El banderazo
Las elecciones locales de octubre marcan el inicio de la carrera hacia las presidenciales de 2022, llena de elementos a analizar
Las elecciones regionales de octubre marcan el banderazo prematuro de las presidenciales, por lo cual, la baraja empieza a repartirse y a visibilizar a una serie de aspirantes que plantean una carrera por el 2022 llena de elementos a analizar. El primero de ellos es si el uribismo se conformar¨¢ con cuatro a?os de gobierno. Si, adem¨¢s, en el curso de este primer a?o se han sentido realmente representados o si su apuesta hist¨®rica, que ha sido la b¨²squeda de una perpetuaci¨®n en el poder, tendr¨¢ un aterrizaje en los nombres del actual canciller, Carlos Holmes Trujillo, en Paloma Valencia o el actual alcalde de Medell¨ªn, en sonajero para el Ministerio de la Defensa, Federico Guti¨¦rrez.
Por ahora el canciller, hombre de vibrato y otrora liberal, y la congresista del Centro Democr¨¢tico parecen ser las m¨¢s visibles apuestas. No descarto los nombres de Federico Guti¨¦rrez, porque ha resultado ser dentro del escenario nacional, una figura del conservatismo que atrae al partido de gobierno.
Los otros nombres son m¨¢s esperables: Gustavo Petro, quien cada vez deja m¨¢s decepciones a su paso. A pesar de su sagacidad, es capaz de mentir y de errar sin ninguna autocr¨ªtica ni disculpa, como bien se lo record¨® el otro candidato del 2022, el de los verdes, Sergio Fajardo, quien en las pasadas elecciones sac¨® quiz¨¢ la votaci¨®n m¨¢s importante para el centro: m¨¢s de cinco millones de votos. ¡°Descansa un poco Gustavo. No hay necesidad de tantas mentiras, tergiversaciones, trampas, insultos, agresiones, rabia y odio. No todo vale. Falta mucho para el 2022¡±. Es cierto, falta mucho, pero desde ya se sabe c¨®mo pinta el tigre y la presa se asusta.
Qui¨¦n es el tigre y cu¨¢l es la presa. Eso a¨²n no se sabe. Pero s¨ª que no ser¨¢, como esperamos muchos, una campa?a de argumentaci¨®n sino de insultos, muy a pesar de la demostraci¨®n plena del fracaso o al menos cuestionamientos de liderazgos agresivos como los de Boris Johnson, aprendiendo que con el Parlamento ingl¨¦s no es a las malas. La divisi¨®n de poderes garantiza unos frenos bien aceitados para los momentos en que los gobernantes pierden las dimensiones en su egolatr¨ªa. O el otrora halc¨®n John Bolton, consejero de seguridad reci¨¦n echado del cargo por su espejo, Donald Trump, o en Italia Salvini. O m¨¢s cerca, Macri en Argentina, derrotado ante los Kirchner. ?Fracasados o incapaces?
Ante la debilidad de los liderazgos, se esperar¨ªa una reflexi¨®n de fondo en una naci¨®n como la colombiana tan afectada por las violencias de todo tipo, para que quienes aspiren a gobernarnos nos regalaran un poco de serenidad en el discurso.
Siguiendo en el abanico de aspirantes est¨¢n en el Partido Liberal, quien ya prob¨® suerte con Humberto de la Calle. Se trata del exministro Juan Fernando Cristo, quien, pareciera, busca acercar el trapo rojo a la bandera verde. En ese mismo espectro del liberalismo estar¨ªa el procurador Fernando Carrillo, quien viene haciendo una labor destacada muy lejos de la de su antecesor, Alejandro Ord¨®?ez.
Dicen que tambi¨¦n aspira el ahora contralor, a quien llaman Pipe, Felipe C¨®rdoba, quien ha demostrado hacer aprobar, en cuesti¨®n de semanas, superpoderes para quien lo reemplace en la posici¨®n que hoy ostenta. Ojal¨¢ no se le devuelva el monstruo. O al menos no termine por hacerle da?o a quienes desarrollan este pa¨ªs a pesar de las extorsiones.
Por la U, ya no de Uribe ni de Santos, aparece el m¨¦dico y congresista Roy Barreras, y de Cambio Radical, el ahora columnista Germ¨¢n Vargas Lleras. En lo verdes no se descarta que Antonio Navarro vuelva a intentarlo. Y por el Polo, se seguir¨¢ escuchando a Jorge Robledo.
El gallo tapado, o m¨¢s bien ya cantando, es sin duda el barranquillero Alex Char, el alcalde con la cifra de favorabilidad m¨¢s alta del pa¨ªs, y quien despu¨¦s de una gesti¨®n notable se enfrenta a los odios de sus contendores incluso en su propia casa Cambio Radical. Por el conservatismo, es esperable que la actual vicepresidenta Marta Lucia Ram¨ªrez se retire en dos a?os y vuelva a campa?a.
Por ahora est¨¢ claro que el uribismo no se conformar¨¢ con cuatro a?os, que el presidente Iv¨¢n Duque deber¨¢ dejar a un heredero que aunque parecer¨ªa Holmes por su cercan¨ªa actual, es el menos parecido a la narrativa presidencial y generacional. Est¨¢ claro que Vargas y Petro buscar¨¢n la revancha. Que Fajardo aspirar¨¢ a lograrlo en esta oportunidad, que los liberales y conservadores est¨¢n perdidos en sus propias fracturas aunque el procurador tiene opciones si no cae en la tentaci¨®n de inhabilitar contendores antes de dejar el cargo. Por el lado de las FARC, s¨ª habr¨¢ que esperar que la naci¨®n se reconcilie y ellos mismos encuentren al interior de su partido liderazgos que no asusten.
Nuevos liderazgos por ahora no aparecen muy claros. Los que lleguen ojal¨¢ resulten responsables, modernos, regionales y sin tacha. Incorruptibles. Y para entonces, Colombia no caiga en la tentaci¨®n de los extremos y populismos que hoy dominan el mundo amenazando la estructura institucional que podr¨ªa como un domin¨® estallar en mil pedazos sin ver que en el horizonte aparezcan figuras que puedan darle un sentido m¨¢s responsable a la conducci¨®n de pa¨ªses en una ¨¦poca donde las pocas lecciones las est¨¢n escribiendo los literatos y pensadores como Yuval Noah Harari y no los l¨ªderes escogidos por el pueblo.
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