Londres y Dubl¨ªn resucitan la esperanza de un Brexit con acuerdo

Los primeros ministros del Reino Unido e Irlanda, Boris Johnson y Leo Varadkar, se han reunido este jueves en una casa de campo del noroeste de Inglaterra, sin c¨¢maras ni micr¨®fonos, y han mantenido una larga reuni¨®n de trabajo. El comunicado conjunto emitido al t¨¦rmino del encuentro ha supuesto un hilo de esperanza despu¨¦s de una semana en la que las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre el Brexit se daban por rotas. No han especificado avances concretos que puedan invitar al optimismo, pero el tono empleado, mucho m¨¢s civilizado y constructivo que el de las ¨²ltimas horas, ha dado a entender que nadie ha tirado a¨²n la toalla.

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"El primer ministro y el taoiseach (jefe del Gobierno irland¨¦s, en ga¨¦lico) han mantenido una conversaci¨®n constructiva y detallada. Ambos siguen creyendo que lo mejor para el inter¨¦s general es alcanzar un acuerdo sobre el Brexit, y los dos han coincidido en ver un camino hacia ese posible acuerdo", han dicho en el comunicado conjunto.

La reuni¨®n se ha centrado, seg¨²n ese mismo texto, en los dos aspectos m¨¢s pol¨¦micos de la reciente propuesta enviada por Londres a Bruselas: la soluci¨®n aduanera y el principio de consentimiento democr¨¢tico en Irlanda del Norte. El Gobierno brit¨¢nico insiste en retener el territorio de Irlanda del Norte dentro de su propio espacio aduanero y sacarlo por tanto, junto al resto del Reino Unido, del espacio aduanero de la UE. Tanto Bruselas como, de modo mucho m¨¢s insistente, el Gobierno de la Rep¨²blica de Irlanda, rechazan esa opci¨®n por un doble motivo. Ser¨¢ necesario establecer alg¨²n tipo de control fronterizo, aunque sea m¨ªnimo, entre las dos Irlandas, y pondr¨¢ de ese modo en riesgo la frontera invisible que ha ayudado a mantener la paz alcanzada en los Acuerdos de Viernes Santo de 1998.

Adem¨¢s, Londres propone que cualquier acuerdo tenga la aprobaci¨®n de la Asamblea de Irlanda del Norte. En estos momentos, ese cuerpo legislativo, junto al propio Gobierno aut¨®nomo, se hallan suspendidos por la incapacidad de unionistas y republicanos de ponerse de acuerdo. Y los t¨¦rminos del acuerdo de paz obligan a que cualquier decisi¨®n se tome conjuntamente. En la pr¨¢ctica, eso supone dar a los unionistas del DUP (aliados parlamentarios en Westminster del Gobierno conservador de Johnson) un derecho de veto que tanto Dubl¨ªn como Bruselas consideran inaceptable.

Johnson y Varadkar se han comprometido a trasladar de inmediato a Bruselas el resultado de su encuentro, y a seguir negociando contra el reloj para alcanzar un acuerdo sobre el Brexit. A estas alturas del juego es imposible discernir si las buenas palabras y el tono suave responden a avances concretos, o es parte m¨¢s de la estrategia que unos y otros actores del drama despliegan para evitar cualquier culpa de un fracaso anticipado.

El Consejo Europeo se re¨²ne los d¨ªas 17 y 18 en Bruselas. Parece poco probable que haya tiempo para cerrar un acuerdo antes de esa fecha, pero todos entienden que ah¨ª reside el l¨ªmite. Puede surgir un acuerdo, o la decisi¨®n de establecer una nueva pr¨®rroga en la fecha de salida del Reino Unido de la UE. El 31 de octubre sigue siendo, mientras nada cambie, el d¨ªa oficial fijado para el Brexit. El Parlamento brit¨¢nico aprob¨® por mayor¨ªa una resoluci¨®n con fuerza legal que obliga a Johnson a solicitar m¨¢s tiempo si un acuerdo no es posible. Con un doble lenguaje que hace dif¨ªcil predecir c¨®mo se resolver¨¢ el conflicto, el primer ministro admite por un lado que est¨¢ obligado a enviar una carta a Bruselas reclamando la pr¨®rroga, y a la vez insiste en sus declaraciones p¨²blicas que el Reino Unido abandonar¨¢ la UE el 31 de octubre.

Johnson ha convocado a los diputados a una sesi¨®n extraordinaria del Parlamento el pr¨®ximo s¨¢bado 19, un d¨ªa despu¨¦s de la celebraci¨®n del Consejo Europeo. Ser¨¢ la cuarta vez que Westminster se re¨²ne en un s¨¢bado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ el objeto de debate y votaci¨®n. ?Un nuevo acuerdo del Brexit? ?La petici¨®n de una nueva pr¨®rroga? ?Otro refer¨¦ndum? ?O la revocaci¨®n misma de todo el proceso de salida de la UE? Lo que s¨ª est¨¢ garantizado es que la tensi¨®n volver¨¢ a situarse de nuevo donde ha estado durante estos tres a?os, en la C¨¢mara de los Comunes. Y en esta ocasi¨®n, a tan solo dos semanas de la cuenta atr¨¢s.