Apocalipsis siempre (Puerto Carre?o, Vichada)
Aqu¨ª se vive en el primer mundo y en el ¨²ltimo. Aqu¨ª suceden el siglo XXI y el siglo XIX al mismo tiempo
De cierto modo, las tramas de los pol¨ªticos, relatos por entregas con h¨¦roes y villanos, sirven de cortinas de humo para tapar los dramas sociales. La espectacular y risible fuga de la senadora conservadora Merlano, condenada por compra de votos, est¨¢ llena de giros de ¨²ltima hora perfectos para aplazar la conclusi¨®n de que la corrupci¨®n es un complot lleno de c¨®mplices enquistados en el Estado.
La indagatoria de este martes al expresidente Uribe, investigado por la Corte Suprema por presionar a testigos exparamilitares ¡ªpresuntamente¡ª para hundir a un contradictor y para retractarse en su caso, no ha conducido a una reflexi¨®n sobre la bancarrota moral de los l¨ªderes colombianos, sino que ha unido a uribistas y a detractores, en ruidosas manifestaciones en las calles del pa¨ªs, gracias a la pregunta por qu¨¦ tan justa ser¨¢ nuestra justicia.
Y lo uno y lo otro, y la mentira cruel de que luego de 77 a?os de promesas ahora s¨ª se va a construir el metro de Bogot¨¢, y la ausencia de Falcao y de James en los partidos de la selecci¨®n de f¨²tbol, dejan para despu¨¦s la noticia desoladora de que cinco l¨ªderes ind¨ªgenas fueron asesinados la semana pasada ¡ªinforma Noticias Uno¡ª ¡°sin que la fiscal¨ªa produzca el primer informe de investigaci¨®n al respecto¡±, o la noticia demoledora de que en el basurero de Puerto Carre?o, la capital del departamento del Vichada, suele haber familias colombovenezolanas con sus padres y sus ni?os que esperan a que los camiones lancen los desechos para comer ¡°algo que pueda servir en esa monta?a de desperdicios, moscas y olores¡± ¡ªinforma Noticias RCN¡ª, ¡°aunque las autoridades locales saben que est¨¢ pasando desde hace por lo menos un a?o¡±. La vicepresidenta Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, que una vez dio, con nuestro canciller fallido, la apariencia de ser la cara adulta del Gobierno, declar¨® al respecto: ¡°Estuve en Puerto Carre?o hace m¨¢ximo tres semanas con el gobernador y el alcalde, pero ninguno mencion¨® una situaci¨®n de esta naturaleza¡±. Siquiera existen los noticieros. Siquiera se enter¨® del drama de esas familias ¡ªy se refiri¨® a su horror¡ª en medio de una apretada agenda en la que celebr¨® los 205 a?os de la academia de ingenieros del Ej¨¦rcito, inaugur¨® la conmemoraci¨®n de los 170 a?os de su Partido Conservador, rechaz¨® la fuga de Merlano, rechaz¨® los insultos de Maduro, present¨® a las congresistas la pol¨ªtica de ¡°empoderamiento femenino¡±, llam¨® a los j¨®venes a confiar en s¨ª mismos en un festival de emprendimiento en Bogot¨¢ y particip¨® en el simulacro nacional de emergencias.
Cuando uno se dedica al oficio de comentar la realidad colombiana, que es comentar el experimento humano cuando se resiste a dejar de ser un experimento cruel, como el de la prisi¨®n de Stanford, suele encontrarse con analistas ¡°con las cifras a la mano¡± que, como bienintencionados defensores de la institucionalidad, le piden que no sea efectista, que no mezcle peras con manzanas, que vea c¨®mo han mejorado en Colombia en estos 30 a?os las cifras de pobreza. Que lo hagan ellos. Que lo hagan ellos porque alguien debe hacerlo. Pero que, antes de que empiecen sus peros y sus estad¨ªsticas, se sepa que aqu¨ª hay gente que come basura y gente que mata porque nada ni nadie se lo impide. Aqu¨ª se vive en el primer mundo y en el ¨²ltimo. Aqu¨ª suceden el siglo XXI y el siglo XIX al mismo tiempo.
Monse?or Ceballos, el vicario de Puerto Carre?o, asegura que el drama de los ind¨ªgenas que se prostituyen y se drogan y comen en los basureros lleva ya ocho a?os: ¡°Se les compra el voto y se los abandona¡±, dice. Y es claro que la noticia es un Estado indolente e in¨²til mucho m¨¢s preocupado por los pol¨ªticos que por la pol¨ªtica. Y una sociedad aplazada que deja lo b¨¢sico para el final.
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