El Brexit empuja a miles de brit¨¢nicos a desempolvar los papeles de sus abuelos irlandeses para seguir en la UE
Con la fecha del Brexit cercana, miles de brit¨¢nicos desempolvan los papeles de sus abuelos de Irlanda para seguir al amparo de la UE
LA NOCHE DEL 23 de junio de 2016, Emma O¡¯Sullivan la pas¨® en vela en su piso del barrio de Gr¨¤cia, en Barcelona, primero inquieta y despu¨¦s at¨®nita ante lo que le dec¨ªa la BBC. El 52% de sus conciudadanos hab¨ªan votado a favor de dejar la Uni¨®n Europea, lo que le dejaba a ella y a los aproximadamente 1.300.000 brit¨¢nicos que viven en la UE en una situaci¨®n de incierto limbo.
¡°Despu¨¦s del shock inicial, pas¨¦ por todas las etapas del duelo. La negaci¨®n, la ira, la aceptaci¨®n¡¡±. En realidad, seg¨²n el modelo K¨¹bler-Ross, la tercera fase del luto es la negociaci¨®n, y de alguna manera eso es lo que hizo ella, negociar su propia salida del Brexit. Cay¨® en la cuenta de que su abuelo paterno proven¨ªa de Cork, lo que le permit¨ªa reclamar la ciudadan¨ªa irlandesa. Michael O¡¯Sullivan emigr¨® a Londres en los a?os treinta para acabar sus estudios de Medicina; se cas¨® con una enfermera inglesa, Norah, y nunca volvi¨® a su pa¨ªs. Tuvo siete hijos, fue a misa cat¨®lica todos los domingos y falleci¨® de un ataque al coraz¨®n en 1964, siete a?os antes de que naciese Emma.
Tras varios a?os recopilando y gestionando papeleo, compulsando copias certificadas y siguiendo el farragoso circuito de la burocracia, desde junio de este a?o Emma puede decir que es oficialmente ciudadana de la Rep¨²blica de Irlanda, a pesar de que jam¨¢s ha pisado el pa¨ªs. ¡°Cuando me llegue mi nuevo pasaporte [el documento se gestiona por separado], deber¨ªa volar a Cork y besar el suelo como el Papa¡±, bromea.
Otros 7 de los 15 primos O¡¯Sullivan, ninguno de los cuales conoci¨® al abuelo Michael, han solicitado ya la nacionalidad irlandesa o la est¨¢n gestionando. Lo han hecho como gesto pol¨ªtico, m¨¢s que por necesidad, y contra reloj, ya que el calendario sigue marcando el 31 de octubre, v¨ªspera de Halloween, como el d¨ªa que el Reino Unido se despide de la UE.
El Departamento de Exteriores de la Rep¨²blica sol¨ªa lidiar con unas 6.000 solicitudes de nacionalidad al a?o antes del refer¨¦ndum. Solo en 2018 recibi¨® 25.000 peticiones. Los funcionarios andan atascados, un peque?o efecto secundario m¨¢s de los muchos que padecer¨¢ un pa¨ªs en el que no es dif¨ªcil que, a la tercera pinta, alguien mencione los ¡°eight hundred years of oppression¡± [800 a?os de opresi¨®n] sufridos a manos de los brit¨¢nicos.
Irlanda y Gran Breta?a permiten la nacionalidad dual, algo que no siempre ocurre entre dos pa¨ªses de la Uni¨®n Europea. ¡°Supongo que si hubiera tenido que renunciar a la brit¨¢nica, lo habr¨ªa hecho por razones pr¨¢cticas, pero habr¨ªa sido algo m¨¢s que un tr¨¢mite¡±, admite O¡¯Sullivan, que vive en Barcelona desde 2006 y no tiene planes de marcharse. ¡°Jam¨¢s he sido nacionalista, pero este proceso me ha hecho entender que hay ciertos intangibles. B¨¢sicamente, es una prueba de mi privilegio blanco occidental el que no haya tenido que pensar en mi nacionalidad hasta ahora. Y no estoy precisamente huyendo de la guerra con mis enseres en una maleta¡±, a?ade. De paso, ha descubierto cosas sobre su familia. Por ejemplo, que hubo una t¨ªa abuela irlandesa, hermana de Michael, tan rabiosamente antibrit¨¢nica que durante la Segunda Guerra Mundial simpatiz¨® con los nazis y se fue a vivir voluntariamente al Par¨ªs ocupado. Ni embriagada por los vapores del whisky habr¨ªa previsto la se?ora que sus ocho ingles¨ªsimos sobrinos nietos estar¨ªan deseando hacerse irlandeses m¨¢s de 70 a?os despu¨¦s.?
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