¡°El problema no es la negaci¨®n del cambio clim¨¢tico, es la indiferencia¡±
David Wallace-Wells, autor de 'El planeta inh¨®spito', cree que la subida de temperaturas es inevitable y que todos los paisajes del mundo van a cambiar
Desde su publicaci¨®n en Estados Unidos, El planeta inh¨®spito. La vida despu¨¦s del calentamiento (Debate), libro del periodista David Wallace-Wells (Nueva York, 1982) que acaba de salir en Espa?a, caus¨® una honda impresi¨®n por la forma en que enfoca el cambio clim¨¢tico. Su tesis, basada en miles de datos (casi un tercio de su ensayo son notas a pie de p¨¢gina), es que ya es demasiado tarde: los efectos de la crisis ser¨¢n devastadores, hagamos lo que hagamos. Aun as¨ª, la humanidad debe seguir recortando las emisiones, para no llegar a niveles letales de calentamiento que provocar¨¢n un sufrimiento inimaginable, pero sobre todo tiene que prepararse para mitigar los efectos de lo que, inevitablemente, viene. Director adjunto de la revista New York Magazine, su libro naci¨® primero como un art¨ªculo y fue creciendo hasta convertirse en un inquietante aldabonazo sobre el futuro de la humanidad. Esta entrevista se realiz¨® el lunes en Madrid.
Pregunta. ?Estamos condenados? Su libro recuerda un poco a aquel relato de Ray Bradbury en el que dos personajes esperan con paciencia el fin del mundo, anunciado para esa misma tarde, hasta que uno de ellos se da cuenta de que se ha dejado un grifo abierto. Lo cierra y vuelve a esperar el final¡
Respuesta. Es una cuesti¨®n de c¨®mo definimos "condenados". Creo que ya es inevitable una subida de las temperaturas, es imposible evitar los dos grados de calentamiento, un nivel que los cient¨ªficos consideran catastr¨®fico. La cuesti¨®n es cu¨¢nto sufrimiento van a provocar esos dos grados. A veces caemos en la trampa de pensar de forma binaria en el cambio clim¨¢tico. ?Es real o no es real? ?Lo derrotaremos o nos derrotar¨¢ a nosotros? ?Est¨¢ ya aqu¨ª o forma parte del futuro? Para m¨ª el enfoque es que cada grado de subida de temperatura que logremos reducir evitar¨¢ a su vez una enorme cantidad de sufrimiento humano. Si tenemos la esperanza de conservar el clima tal y como es ahora, creo que estamos condenados. Pero eso no significa que el proyecto de conservar la vida humana tambi¨¦n est¨¦ condenado. En un mundo con dos o tres grados de calentamiento, con un nivel enorme de dolor y sufrimiento, seguiremos pensando c¨®mo mejorar nuestra vida, en nuestros seres queridos¡ Creo que aunque suba la temperatura nuestra civilizaci¨®n sobrevivir¨¢ y nos adaptaremos. La cuesti¨®n es cu¨¢nto nos adaptaremos y con qu¨¦ grado de calentamiento tendremos que lidiar.
P. ?Y no podemos hacer nada?
R. Es importante entender que el aumento de la temperatura depende de nosotros. No es un proceso que ocurra fuera de nuestro control, sino a causa de lo que hacemos. Una de las cosas que hacen muy inquietante el calentamiento es que demuestra el poder que tenemos sobre el clima. Soy esc¨¦ptico sobre la posibilidad de que lleguemos a vivir en un mundo que sea confortable, pero cu¨¢nto calentamiento evitaremos depende de lo que hagamos en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
P. Pero una de las cosas que plantea su libro es que el clima cambia muy r¨¢pido y que unos procesos desencadenan otros. ?Hasta qu¨¦ punto tenemos la situaci¨®n bajo control?
R. Creo que seguimos teniendo el control y lo tendremos todav¨ªa durante unos a?os. ?En qu¨¦ momento entraremos en un sistema que se calienta solo y no solo impulsado por las emisiones de carbono? No sabemos cu¨¢ndo ocurrir¨¢ y da mucho miedo pensar en ese momento. Para m¨ª es otro argumento a favor de actuar r¨¢pidamente, para no alcanzar ese punto de inflexi¨®n. Algunas partes del sistema est¨¢n ya fuera de nuestro control, pero las emisiones de carbono provocadas por la humanidad siguen siendo el factor principal del cambio clim¨¢tico.
"El aumento de la temperatura depende de nosotros. No es un proceso que ocurra fuera de nuestro control"
P. ?Qu¨¦ sensaci¨®n le dej¨® la reciente?cumbre sobre el clima de Nueva York? ?Cree que los dirigentes fueron lo suficientemente concretos?
R. La parte geopol¨ªtica del problema me parece la m¨¢s preocupante. Puedo imaginar que se encuentren soluciones tecnol¨®gicas, que naciones e individuos tomen medidas concretas, pero organizar este proyecto a nivel global me parece un aut¨¦ntico desaf¨ªo. El Acuerdo de Par¨ªs es un fracaso de hecho porque casi ning¨²n pa¨ªs va a cumplir los objetivos de emisiones, y la evoluci¨®n geopol¨ªtica del mundo, con pa¨ªses retir¨¢ndose del orden internacional y abrazando el nacionalismo, hace que el problema sea mucho m¨¢s dif¨ªcil de solucionar. Pero creo que tenemos hacer todo lo posible para evitar esto.
P. ?Se refiere a cada ciudadano individual, que cambie sus h¨¢bitos de desplazamiento o de alimentaci¨®n?
R. Creo que las acciones individuales tienen un papel, pero muy peque?o si se compara con las acciones pol¨ªticas. El impacto que los individuos pueden tener, a trav¨¦s de lo que compran o c¨®mo viajan, es trivial comparado con el impacto que pueden lograr los grandes cambios pol¨ªticos. Estabilizar el clima del planeta nos obliga a eliminar completamente las emisiones de carbono. No vale con reducir las emisiones, hay eliminarlas. A no ser que nos imaginemos a los ocho mil millones de habitantes del planeta renunciando a desplazarse o haci¨¦ndose veganos, lo que necesitamos es inventar prote¨ªnas no animales y lograr viajar sin avi¨®n sin marca de carbono y eso representa cambios de pol¨ªtica a gran escala.
P. En su libro, asegura que no cree que podamos confiar solo en la tecnolog¨ªa para encontrar una soluci¨®n a la crisis.
R. Tengo una relaci¨®n complicada con la tecnolog¨ªa. Creo que la tecnolog¨ªa forma parte de la soluci¨®n, sin duda. Y ya hemos logrado innovaciones, por ejemplo el progreso y el precio de las renovables. Estamos viviendo el principio de la tecnolog¨ªa que permite capturar carb¨®n, pero que algo sea posible en el laboratorio no significa que se pueda aplicar en la realidad y mucho menos en la escala necesaria. Tenemos la tecnolog¨ªa, pero no podemos asumir que pueda ser desplegada globalmente para evitar los escenarios catastr¨®ficos. Es un problema que no puede tener una sola soluci¨®n: es demasiado complicado y demasiado amplio porque cualquier aspecto de nuestra vida tiene una marca de carbono. Es el mayor problema al que se ha enfrentado la humanidad.
P. ?Y c¨®mo le explica eso a Donald Trump, o a Jair Bolsonaro o incluso al nuevo Ayuntamiento de Madrid, que ha rebajado dr¨¢sticamente la zona de bajas emisiones actualmente existente? ?C¨®mo le explica todo esto a los que niegan el cambio clim¨¢tico o, sin negarlo, se quedan de brazos cruzados?
R. El gran problema no es la negaci¨®n del cambio clim¨¢tico, es la indiferencia. Tanto en Estados Unidos como en Europa, la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n cree que el cambio clim¨¢tico es un hecho. El problema es que muy pocos est¨¢n dispuestos a tomar medidas radicales. Eso es lo dif¨ªcil: que esa gente pase de estar remotamente preocupada a estar muy preocupada por su futuro inmediato. Dirigirse al 10% o 20% que no cree en el cambio clim¨¢tico ser¨ªa perder el tiempo. Es m¨¢s o menos el mismo porcentaje de los estadounidenses que cree que en la Tierra viven alien¨ªgenas. Y a esa gente le dir¨ªa: miren a su alrededor, escuchen las noticias, contemplen lo que ocurre solo con 1,1 grados de subida de las temperaturas. Ahora mismo la temperatura del planeta es m¨¢s elevada de lo que ha conocido la humanidad en su historia. Y vamos a tener en el mejor de los casos un aumento de la temperatura del doble: veremos ciudades en Oriente Pr¨®ximo y Asia en las que har¨¢ tanto calor que no se podr¨¢ salir a la calle en verano, habr¨¢ mil millones de refugiados clim¨¢ticos. Y estamos hablando de 2040 o 2050. Y eso implica construir ciudades completamente nuevas. Necesitamos mostrar que actuar r¨¢pidamente es esencial para todos.
"La parte geopol¨ªtica del problema me parece la m¨¢s preocupante"
P. Cuando contemplamos los cuadros de los maestros holandeses durante la Peque?a Edad de Hielo no reconocemos ahora los paisajes helados que aparecen en ellos. ?Nos ocurrir¨¢ lo mismo con los paisajes en los que vivimos actualmente?
R. Todos los paisajes del mundo van a cambiar durante este proceso. Y todo lo que pensamos que eran caracter¨ªsticas inmutables de nuestro entorno se van a transformar. Creo que la Peque?a Edad de Hielo es una ilustraci¨®n interesante: la humanidad sobrevivi¨® aunque en medio de mucho sufrimiento. Pero el cambio clim¨¢tico provocado por el hombre es muy dram¨¢tico.
P. Durante la Peque?a Edad de Hielo en algunas zonas de Europa la esperanza de vida se redujo hasta los 30 a?os, mucho menos que en la Edad Media.
R. Desde un punto de vista podemos decir que la cosa no fue tan mal, que sobrevivimos. Desde otra perspectiva, podemos decir que el sufrimiento fue dram¨¢tico y que cambi¨® por completo la sociedad en ese periodo. Y ahora nos adentramos en una era en la que todo ser¨¢ mucho m¨¢s dram¨¢tico. Los paisajes a los que estamos acostumbrados ser¨¢n muy diferentes en nuestra vejez. Y ser¨¢ el reflejo a su vez de un declive agr¨ªcola, de crisis econ¨®micas y de problemas de salud p¨²blica. Ning¨²n aspecto de la forma en que vivimos juntos en este planeta se librar¨¢ de los efectos del cambio clim¨¢tico. Es casi como si hubi¨¦semos aterrizado en un nuevo planeta. Tambi¨¦n pienso que somos una sociedad m¨¢s adaptable y m¨¢s tecnol¨®gica que en aquella ¨¦poca.
¡°No vale con reducir las emisiones, hay que eliminarlas"
P. ?Qu¨¦ piensa del movimiento que encabeza Greta Thunberg? ?Cree que es el s¨ªmbolo de algo que est¨¢ cambiando muy r¨¢pidamente?
R. Es el rostro de un movimiento pol¨ªtico global enorme. Es el ejemplo de los adolescentes que ven esta crisis mucho m¨¢s claramente que sus padres y que piensan, con raz¨®n, que por qu¨¦ las otras generaciones est¨¢n haciendo tan poco para proteger el planeta en el que van a vivir ellos. La historia de Greta es sorprendente y emocionante. Hace un a?o, era una adolescente sin amigos que se sentaba sola con un cartel ante el Parlamento sueco y un a?o despu¨¦s lidera marchas en las que participan millones de j¨®venes y adultos y se ha convertido en el rostro indudable del movimiento contra el cambio clim¨¢tico. Es fascinante que se convirtiese en eso. Y es importante tener en cuenta que no est¨¢ pidiendo el control, no quiere dirigir las pol¨ªticas, ni siquiera realiza peticiones particulares, lo que pide es que los l¨ªderes actuales presten atenci¨®n a la ciencia y dise?en pol¨ªticas que la ciencia pide. No creo que exista un precedente similar en toda la historia: que una adolescente de 16 a?os lidere un movimiento de millones de personas. La opini¨®n p¨²blica se est¨¢ moviendo muy r¨¢pidamente, sobre todo los j¨®venes, y que creo que refleja el impacto incontestable del cambio clim¨¢tico. Refleja que hace un a?o el IPCC (el grupo de expertos de la ONU) difundi¨® un informe que mostraba que sus efectos van a ser mucho m¨¢s dram¨¢ticos de lo que se pensaba hasta ese momento. Es tambi¨¦n el reflejo de los efectos del clima extremo que vemos cada d¨ªa, que nos convierte a todos en activistas clim¨¢ticos. Vemos esos v¨ªdeos horribles de fuegos que en segundos devoran una ciudad entera. Y los cient¨ªficos dicen que los incendios ser¨¢n dos o cuatro veces peores y ni siquiera pueden hacer predicciones sobre c¨®mo ser¨¢n en un futuro m¨¢s lejano. Por no hablar de las sequ¨ªas y de los huracanes sin precedentes.?
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