Del colegio privado a cruzar una frontera sobre el techo de un taxi
Reproducimos el azaroso relato vital de un joven guineano residente en Madrid en una entrevista dividida en varios cap¨ªtulos. En este primero, cubrimos el trayecto Guinea-Melilla
En la vida de Jean Koulio (Conakry, Rep¨²blica de Guinea, 1995) hubo un antes y un despu¨¦s. La del antes fue la del hijo ¨²nico de un capit¨¢n del ej¨¦rcito de su pa¨ªs; la del alumno aventajado en un colegio privado cat¨®lico. La del despu¨¦s, es la del emigrante que lleg¨® a Senegal con 17 a?os, menos de medio euro en el bolsillo y una tonelada de miedos y dudas a cuestas. El punto de inflexi¨®n: el asesinato de su padre. Pas¨® de tener todo, a no tener nada. La suya es una historia tan particular y tan general como tantas otras. Una historia que se debe conocer despacio, que se debe escuchar de los propios labios de su protagonista.
Esta es la transcripci¨®n de una extensa entrevista realizada a Jean Koulio que se realiz¨® a priori para extraer de ella un peque?o texto destinado a una exposici¨®n de fotograf¨ªa y un libro coordinados por la ONG Cesal. Pero la historia de vida de este guineano y su manera de contarla, con sencillez, humor y una clarividencia que solo un chico con tantos golpes a la espalda puede poseer, merece ser publicada al detalle. As¨ª lo haremos a lo largo de cinco art¨ªculos que ser¨¢n publicados peri¨®dicamente en las pr¨®ximas semanas.
- P. ?Qui¨¦n eres?
- R. Me llamo Jean Koulio y acabo de cumplir 24 a?os, en marzo pasado. Soy del 95. Nac¨ª en Conakry, en un barrio en el kil¨®metro 36.
- P. ?C¨®mo es tu familia?
- R. De momento estoy solo porque mi padre fue militar, capit¨¢n, y lo mataron en 2012. A mi madre no la conoc¨ª; falleci¨® cuando yo ten¨ªa seis meses seg¨²n me dijo mi padre. No fue mi culpa, son cosas de Dios.
- P. ?Y tu padre se qued¨® contigo?
- R. A mi padre lo mataron, le dispararon. Y entonces yo no estaba muy de acuerdo con la mujer con la que se hab¨ªa casado, iban fatal las cosas entre ella y yo.
- P. ?Ah¨ª decides marcharte?
- R. Es que ten¨ªa que marcharme porque como no hab¨ªa nadie para pagar mi escuela¡ Porque yo estaba en la escuela de San Jos¨¦ y hay que tener pasta para pagarla. Era un colegio privado.
- P. Es decir, tu padre te pagaba los estudios... Viv¨ªais bien, ?no?
- R. Yo viv¨ªa bien y no sab¨ªa que un d¨ªa estar¨ªa en Espa?a en situaci¨®n irregular. Ni se me pasaba por la cabeza. Hac¨ªa mi vida tranquilamente, yendo al cole, a San Jos¨¦ y de ah¨ª solo sal¨ªa los fines de semana para ir a casa. Estaba interno, era una escuela de uniforme y yo no era un mal alumno, al rev¨¦s, sol¨ªa ser el primero de mi clase.
Algunas decisiones son dif¨ªciles de tomar pero, cuando es una cuesti¨®n de vida o de muerte, hay que seguir adelante
- P. Cuando tu padre fallece, te cambia la vida...
- R. Ten¨ªa 16 o 17 a?os y me cambi¨® much¨ªsimo la vida, se convirti¨® en un infierno. Pero, como digo siempre, son cosas que he dejado en el pasado e intento seguir adelante. Es dif¨ªcil olvidarlo, pero no soy el primero y no voy a ser el ¨²ltimo [a quien le pasa algo as¨ª].
- P. Estamos hablando de que te cambia la vida, encima con 16 a?os es m¨¢s dif¨ªcil, siendo adolescente¡ ?C¨®mo decides que te vas?
- R. Algunas decisiones son dif¨ªciles de tomar pero, cuando es una cuesti¨®n de vida o de muerte, hay que seguir adelante. Ponte en mi situaci¨®n: tu padre fallece y tiene una esposa con quien no ha tenido hijos, y t¨² eres el ¨²nico de un matrimonio anterior y no est¨¢s de acuerdo con esta mujer. Hay problemas de herencia y yo con 16 a?os no pod¨ªa reclamar nada. No tom¨¦ r¨¢pidamente la decisi¨®n de salir; al principio me instal¨¦ en casa de un amigo, pero no me pod¨ªa quedar para siempre. Un d¨ªa, este me dijo que quer¨ªa irse a Senegal. No se me hab¨ªa pasado esa idea por la cabeza, pero ¨¦l ten¨ªa la posibilidad de llevarme, as¨ª que hicimos juntos el camino.
- P. ?O sea, que te lo propuso tu amigo?
- R. Yo lo propuse, y ¨¦l acept¨®. No ten¨ªamos el mismo caso pero ¨¦l viv¨ªa una situaci¨®n muy dif¨ªcil tambi¨¦n, pues proven¨ªa de una familia en la que el pap¨¢ no ten¨ªa dinero y s¨ª muchos hijos, y ¨¦l que era el primero se sent¨ªa responsable de atender a la familia. Se llama Malick, es mayor que yo, y yo era como su hermanito querido, as¨ª que decidi¨® llevarme y, a partir de Senegal, cada uno se busc¨® la vida. Ahora vive en Alemania con su mujer.
- P. Guinea hace frontera con Senegal, as¨ª que no tardasteis mucho, ?no? ?Fuisteis en autob¨²s?
- R. S¨ª, pero el viaje nos cost¨® cuatro d¨ªas. Viajamos en taxi, y yo encima del coche, en el techo.
- P. ?Por qu¨¦?
- R. Porque con el dinero que ¨¦l ten¨ªa, no pod¨ªa pagarme una plaza dentro, as¨ª que negoci¨® con el cochero para que yo me quedara subido arriba. Eso solo fue para pasar la frontera: empezamos el viaje un martes a las cuatro o por ah¨ª y yo me qued¨¦ en el techo hasta el d¨ªa siguiente, con el fr¨ªo y todo. Son cosas muy dif¨ªciles pero una vez que est¨¢s dentro, aguantas.
- P. ?Qu¨¦ sent¨ªas en ese momento?
- R. La duda que ten¨ªa en ese momento era: voy a salir de mi pa¨ªs y donde voy no conozco a nadie, solo a este chico. Y al llegar all¨ª no puedo dejar mis cosas a ¨¦l, ?c¨®mo voy a sobrevivir? ?C¨®mo voy a comer y a dormir? ?En casa de qui¨¦n? ?Qui¨¦n me aceptar¨¢? Pero lo que digo siempre: nadie tiene que cuestionar el plan de Dios para cada uno de nosotros. El d¨ªa que llegamos a Dakar las cosas empezaron a salir con facilidad. Empezamos a dormir sobre los bancos de un mercadillo, y al cabo de dos o tres d¨ªas encontramos a un chico que ven¨ªa tambi¨¦n de Guinea y nos ayud¨® a meternos en un almac¨¦n de un se?or guineano que ya llevaba m¨¢s de 50 a?os en Senegal. Ah¨ª dorm¨ª durante dos o tres meses, encima de los sacos de patatas.
- P. ?D¨®nde com¨ªais?
- R. El primer d¨ªa yo ten¨ªa en efectivo como 350 francos CFA (medio euro). Eso no es nada. Y con eso comimos.
- P. ?Llegaste a Senegal con medio euro?
- R. Yo no ten¨ªa casi nada, casi, y suerte que encontramos a uno de los amigos de Malick y nos dijo que nos iba a ayudar. Pero yo no pod¨ªa quedar con ellos en la misma casa. Entre los dos ten¨ªamos 350 francos, s¨ª, y con eso compramos un plato de arroz. A los dos d¨ªas solo ten¨ªamos un pl¨¢tano, y yo com¨ªa solo zanahorias. En este momento me lleg¨® a la cabeza que quer¨ªa volver, pero ?c¨®mo hacerlo si no ten¨ªa dinero?
- P. ?Autoestop?
- R. ?De Senegal a Guinea? Eso es una realidad de aqu¨ª. La gente te puede coger, pero para una distancia de 10 o 20 kil¨®metros. Si hablamos de una distancia de dos o tres mil kil¨®metros es imposible. Adem¨¢s, ning¨²n conductor te va a llevar gratis y no vas a ver a ninguna persona que salga de Dakar con su coche y llegue hasta Conakry.
- P. Era complicado no quedarse tirado en medio de la nada...
- R. Claro, y lo que te puede ocurrir es que un se?or acabe su trayecto en un pueblo donde no conoces a nadie, te deje ah¨ª y tengas que esperar hasta que pase otro viajero. ?Y qu¨¦ d¨ªa va a pasar eso?
- P. Entonces tiras hacia adelante...
- R. Ten¨ªa que ganarme la vida. El lunes siguiente (porque llegamos un jueves por la ma?ana), salimos a buscar un empleo. Encontr¨¦ a un se?or, un alba?il, y me dijo que hab¨ªa trabajo de pe¨®n, que si quer¨ªa, al d¨ªa siguiente pod¨ªa empezar. A las siete de la ma?ana del d¨ªa siguiente comenzamos a trabajar para ¨¦l, pero era un poco tonto: me entregaba el dinero a partir del d¨ªa 20 del mes vencido, as¨ª que un d¨ªa le dije que no pod¨ªa seguir as¨ª y que hab¨ªa que cambiar las cosas. Al final trabaj¨¦ para ¨¦l tres meses.
- P. Cu¨¢ndo llegaste a Senegal ?pensabas quedarte o ten¨ªas idea de ir a Europa?
- R. No ten¨ªa planes de ir a Europa, tampoco de quedarme en Senegal m¨¢s tiempo. La ¨²nica idea que me animaba era volver a mi pa¨ªs un d¨ªa.
- P. O sea, que estabas intentando ahorrar dinero y volver, pero no has vuelto. ?Cu¨¢ndo cambiaste de idea?
- R. Cu¨¢ndo Malick y su novia deciden irse a Mauritania. Yo llevaba en Senegal un a?o y tres meses trabajando de varias cosas: en restaurantes, en obras¡ A veces pas¨¦ hasta dos meses sin trabajar, sobreviviendo. Malick se fue con su amiga y despu¨¦s de ocho meses vino [de visita] y me cont¨® que Mauritania era mejor que Senegal porque ¨¦l all¨ª ve¨ªa trabajo, as¨ª que tom¨¦ la decisi¨®n de marcharme. All¨ª pasar¨ªa casi seis meses.
Una persona que espera visado para viajar, es una persona que vive en paz. Pero la persona que vive en guerra no necesita papeles para moverse
- P. Cuando cruzaste la frontera con Mauritania ?ya no tuviste que viajar encima de un coche? ?Ibas mejor?
- R. Hasta la frontera fui en autob¨²s, con una plaza para m¨ª y muy tranquilo. Pero para cruzarla te piden pasaporte y visado. Ah¨ª hab¨ªa que intentar esquivarla (r¨ªe), saltar el control... El control es el mar all¨ª. Hay un r¨ªo que hace frontera entre los dos pa¨ªses, el r¨ªo Senegal, y tienes que cruzarlo en barco, pero en los barcos hay polic¨ªa, as¨ª que hay que coger otra embarcaci¨®n para pasar. Cruc¨¦ tumbado, para que la polic¨ªa no me viera.
- P. Entonces, que de Guinea a Senegal fuiste de forma regular, ?pero luego ya irregular?
- R. Tambi¨¦n viaj¨¦ irregular. Nunca tuve pasaporte.
- P. ?Por qu¨¦ no te lo hiciste antes de irte?
- R. Hay una cosa que me encanta decir: una persona que espera visado para viajar, es una persona que vive en paz. Pero la persona que vive en guerra, con todas las dificultades de la vida, no necesita papeles para moverse, se va sin tener miedo de lo que le pasar¨¢. Esta persona aguanta m¨¢s que quien ha esperado toda su vida para un visado.
- P. Total, que llegaste a Mauritania.
- R. La primera semana me qued¨¦ durmiendo en la calle. Para llegar a Nuakchot desde la frontera me met¨ª en un taxi y dije al conductor que ten¨ªa una hermana all¨ª y que al llegar ella iba a pagar. Entonces le pas¨¦ el contacto de la novia de Malick. El cochero la llam¨® y ella confirm¨® que s¨ª, que estaba en Nuakchot. Y al llegar¡
- P. ?Saliste corriendo?
- R. Hombre¡ (Risas). Ten¨ªa que hacer eso porque si no, me iba a la c¨¢rcel directamente. All¨ª pas¨¦ seis meses, luego me fui a Mali, a Bamako [la capital], donde estuve tres o cuatro meses. Comenzaba el a?o 2014 y me llam¨® Malick para decirme que hab¨ªa llegado a Marruecos y que fuera all¨ª. Entonces yo ya ten¨ªa la esperanza de llegar un d¨ªa a Espa?a, as¨ª que le dije que s¨ª, que iba hacia all¨¢. Llegu¨¦ a Marruecos pasando por Argelia y entrando por Oujda.
- P. Atravesaste Mali y Argelia, y entraste a Marruecos por Oujda, donde se han denunciado casos de maltrato a la poblaci¨®n subsahariana por parte de las autoridades marroqu¨ªes. ?Fue dif¨ªcil?
- R. Es una zona muy complicada. Cuando llegu¨¦, directamente cog¨ª un autob¨²s porque ten¨ªa un poco de dinero despu¨¦s de haber trabajado. Me pas¨¦ m¨¢s de dos semanas de viaje hasta que llegu¨¦ a Marruecos el d¨ªa 6 de marzo de 2014.? Malick finalmente estaba en T¨¢nger; yo me hab¨ªa hecho amigos que conoc¨ªan el camino, y que me dec¨ªan que se dirig¨ªan al monte Gurug¨². Yo quer¨ªa probar de todo. A partir de este d¨ªa y hasta el 11 de marzo de 2015 mi vida fue un infierno.
Continuar¨¢...
La historia de Jean Koulio, en una exposici¨®n
Los pr¨®ximos d¨ªas viernes 4, s¨¢bado 5 y domingo 6 de octubre tendr¨¢ lugar la primera exhibici¨®n de la exposici¨®n Mira con sus ojos. Tendr¨¢ lugar en el marco de Encuentro Madrid, que se celebrar¨¢ en el Pabell¨®n de cristal de la Casa de Campo desde las 15 horas del viernes hasta las 18 horas del domingo.
Adem¨¢s, Encuentro Madrid cuenta con un gran programa en el que la ONG CESAL tambi¨¦n participar¨¢ el viernes, 4 de octubre, a las 18:30h con una mesa redonda en torno a la tem¨¢tica de los migrantes y refugiados. Puedes consultar el programa completo.
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