La barbarie avanza
La sublevaci¨®n contra El Asad obedece a razones m¨¢s profundas que a la ausencia de democracia
La voluntad de las autoridades turcas de desplazar en la regi¨®n kurda de Siria que controla a casi un mill¨®n de refugiados asentados en Turqu¨ªa a partir de 2012, recuerda no s¨®lo la tragedia de estos nuevos condenados de la tierra ¡ªque tuvieron que huir de la muerte sembrada tanto por los propios Gobiernos como por las fuerzas insurgentes¡ª, sino tambi¨¦n que los refugiados son m¨¢s que nunca, y a su pesar, una variable en el juego sucio de las relaciones geopol¨ªticas. Son peones, y no seres humanos, en el tablero sangrante de las relaciones de fuerza entre los diversos protagonistas regionales. El presidente turco amenaza, adem¨¢s, con abrir las fronteras hacia Europa en caso de reacci¨®n europea negativa. Para vigilar la zona kurda de Siria, tradicionalmente opuesta a los intereses turcos, se busca ahogarla bajo una avalancha de sirios ¨¢rabes a fin de modificar su tejido ¨¦tnico.
Siria, al igual que todas las naciones de la regi¨®n, es un patchwork ¨¦tnico y confesional que nunca ha logrado ser una naci¨®n realmente consensuada entre sus ciudadanos. La sublevaci¨®n contra El Asad obedece a razones m¨¢s profundas que a la ausencia de democracia. Hay antagonismos seculares entre musulmanes sun¨ªes, alau¨ªes chi¨ªes, musulmanes kurdos de obediencia sun¨ª y laicos que reivindican la aconfesionalidad. En Oriente Pr¨®ximo toda modificaci¨®n territorial autoritaria de la repartici¨®n de las poblaciones genera autom¨¢ticamente una guerra de cien a?os: los casos palestino e iraqu¨ª lo demuestran con creces. Instrumentalizar ahora a los refugiados para presionar el Estado vecino acaba creando las condiciones para nuevas masacres, perpetuando un estado de beligerancia devastador para la paz regional y negando, una vez m¨¢s, los derechos humanos de poblaciones inocentes e indefensas.
Por su parte, tampoco Europa puede dar lecciones: ni los recursos financieros ni la promesa de flexibilizar los visados a los ciudadanos turcos hacia Europa han sido realmente cumplidos, pese a que fueron prometidos en 2016. Sobre los casi tres millones de refugiados llegados a la UE, la inmensa mayor¨ªa ha sido expulsada hacia Turqu¨ªa o abandonada en pa¨ªses europeos sin estatuto de protecci¨®n jur¨ªdica. Adem¨¢s, s¨®lo ha sido (mal) atendida la mitad de los 162.000 refugiados que la Comisi¨®n Europea acord¨® acoger en 2015 con los Gobiernos. Estamos ante un abandono de los refugiados: en Turqu¨ªa so pretexto de la inestabilidad en las fronteras y en Europa ante el auge de la extrema derecha.
La decisi¨®n turca prosperar¨¢ porque El Asad no controla el norte de Siria y no puede afrontar a Turqu¨ªa; EE?UU, muy implicado con la ayuda a los kurdos sirios, tampoco querr¨¢ ahora un conflicto con Ankara. Todos, al fin y al cabo, est¨¢n de acuerdo en considerar que en sus relaciones de fuerzas los refugiados son una buena carta en mano. As¨ª es como avanza la barbarie¡
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