El bamb¨² ya es tendencia y se estudia en Madrid
Los usos en la arquitectura y sus beneficios medioambientales y sostenibles congregan a decenas de expertos en el primer simposio ib¨¦rico sobre esta hierba
Puede crecer hasta un metro de longitud al d¨ªa, su consumo de agua es m¨ªnimo y absorbe una gran cantidad de di¨®xido de carbono. Por su resistencia, flexibilidad y coste sirve como un id¨®neo material de arquitectura, e incluso funciona como impulsor de un tipo de econom¨ªa verde en el sector agrario o en el de fabricaci¨®n de productos desechables. Como ya contaba este art¨ªculo, el bamb¨² no solo sirve de alimento para osos panda: es un elemento de m¨²ltiples usos. En pa¨ªses donde no se cultiva, sin embargo, se ve como algo ex¨®tico. Como un ornamento tropical. Se confunde su fachada est¨¦tica con el env¨¦s pragm¨¢tico, d¨¢ndole la espalda a un valor de futuro sostenible.
Con la idea de promover sus cualidades se congregaron decenas de expertos en el Primer Simposio Ib¨¦rico del Bamb¨², celebrado el pasado martes en Madrid. ¡°Necesitamos crear conciencia sobre este material y que se integre a las sociedades de Europa¡±, explic¨® durante uno de los recesos Li Ting, asistente ejecutiva de la directora general de Inbar (Organizaci¨®n Internacional del Bamb¨² y el Rat¨¢n). Esta entidad era una de las organizadoras junto a Bambusa, asociaci¨®n dedicada a crear estructuras con esta hierba. Isaac Gonz¨¢lez, uno de sus miembros, destac¨® que el bamb¨² todav¨ªa suena en nuestro continente a algo lejano: ¡°Queremos que se tengan en cuenta sus cualidades y que no se considere ef¨ªmero o raro. Falta la tradici¨®n de Sudam¨¦rica o China, pero se puede introducir poco a poco. Nos consta que los tipos de suelo, temperaturas y consumo de agua que requiere la mayor¨ªa de especies es perfectamente compatible con el clima de Espa?a. Y se est¨¢ trabajando tambi¨¦n la posibilidad de usarlo como fitodepurador para aguas residuales, lo que implica que no sustituir¨ªa un ecosistema aut¨®ctono porque ya estar¨ªa degradado¡±, coment¨® en relaci¨®n con el provecho que est¨¢n obteniendo de esta planta en estos lugares.
La jornada ¡ªque tuvo lugar en el Instituto de Ciencias de la Construcci¨®n Eduardo Torroja, perteneciente al Centro Superior de Investigaci¨®n y Ciencia (CSIC)¡ª abord¨® el bamb¨² a trav¨¦s de distintos m¨®dulos o vertientes: desaf¨ªos medioambientales, condiciones de mercado o legislaci¨®n. Sobre estos ejes se articularon las diferentes ponencias a lo largo de toda la ma?ana. ¡°Lo importante es inculcar la idea de que es un material sostenible y no contemplarlo como un recurso pobre. En Europa hay ciertas limitaciones que tienen que ver con el desconocimiento y con el marco legal¡±, esgrimi¨® Borja De La Pe?a, responsable de las pol¨ªticas globales de Inbar. Seg¨²n insist¨ªa De La Pe?a, este material puede utilizarse en el sector de la construcci¨®n o del textil y como sistema para tratar aguas residuales o controlar la erosi¨®n del terreno. ¡°No solo supone un motor del desarrollo sino que, adem¨¢s, est¨¢ directamente relacionado con seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para 2030¡±, apunt¨®.
El bamb¨², seg¨²n se enumer¨®, cumple con el primer punto de este acuerdo internacional, el fin de la pobreza, gracias a generar trabajo; ataca al s¨¦ptimo, al erigirse como ¡°energ¨ªa asequible y no contaminante¡±; convierte las ciudades y las comunidades en ¡°sostenibles¡±, aprovechando sus tallos ¡°flexibles, modernos y resistentes¡±; responde a una producci¨®n y un consumo responsable (objetivo 12); es una soluci¨®n contra el cambio clim¨¢tico, como se destaca en el apartado 13; y ayuda a sujetar el suelo regular el flujo de agua, es decir, a mantener esa vida terrestre indicada en el punto 15. ¡°Ofrece una fuente primaria de alimento y refugio para algunos de los animales m¨¢s emblem¨¢ticos y en peligro de extinci¨®n del mundo¡±, se?alaron desde Inbar.
Lo importante es inculcar la idea de que el bamb¨² es un material sostenible y no contemplarlo como un recurso pobre
¡°La nueva agenda urbana expone la ciudad como un reto, pero tambi¨¦n como una posibilidad de desarrollo sostenible¡±, avis¨® Gonzalo Lacurcia, t¨¦cnico de la delegaci¨®n madrile?a de ONU H¨¢bitat. ¡°En 2015 ya ¨¦ramos el 54% de poblaci¨®n urbana, unos 3.800 millones de personas. En 2050 se calcula que ser¨¢ el 67%. La vivienda va a ser uno de los focos esenciales de las pol¨ªticas y puede ser un vector de desarrollo, si conseguimos que se dedique un 30% del salario a ella¡±, concedi¨® Lacurcia, mostrando las capacidades de este material para resolver este problema de alojamiento de una forma duradera y econ¨®mica, como se comprob¨® en la construcci¨®n de casas en la costa tras el terremoto de Ecuador de 2016. ¡°All¨ª forma parte de la cultura, y se vio que es renovable y sostenible. Que contribuye a reducir la pobreza y que puede ayudar al planeta al desastre medioambiental. Es importante que se investigue. Adem¨¢s, no solo genera mano de obra sino trabajos cualificados de investigaci¨®n e ingenier¨ªa¡±, agreg¨® Rafael Ruip¨¦rez, responsable de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) en el pa¨ªs sudamericano, donde se han destinado 1.300 millones de euros tras la cat¨¢strofe.
Sobre este ejemplo incidi¨® Paulina Soria. La coordinadora nacional en Ecuador de Forest Stewardship Council (FSC), una ONG que promueve el ¡°manejo forestal responsable¡±, aleg¨® que el bamb¨² es una materia prima f¨¢cil de tratar, que genera empleo ¡®verde¡¯ y que ¡°favorece las alianzas norte-sur o sur-sur¡±. ¡°El ¨²nico problema es que solo se usa el 40% de ¨¦l y hay que ver c¨®mo sacar provecho al otro 60%¡±, indic¨®. ¡°Aun as¨ª, sabemos que hay recursos que se agotar¨¢n, como el petr¨®leo, y que debemos ir supliendo. Hay que saber utilizar nuevos productos desde la sostenibilidad. En el caso del bamb¨², se renueva muy r¨¢pido, en periodos muy cortos y requiriendo una peque?a cantidad de agua. En eso consiste la econom¨ªa circular¡±, argument¨® Arjan van der Vegte, gerente del departamento de I+D de Moso, una l¨ªnea de productos fabricados con este material.
A este respecto se refiri¨® Hans Friederich, asesor principal de BambooLogic, subrayando que, aun as¨ª, ¡°es m¨¢s eficiente que la mayor¨ªa de las especies¡±. ¡°En Europa se perder¨¢n 20 millones de hect¨¢reas de cultivo entre 2015 y 2020 por el abandono o porque no son productivas debido a las condiciones clim¨¢ticas, ?por qu¨¦ no nos pasamos al bamb¨²?¡±, aport¨® en su presentaci¨®n. ¡°Si lo pensamos bien, no es ninguna locura sino que solo hay que copiar, a peque?a escala, c¨®mo lo hacen otros pa¨ªses¡±, a?adi¨®, se?alando c¨®mo su organizaci¨®n ya ha plantado 158 hect¨¢reas de esta hierba en Portugal y acentuando que el mayor porcentaje de poluci¨®n que emite se debe al transporte.
Una pega que podr¨ªa anularse si se cultivara aqu¨ª y que se suma a la ¨²ltima pega: la normativa actual. Al menos en Espa?a. Seg¨²n Paz Fentes, subdirectora adjunta de cultivos herb¨¢ceos y aceite de oliva del Ministerio de Agricultura, a¨²n no existe una ley espec¨ªfica. ¡°Se autoriza su importaci¨®n de manera puntual, pero se considera una especie ex¨®tica¡±, analiz¨®, contando c¨®mo en un a?o entran unas 700 plantas y un kilo de semillas con fines ornamentales. ¡°Hay que unir al Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica y hacer una pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria en torno al bamb¨²¡±, zanj¨® antes de que desfilaran dise?os arquitect¨®nicos levantados con este material, como el pabell¨®n de la Expo de Horticultura 2019 en Yanqing, Beijing, de Mauricio C¨¢rdenas, arquitecto italiano de origen colombiano. Obra de vanguardia con un producto ancestral que, no obstante, puede ser el futuro.
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