨ªa alternativa al ADN para adentrarse en el terreno de la arqueolog¨ªa gen¨¦tica.
"Este mismo enfoque de secuenciaci¨®n del proteoma puede servir para ir donde el ADN no llega", explica desde Copenhague, la especialista en paleogen¨¦tica de la universidad de la capital danesa, Jazm¨ªn Ramos Madrigal, coautora del estudio. La integridad del ADN se ve comprometida a medida que el reloj va para atr¨¢s, en especial en las regiones templadas, c¨¢lidas y h¨²medas. "Las prote¨ªnas son m¨¢s estables y se conservan mucho mejor que el ADN", a?ade.
Los datos gen¨¦ticos m¨¢s antiguos obtenidos de ADN son de un caballo de hace unos 0,78 millones de aa?os
Hasta ahora, la ¨²nica prote¨ªna usada en estudios de gen¨¦tica antigua era el col¨¢geno, omnipresente en los huesos. Pero, a diferencia de las prote¨ªnas del esmalte, apenas presenta variabilidad gen¨¦tica a lo largo del tiempo, por lo que poco puede decir una muestra de col¨¢geno de hace un mill¨®n de a?os sobre la evoluci¨®n. Adem¨¢s, recuerda Ramos, "se contamina muy f¨¢cilmente, ya que es pieza b¨¢sica de la piel", mientras que para estropear una muestra de esmalte habr¨ªa que morderla.
El esmalte es el elemento m¨¢s duro que hay en el cuerpo humano y el que mejor se conserva en el registro f¨®sil. As¨ª que los investigadores creen que si aplicara esta t¨¦cnica al estudio de los dientes de los f¨®siles humanos, podr¨ªa irse mucho m¨¢s atr¨¢s en la gen¨¦tica de la evoluci¨®n humana. Lo dice en una nota el principal autor del estudio, el investigador de la Universidad de Copenhague, Enrico Cappellini: "Durante 20 a?os, el ADN antiguo se ha usado para enfrentar preguntas sobre la evoluci¨®n de especies extintas o la adaptaci¨®n y migraciones humanas, pero ten¨ªa sus limitaciones. Ahora, por primera vez, hemos recuperado antigua informaci¨®n gen¨¦tica que nos permite reconstruir la evoluci¨®n molecular m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite temporal impuesto por la conservaci¨®n del ADN".
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