El campamento para activistas que busca avivar la protesta social

?C?MO SE FABRICA un l¨ªder? ?Qu¨¦ diferencia hay entre poder y autoridad? ?Por qu¨¦ unas campa?as triunfan en el oc¨¦ano de las redes y otras sucumben a su implacable rodillo? ?Se puede usar el arte como denuncia pol¨ªtica? Resolver estos interrogantes era el prop¨®sito del primer campamento para activistas organizado por Greenpeace, que tuvo lugar durante el segundo fin de semana de septiembre en el valle del Ti¨¦tar. Hasta este rinc¨®n de la provincia de ?vila se desplazaron 250 personas mayores de 15 a?os para aprender t¨¦cnicas destinadas a avivar la protesta social.

¡°Es importante construir una narrativa, ganar la pelea del lenguaje¡±, repet¨ªa a primera hora el artivista Kevin Buckland. Este neoyorquino lleva 10 de sus 36 a?os en Barcelona y dedica gran parte de su tiempo a concienciar sobre la crisis clim¨¢tica o las tropel¨ªas medioambientales de las grandes corporaciones. ¡°Es un momento clave. La gente ya est¨¢ alerta y estas jornadas quiz¨¢ sirvan como aprovisionamiento de madera para cuando salte la chispa¡±, comentaba.

Los participantes ¡ªcon mayor¨ªa femenina y una franja de edad entre los 16 y los 35 a?os¡ª acudieron gratuitamente despu¨¦s de una selecci¨®n de entre 450 matr¨ªculas. Pod¨ªan elegir entre diversos ejes tem¨¢ticos y una decena de talleres sobre cuestiones como ciberactivismo, protesta no violenta o estrategias de comunicaci¨®n. Novact, la otra asociaci¨®n convocante, ofrec¨ªa uno de ellos. Trataba roles dentro de un grupo mediante juegos de confianza o representaciones teatrales.¡°Capacidad de conectar ideas y contagiar fortalezas individuales y colectivas guiando hacia un objetivo com¨²n¡±: as¨ª defin¨ªa el concepto de liderazgo uno de los equipos. ¡°Me parece muy ¨²til¡±, expresaba Sara del Valle, psic¨®loga gallega de 29 a?os. ¡°Nos est¨¢n dando muchas herramientas para luchar y reflexionar, porque todos tenemos una inquietud que no sabemos c¨®mo materializar¡±.

Notas de prensa y portavoc¨ªas, Antimilitarismo, Gesti¨®n de conflictos¡­ Los t¨ªtulos de las actividades poblaban pizarras con horarios y flechas. Cada d¨ªa inclu¨ªa descansos para tomar caf¨¦ o t¨¦ y almorzar o cenar platos veganos: todo org¨¢nico y en recipientes reutilizables. Laura Laguna, madrile?a de 26 a?os, licenciada en Ciencias del Deporte y ahora inmersa en un m¨¢ster de Estudios de G¨¦nero, explica: ¡°La juventud se ha desmoralizado por la sensaci¨®n de inmovilismo que le rodea¡±. ¡°Vienen episodios decisivos y necesitamos datos y metas claras¡±, respond¨ªa con vehemencia Adriana Puya, que hab¨ªa volado desde Mallorca.

¡°Hay un cambio interior y otro exterior¡±, apaciguaba Javi Raboso, de 37 a?os y coordinador del campamento. ¡°Queremos abarcar todo el espectro, desde el debate virtual hasta las concentraciones p¨²blicas, porque enfrentarse con el cuerpo tiene una carga simb¨®lica muy potente¡±. En concreto, se ense?aba a los participantes c¨®mo tumbarse en plena calle sin plantar resistencia, como quien est¨¢ dormido. Raboso se muestra satisfecho con la coyuntura actual de estas corrientes: ¡°En algunos casos han cristalizado. Nuestra obligaci¨®n es presionar desde fuera como contrapeso a lo que tienden a hacer las instituciones, que es mantener el statu quo¡±. Al acabar el encuentro, con una manifestaci¨®n a lo largo del recinto, a¨²n resonaban algunas dudas, pero sobresal¨ªa el mensaje original: ¡°Un activista no nace, se hace¡±.