Una Europa que proteja
Los derechos humanos y su protecci¨®n deben estar situados en el n¨²cleo de las pol¨ªticas de la UE
Nada menos que Protecci¨®n del Estilo de Vida Europeo es el alambicado t¨ªtulo con el que la nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, ha bautizado la vicepresidencia encargada de las migraciones, la seguridad, el empleo y la educaci¨®n. ?Seguridad para contener el flujo migratorio que, estad¨ªsticamente demostrado, viene aminor¨¢ndose? ?Empleo garantizado para los europeos, cuya econom¨ªa necesita de la entrada legal y regulada de migrantes? ?Educaci¨®n para que los ciudadanos europeos entiendan lo que todo esto significa o para educar en el ¡°estilo de vida europeo¡± a quienes arriban a nuestras costas huyendo de la miseria y/o la guerra?
?Estamos ante una posici¨®n ideol¨®gica o ante una ausencia de sensibilidad de la pol¨ªtica democristiana? ?Ha doblegado su voluntad alg¨²n asesor provocador? Por supuesto, no todos en la derecha europea adolecen de igual ausencia de tacto. Donald Tusk, en la asamblea de la familia pol¨ªtica de Von der Leyen, pronunci¨® hace unos meses un discurso que viene a cuento: ¡°Si toleras la xenofobia, no eres un dem¨®cratacristiano, si colocas al Estado y a la naci¨®n en contra o por encima de la libertad y la dignidad del individuo, no eres un democratacristiano, si est¨¢s a favor del agresor y en contra de la v¨ªctima, no eres un democratacristiano...¡±.
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Desde luego, los europeos estimamos nuestro estilo de vida y bienestar ¡ªbolsas ingentes de pobreza aparte¡ª, logrado en parte durante d¨¦cadas por quienes llegaban de fuera, que tambi¨¦n aprecian dicho bienestar. El predecesor de Von der Leyen, Jean-Claude Juncker, mostr¨® asimismo su inter¨¦s por preservar el modo de vida europeo y habl¨® de ¡°una Europa que proteja¡±, pero exigiendo que esta asumiera sus responsabilidades y con una considerable dosis de autocr¨ªtica: ¡°Nuestra Uni¨®n se encuentra en una crisis existencial. Nunca antes hab¨ªa visto que hubiera tan pocas cosas en com¨²n entre nuestros Estados miembros... nunca antes hab¨ªa visto tanta fragmentaci¨®n, tan pocas cosas en com¨²n en nuestra Uni¨®n¡±.
Ursula von der Leyen inicia su texto mencionando el art¨ªculo 2 del Tratado de la Uni¨®n Europea (TUE), nuestras se?as de identidad: ¡°La Uni¨®n se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las personas pertenecientes a minor¨ªas. Estos valores son comunes a los Estados miembros en una sociedad caracterizada por el pluralismo, la no discriminaci¨®n, la tolerancia, la justicia, la solidaridad y la igualdad entre mujeres y hombres¡±. Creo que el art¨ªculo de la nueva presidenta puede interpretarse como su presentaci¨®n ante la opini¨®n p¨²blica europea. En ¨¦l no se refiere a nada o a nadie que no sea puramente europeo. No menciona la solidaridad. El presidente Juncker no perd¨ªa ocasi¨®n para recordar que la palabra ¡°solidaridad¡± aparece 16 veces en los sucesivos tratados de la Uni¨®n. Von der Leyen habla de ¡°proteger a los m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad¡± (la europea pura, se entiende). El presidente de Francia tambi¨¦n ha hablado de proteger. Pero de otra manera.
As¨ª, Macron: ¡°?Lograr¨¢ Europa defender sus valores profundos? Debemos construir... una Europa que proteja frente a los desajustes de la globalizaci¨®n¡±. Pero a?ade: ¡°Los refugiados son personas que solicitan asilo en nuestro pa¨ªs. Hablamos de hombres y mujeres cuya vida corre peligro en sus pa¨ªses y que la arriesgan para venir hasta nosotros huyendo de pa¨ªses en guerra. Les debemos hospitalidad y humanidad¡±.
Con su poder normativo, la UE ha pretendido influir en el mundo extraeuropeo, bas¨¢ndose en el TUE. Con su acci¨®n exterior ha impulsado los valores y principios en ¨¦l contemplados en la esperanza de que fueran acogidos en ese mundo. En 2005, Pascal Lamy, comisario de Comercio ¡ªque consideraba su departamento parte de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n¡ª, trabajaba para que la pol¨ªtica comercial sirviera para gestionar y gobernar la globalizaci¨®n para hacerla compatible con esos valores europeos.
Dice Von der Leyen que ¡°para algunos, el estilo de vida europeo es un t¨¦rmino capcioso y con significaci¨®n pol¨ªtica, pero no podemos ni debemos dejar que nos quiten nuestro lenguaje¡±. El m¨ªo coincide con el de Hannah Arendt: ¡°La historia contempor¨¢nea ha dividido a los seres humanos en dos categor¨ªas: los que son confinados en campos de concentraci¨®n por sus enemigos y en campos de internamiento por sus amigos¡±, La UE est¨¢ moral y pol¨ªticamente obligada a articular antes de que sea tarde una respuesta humana y digna a la denominada crisis de los refugiados ¡ªen realidad, crisis de Europa¡ª y a situar los derechos humanos y la responsabilidad de protegerlos en el n¨²cleo de sus pol¨ªticas. En suma, como dijo en su momento el memorable presidente de Uruguay, Jos¨¦ Mujica ¡ªque predicaba con el ejemplo¡ª, tenemos que empezar a pensar como especie.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a y antiguo eurodiputado.
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