Peque?os ahorros para acabar con el retraso en el crecimiento
El r¨¢pido crecimiento de las tecnolog¨ªas digitales significa que millones de peque?as donaciones financieras individuales pueden poner fin al incorrecto desarrollo de los ni?os
En muchos pa¨ªses en desarrollo, las mujeres se asocian de manera regular para contribuir con sus ganancias a un fondo com¨²n. Estas peque?as contribuciones, una vez agrupadas, pueden pagar gastos escolares, dar el impulso inicial a una empresa conjunta o comprar las mejores semillas disponibles para la pr¨®xima temporada de siembra. Agrupar recursos tiene un impacto en toda la comunidad.
Por supuesto, estas contribuciones individuales son peque?as en comparaci¨®n con desaf¨ªos m¨¢s amplios, como mejorar la nutrici¨®n y crear empleo, sin ni siquiera llegar a mencionar el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. Alcanzarlos costar¨¢ millones de millones de d¨®lares, y los fondos financieros prometidos hasta la fecha est¨¢n muy por debajo de lo que se requiere. Por lo tanto, la solidaridad comunitaria debe convertirse en una parte integral de un movimiento ciudadano mundial para contribuir al progreso humano.
Afortunadamente, el r¨¢pido crecimiento de las plataformas digitales y los sistemas de pago hace posible replicar a escala mundial el mecanismo de agrupaci¨®n a nivel comunitario con el prop¨®sito de ayudar a los m¨¢s necesitados. Si bien la agrupaci¨®n comunitaria de fondos no es nueva, las grandes plataformas de pago como WeChat, GoFundMe y M-Changa han digitalizado la solidaridad, lo que hace que hoy en d¨ªa para las comunidades de todo el mundo les sea m¨¢s f¨¢cil que nunca el poder brindar cooperaci¨®n para enfrentarse a problemas y responder a las crisis.
Este sentido de comunidad se puso en evidencia el presente a?o tras los desastres a gran escala ocurridos, entre ellos el cicl¨®n Idai en el sur de ?frica y el incendio en la catedral de Notre Dame en Par¨ªs. Dicho sentido comunitario tambi¨¦n se evidenci¨® en el a?o 2004, durante el periodo posterior al terremoto y tsunami del oc¨¦ano ?ndico. Sin embargo, los avances tecnol¨®gicos durante los 15 a?os que transcurrieron desde el suceso se traducen en que las respuestas en ambos casos hayan sido muy distintas. Tras el tsunami, las personas no pod¨ªan responder directamente para ayudar a las comunidades afectadas en el sudeste asi¨¢tico y ?frica. Hoy en d¨ªa, la banca m¨®vil puede convertir la compasi¨®n en d¨®lares.
Una tragedia poco visible
Sin embargo, ?qu¨¦ pasa con las tragedias menos visibles, como por ejemplo el retraso en el crecimiento de los ni?os? Es m¨¢s dif¨ªcil instar a la acci¨®n a las personas en torno a temas que no aparecen en los titulares de las noticias internacionales. No obstante, en insuficiente desarrollo, como tambi¨¦n la desnutrici¨®n cr¨®nica, son grandes problemas que claman a gritos que la comunidad brinde su colaboraci¨®n para su abordaje.
El retraso en el crecimiento es el resultado de un acceso limitado o nulo a una nutrici¨®n adecuada durante el embarazo y los primeros dos a?os de vida de un ni?o. La afecci¨®n afecta a aproximadamente el 22% de los ni?os menores de cinco a?os del mundo, y la mayor¨ªa de los afectados viven en ?frica y Asia.
Ya que rezaga el desarrollo f¨ªsico y cognitivo de los ni?os, este problema de salud limita sus oportunidades en la vida y los hace menos capaces cuando llegan a adultos con respecto a contribuir a la transformaci¨®n social y econ¨®mica de su pa¨ªs. La resultante insuficiencia de habilidades plantea riesgos de importancia para el crecimiento econ¨®mico futuro en ?frica, el sudeste asi¨¢tico y la India; consiguientemente, plantea riesgos en el mundo. A pesar de que la familia del ni?o es la que asume el coste inicial del retraso en el crecimiento, el impacto econ¨®mico nos afecta a todos.
Mientras que los desastres naturales tienden a ser eventos ¨²nicos que exigen una respuesta inmediata y masiva, proporcionar a las madres y a los ni?os los nutrientes y vitaminas que necesitan requiere un esfuerzo constante y sostenido a lo largo del tiempo.
Ese es el razonamiento detr¨¢s de Unitlife, una nueva iniciativa de la ONU que tiene como objetivo abordar el retraso en el crecimiento con el apoyo de personas que se encuentran en todo el mundo. Mediante la movilizaci¨®n de micro donaciones voluntarias e individuales, Unitlife ayudar¨¢ a financiar programas de nutrici¨®n en los pa¨ªses en desarrollo, especialmente en el ?frica subsahariana. La iniciativa, auspiciada por el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo del Capital, se basa en la exitosa e innovadora organizaci¨®n financiera denominada UNITAID, cuyo fondo de tres mil millones de d¨®lares para combatir enfermedades se financia mediante un gravamen de solidaridad a los billetes de avi¨®n que ya se ha implementado en 10 pa¨ªses.
Desde la comodidad de su hogar, un residente de Los ?ngeles o Nairobi puede realizar una donaci¨®n para apoyar un programa contra el retraso en el crecimiento en Eswatini
En los ¨²ltimos 15 a?os, los operadores de telecomunicaciones, los bancos y las empresas de tecnolog¨ªa financiera (Fintech) han desarrollado sistemas m¨®viles y de pago electr¨®nico (e-pago) que permiten a las personas transferir dinero a la velocidad de un tuit. Desde la comodidad de su hogar, un residente de Los ?ngeles o Nairobi puede realizar una donaci¨®n para apoyar un programa contra el retraso en el crecimiento en Eswatini (antigua Suazilandia). Asimismo, los compradores pueden contribuir con cantidades asequibles en la caja en la que pagan por sus compras, convirtiendo el simple acto de deslizar o escanear sus tarjetas en un fen¨®meno mundial que tiene un impacto en el desarrollo mundial.
De hecho, cualquiera puede contribuir a Unitlife escaneando un c¨®digo QR y agregando una contribuci¨®n asequible a sus compras en l¨ªnea o en una tienda. A su vez, con 20.000 millones de d¨®lares en circulaci¨®n en tarjetas de cr¨¦dito, d¨¦bito y prepagadas en todo el mundo, hay formas casi ilimitadas para apoyar a la lucha contra el retraso en el crecimiento.
Las personas son el recurso m¨¢s importante del mundo, no obstante el retraso en el crecimiento limita las capacidades humanas y reduce la inversi¨®n actual en el futuro. Afortunadamente, el r¨¢pido crecimiento de las tecnolog¨ªas digitales significa que ahora podemos imaginar un mundo en el que millones de peque?as donaciones voluntarias ayudan a poner fin a este flagelo, mejorando la vida de mujeres y ni?os de manera inconmensurable.
Al agrupar recursos localmente, las mujeres de ?frica y Asia est¨¢n elevando el nivel de vida de sus comunidades. Con un fondo comunitario mundial, similar al fondo com¨²n de dichas mujeres, podemos fortalecer los cimientos de la vida, contribuir al progreso humano y asegurar nuestro futuro colectivo.
Philippe Douste-Blazy es exministro de Asuntos Exteriores de Francia y asesor especial del secretario general de las Naciones Unidas para la Financiaci¨®n Innovadora. Carl Manlan es miembro de New Voices 2016 en el Aspen Institute y es director de Operaciones de la Fundaci¨®n Ecobank. Traducci¨®n del ingl¨¦s: Roc¨ªo L. Barrientos. Copyright: Project Syndicate, 2019.
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