¡°La propaganda racista es eficaz porque toca algo muy profundo de la mente¡±
El catedr¨¢tico italiano sostiene que los bi¨®logos tienen la responsabilidad de anticiparse a los dilemas morales que plantean sus investigaciones
Creerse ¡°en posesi¨®n de la verdad¡± es el peor error que puede cometer un cient¨ªfico, seg¨²n Telmo Pievani (Gazzaniga, Italia, 1970). No es un comentario de pasada: ¨¦l se form¨® primero en f¨ªsica, para luego interesarse por la filosof¨ªa y acabar convirti¨¦ndose tambi¨¦n en un experto de biolog¨ªa evolutiva. Describe la ciencia como un proceso de antagonismo entre los investigadores, quienes intercambian cr¨ªticas para hacer crecer el cuerpo del conocimiento humano.
¡°Si contemplas solo el producto de la ciencia como una fotograf¨ªa objetiva, como algo instant¨¢neo, no parece democr¨¢tico. Pero ha surgido de un proceso de largo debate, es un consenso democr¨¢tico¡±, reflexiona. Pievani ostenta ahora la primera c¨¢tedra italiana de Filosof¨ªa de la Biolog¨ªa, en la Universidad de Padua. All¨ª ense?a bio¨¦tica y comunicaci¨®n a los cient¨ªficos, un complemento que considera esencial para cualquier investigador, pero en particular para los bi¨®logos.
Los mayores retos intelectuales est¨¢n en las disciplinas que m¨¢s r¨¢pido crecen, por ejemplo en el uso de la edici¨®n gen¨¦tica, o en la secuenciaci¨®n gen¨®mica para entender nuestra identidad y genealog¨ªa
En el ¨²ltimo siglo, ¡°la filosof¨ªa de la ciencia ha cambiado su foco de atenci¨®n de la f¨ªsica a la biolog¨ªa¡±, explica el acad¨¦mico y divulgador. ¡°Los mayores retos intelectuales est¨¢n en las disciplinas que m¨¢s r¨¢pido crecen, por ejemplo en el uso de la edici¨®n gen¨¦tica, o en la secuenciaci¨®n gen¨®mica para entender nuestra identidad y genealog¨ªa¡±. Pievani acude a Barcelona invitado por el Instituto Italiano de Cultura para hablar, precisamente, sobre los retos de la edici¨®n gen¨¦tica, pero asegura que los dilemas son transversales a las ciencias de la vida.
El fil¨®sofo se muestra especialmente preocupado por el ¡°doble uso¡± que se puede hacer de las biotecnolog¨ªas ¡ªsimplificando, el uso para bien o para mal¡ª, y el problema que presenta esta ambivalencia ante un desarrollo tan r¨¢pido de la disciplina. Igual que el conocimiento de f¨ªsica nuclear se emple¨® hace d¨¦cadas para crear electricidad pero tambi¨¦n para crear bombas, la innovadora t¨¦cnica de edici¨®n gen¨¦tica CRISPR podr¨ªa llegar a erradicar enfermedades hereditarias o podr¨ªa acabar por generar m¨¢s desigualdades sociales.
Dilemas morales
Un cient¨ªfico indiferente a la dimensi¨®n social de su trabajo puede tener ¡°gran habilidad t¨¦cnica pero no entender estas importantes cuestiones filos¨®ficas¡±, opina Pievani. En Europa, al menos, el fil¨®sofo es optimista porque considera que los investigadores reconocen la necesidad de comulgar con las humanidades: ¡°En la facultad de biolog¨ªa de mi universidad los propios cient¨ªficos organizan seminarios de bio¨¦tica¡±, comparte.
En Estados Unidos, sin embargo, biotecn¨®logos como Craig Venter (quien fund¨® una empresa privada para ser el primero en secuenciar el genoma humano) se aferran a lo que Pievani llama ¡°la postura cl¨¢sica¡±: ¡°dicen que su trabajo es una labor t¨¦cnica, pero que las consecuencias deben debatirlas los fil¨®sofos y los pol¨ªticos¡±. ?Tienen estos investigadores la responsabilidad moral de anticiparse a las consecuencias de su trabajo? ¡°Absolutamente¡±, zanja Pievani.
Descubrir diferencias biol¨®gicas entre personas a menudo es pretexto para quien busca discriminar a las minor¨ªas sociales. No por ello se debe dejar de investigar, ya que la informaci¨®n es una herramienta para combatir la injusticia
Este debate que sacude a la biotecnolog¨ªa se reproduce en otro campo que preocupa especialmente al fil¨®sofo: la psicolog¨ªa evolutiva. A pesar de que esta disciplina est¨¢ en pa?ales y tiende a proyectar ¡°una visi¨®n muy simplista de la evoluci¨®n de la mente humana¡±, Pievani reconoce que ha emergido ¡°una nueva ola de psicolog¨ªa evolutiva m¨¢s consciente de la interacci¨®n entre la evoluci¨®n biol¨®gica y la cultural¡±.
En este caso, el peligro no yace tanto en c¨®mo se pueda aplicar una t¨¦cnica nueva sino en c¨®mo se pueda enarbolar el nuevo conocimiento. ¡°Ocurre con el estudio de la homosexualidad¡±, ejemplifica Pievani: descubrir diferencias biol¨®gicas entre personas a menudo es pretexto para quien busca discriminar a las minor¨ªas sociales. No por ello se debe dejar de investigar, a?ade, ya que la informaci¨®n ¡°es una herramienta para combatir la injusticia¡±.
La ciencia del racismo
¡°Considere el ejemplo de las razas humanas: desde el punto de vista gen¨¦tico, ahora sabemos que las razas no existen. Son un concepto err¨®neo, la humanidad no lleva suficiente tiempo en la Tierra como para haberse separado en razas por evoluci¨®n¡±, se?ala. ¡°Sin embargo, sabemos gracias a la psicolog¨ªa evolutiva que el concepto cultural de la raza es poderoso, que las categor¨ªas raciales son muy intuitivas para nuestro cerebro. Ahora sabemos que la propaganda racista es eficaz porque toca algo muy profundo de la mente¡±.
Ahora sabemos que las razas no existen. Son un concepto err¨®neo, la humanidad no lleva suficiente tiempo en la Tierra como para haberse separado en razas por evoluci¨®n
Pievani lamenta que los sesgos hayan llegado incluso a la comunidad cient¨ªfica, donde ¡°el debate contin¨²a¡±. ¡°Algunos cient¨ªficos dicen que negamos la realidad objetiva?de las razas porque tenemos miedo al racismo¡±, explica. ¡°Me parece un comentario peligroso, porque no es el verdadero motivo. Hemos descubierto que la evoluci¨®n humana es incompatible con las razas. Este es un claro ejemplo de la relaci¨®n que tiene el conocimiento cient¨ªfico con el debate p¨²blico y pol¨ªtico¡±.
Tambi¨¦n considera responsabilidad de los cient¨ªficos rendir cuentas ante la sociedad: ¡°Me alegra que al pedir una beca de investigaci¨®n haya que exponer tambi¨¦n un programa de divulgaci¨®n¡±, dice. Adem¨¢s de sus charlas y de sus libros populares de ciencia y filosof¨ªa, Pievani aboga por un nuevo modelo de comunicaci¨®n que llegue a ¡°gente que no siente motivaci¨®n por la ciencia¡±. ?l realiza producciones de teatro y m¨²sica mediante las que busca ¡°compartir con un p¨²blico amplio que la ciencia no cuenta solo con un conjunto de t¨¦cnicas, sino con una cultura y con un lenguaje propios¡±.
No solo pretende exponer nuevo conocimiento y contribuir a la formaci¨®n del electorado, sino tambi¨¦n transmitir el concepto de cultura cient¨ªfica, dejar claro que la ciencia es otra actividad humana. Esto puede ayudar a entender, por ejemplo, por qu¨¦ el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) es la autoridad mundial en su campo. ¡°La autoridad [cient¨ªfica] es un concepto paternalista¡±, aclara Pievani. ¡°Pero si reconoces que la evidencia cient¨ªfica es un valor m¨ªnimo que comparten todas las partes formadas, entonces la aceptas. Aceptas la informaci¨®n, y con ella ya tomas tus decisiones¡±.
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