H¨¢bitos culturales

Los h¨¢bitos de consumo de productos culturales han cambiado. Durante a?os, Espa?a ha figurado en la lista negra de la pirater¨ªa por vulnerar los derechos de propiedad intelectual, pero esta es una situaci¨®n que est¨¢ revertiendo. Una macroencuesta realizada por el Ministerio de Cultura pone de relieve que las descargas gratuitas a trav¨¦s de Internet (en gran medida, ilegales) han experimentado en los ¨²ltimos a?os un notable descenso. El incremento de la oferta de contenidos, una exitosa persecuci¨®n de las p¨¢ginas web fraudulentas y una mayor sensibilidad de los usuarios para pagar por productos online han contribuido a reducir una lacra perniciosa para la pervivencia de la industria cultural.

Con mayor o menor intensidad, el impacto de la pirater¨ªa se ha percibido en todos los sectores, desde el cine hasta los videojuegos, pasando por los libros, las series o la m¨²sica. En l¨ªneas generales, el acceso a contenidos il¨ªcitos se ha frenado y las descargas legales son cada vez m¨¢s significativas, una tendencia que podr¨¢ repercutir en mayores inversiones para las creaciones culturales. Si se toman como referencia las descargas gratuitas tanto en v¨ªdeo como en m¨²sica, se observa un descenso elocuente. Seg¨²n los datos ministeriales, hace cuatro a?os supon¨ªan el 18,3% en v¨ªdeo y el 16,1% en m¨²sica, mientras que la encuesta hecha p¨²blica esta semana sit¨²a los porcentajes en el 5,1% y el 3,7%, respectivamente.

En este giro han confluido varios factores: el abaratamiento de las plataformas que albergan los contenidos, lo que permite al p¨²blico joven ¡ªel m¨¢s consumidor de productos culturales¡ª suscribirse a unos precios razonables; y una mayor presi¨®n judicial y administrativa sobre la pirater¨ªa, que ha contado con la colaboraci¨®n activa de las empresas de telecomunicaciones. Estos elementos han contribuido a que m¨¢s de la mitad de los espa?oles est¨¦n suscritos a plataformas, lo que evidencia un vuelco en esa vieja idea de que todo lo que circula por Internet es gratis.