Los carteristas
No ha sido ninguna dictadura progre la que se ha llevado por delante la vida de seis personas y las pertenencias de muchas otras bajo el rigor de la ¨²ltima gota fr¨ªa que golpe¨® el Levante espa?ol
Cuando ¨¦ramos j¨®venes segu¨ªamos en la televisi¨®n las noticias habituales sobre las temporadas del monz¨®n en Asia. Nos sorprend¨ªa esa regi¨®n del mundo que de manera irremediable recib¨ªa una descarga brutal de agua concentrada en algunas semanas. Los muertos se contaban por cientos y determinadas regiones eran devastadas. Nadie hubiera pensado entonces que un fen¨®meno tan puntual se trasladara a nuestro pa¨ªs d¨¦cadas despu¨¦s. Pero a eso se parece esta cadencia de lluvias incontroladas que nos visita ahora cada final de agosto y comienzo de septiembre. Hay miles de personas afectadas, muchas de ellas armadas de m¨®vil grabador, y que cada d¨ªa m¨¢s adoptan el fatalismo zen de sus paisanos asi¨¢ticos. Al temporal se une la p¨¦sima pol¨ªtica de conservaci¨®n y de infraestructuras; en aras del negocio se tiende a ignorar que el impacto ecol¨®gico es de ida y vuelta. T¨² agredes a la naturaleza y la naturaleza te devolver¨¢ el golpe con fiereza. Sin embargo, a ra¨ªz de los incendios devastadores en Canarias durante el verano pasado, el Senado espa?ol trat¨® de pronunciarse con una declaraci¨®n un¨¢nime de apoyo y solidaridad. El d¨ªa de la votaci¨®n, la unidad fue resquebrajada por un elegido para la C¨¢mara que consider¨® una determinada frase inasumible. La frase en cuesti¨®n hac¨ªa referencia a los peligros del cambio clim¨¢tico y al senador le indignaba sumarse, seg¨²n aclar¨®, al dictado de la dictadura progre.
No ha sido ninguna dictadura progre la que se ha llevado por delante la vida de seis personas y las pertenencias de muchas otras bajo el rigor de la ¨²ltima gota fr¨ªa que golpe¨® el Levante espa?ol. El terrorismo peligroso se esconde hoy bajo el negacionismo que abomina de la ecolog¨ªa, porque se est¨¢ cobrando la vida y la salud de muchas personas. En esos mismos d¨ªas, quiz¨¢ sin el eco merecido precisamente porque llov¨ªa a c¨¢ntaros en otra esquina del pa¨ªs, unos diputados han clamado para que la valla en Ceuta y Melilla se convierta en un muro infranqueable. Seg¨²n ellos, los africanos que la saltan traen consigo enfermedades contagiosas muy peligrosas. Pero los ¨²nicos muertos por enfermedades han tenido m¨¢s que ver con el envasado de carne de producci¨®n dudosa, negocio manejado en esta ocasi¨®n por empresarios ni demasiado escrupulosos ni demasiado amantes de la transparencia sanitaria. Sin embargo, as¨ª funciona la pol¨ªtica del carterista. Te toca en la espalda, te se?ala una mancha en la camisa para poder robarte el m¨®vil o el dinero sin que prestes atenci¨®n.
Y, para terminar la semana de charcos, un responsable de los editores de libros de texto escolares repiti¨® la falsa leyenda de que en cada comunidad aut¨®noma se explica una geograf¨ªa y una historia al gusto del poder regional. Es cierto que la idea es apetecible para nuestros caciques locales, pero, como los mismos representantes del gremio de editores corrieron a declarar d¨ªas despu¨¦s, esto no pasa. Es, por tanto, otro sue?o h¨²medo de quienes, si no encuentran razones para su desasosiego, las inventan. Pero esta repetida mentira de la ESO fake funciona como denuncia. A cualquiera le encantar¨ªa confrontar sus convicciones contra argumentos, pruebas y razones. Lo terrible es comprobar que solo se esgrimen falsedades. Hay que animar a quienes sostienen posiciones distintas a armarse de datos veraces; no es tan complicado, basta observar, estudiar y trabajar con ah¨ªnco.
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