¡®Fitness_mama¡¯ frente al fuego: la imagen de la ¡®instagramer¡¯ que enfurece a Barcelona
La rusa Elena Rybalchenko est¨¢ enfrent¨¢ndose a una lluvia de cr¨ªticas por publicar ante sus 700.000 seguidores una imagen que convierte los disturbios en Barcelona en un editorial de moda
La cuenta de Instagram de la rusa Elena Rybalchenko, alias fitness_mama, no es muy diferente de cualquier otra que coleccione cientos de miles de seguidores: consiste en un torrente de im¨¢genes de la propia Elena, con un cuerpo esculpido a base de ejercicio f¨ªsico, posando en diferentes partes del mundo, a veces junto a su marido (otro adonis de libro) y sus dos hijos. De Par¨ªs a Londres, de Singapur a Bali, en todas ellas retratados con ese artificio, retoque, pose y actitud que uno nunca se explica si es real o una gigantesca broma. No parece ir¨®nico. Al menos, para sus m¨¢s de 700.000 seguidores.
La imagen representa a la perfecci¨®n el siglo XXI ¨Ccomo esa otra de un repartidor de Uber Eats que atraviese la calle en llamas¨C: en ella se entrecruzan discursos ¨¦ticos y est¨¦ticos completamente opuestos, el momento social m¨¢s delicado choca con la frivolidad m¨¢s desgarbada
En su ¨²ltimo viaje la familia al completo recal¨® en Barcelona. Lo que muchos podr¨ªan considerar mala suerte (llegar como turista a una ciudad que atraviesa una semana de intensas protestas callejeras y problemas de seguridad) no ha frenado a Elena a la hora de crear contenido para su perfil. Y qu¨¦ contenido. La escena es la siguiente: Elena posando con un jersey de cuello alto, cadena de oro, shorts vaqueros deshilachados y larga melena reci¨¦n peinada frente a una de las hogueras que incendian Barcelona estos d¨ªas. Junto a la imagen, un comentario de la influencer: ¡°?Barcelona est¨¢ en llamas! Esta noche es como una pel¨ªcula de acci¨®n de Hollywood¡±. Para rematar, tres hashtags: #llibertatpresospolitics, #libertatpresospol¨ªtics e #independenciacatalunya.
Las cr¨ªticas han inundado la publicaci¨®n. ¡°Tienes 706.000 seguidores. Ser una influencer conlleva responsabilidad a la hora de propagar informaci¨®n. Si quieres ayudar, cambia el texto y s¨¦ clara sobre lo que est¨¢ ocurriendo aqu¨ª¡±, le comenta una usuaria de Instagram. Otra es m¨¢s cr¨ªtica: ¡°No hagas de la violencia algo cool¡±. Siguiente: ¡°Parece que est¨¢s ri¨¦ndote del sufrimiento de toda una sociedad. Deber¨ªa darte verg¨¹enza¡±. Otros se andan con menos contemplaciones: "Eres est¨²pida".
Treballant en una nit de disturbis a Barcelona. @ctxt_cat pic.twitter.com/7IZ6CLAyt7
— Carlos Garfella (@CarlosGarfella) October 15, 2019
La imagen es una de esas que representan a la perfecci¨®n el siglo XXI ¨Ccomo esa otra del periodista Carlos Carfella en la que un "rider" de Uber Eats atraviesa la calle en llamas para llevar a alguien su cena¨C en la que se entrecruzan discursos ¨¦ticos y est¨¦ticos completamente opuestos, en la que el momento social m¨¢s delicado choca con la frivolidad m¨¢s patosa. Y se une a una serie de im¨¢genes de naturaleza semejante que, en a?os anteriores, tambi¨¦n causaron estupefacci¨®n en las redes: en 2013 el influencer espa?ol Pelayo D¨ªaz molest¨® a muchos al posar en el monumento al Holocausto, algo en lo que hay que reconocer que no est¨¢ solo: las autoridades de Auschwitz han pedido a los visitantes que se dejen de hacer fotos cuquis para Instagram en un lugar con una simbolog¨ªa tan dolorosa. Y en 2015 un selfi de Carlos Herrera frente a las flores que abarrotaban la entrada a la sala Bataclan, solo horas despu¨¦s de la masacre, desat¨® indignaci¨®n en las redes sociales de Espa?a.
Probablemente es el signo de los tiempos y dentro de una generaci¨®n o dos no se considerar¨¢ en absoluto reprobable la pose, la estilizaci¨®n y el filtro ante eventos dolorosos. La prueba es revisar hoy fotos del 11 de septiembre de 2001 que, poco despu¨¦s de los atentados, fueron consideradas de poco gusto y recibieron cr¨ªticas en diversos medios. Eran, por ejemplo, esta imagen de una joven arquitecta llamada Isabel Daser, posando embarazada en la calle mientras al fondo ard¨ªan las Torres Gemelas, o esta otra del hijo de una mujer llamada Isabel Tamayo que quiso retratar a su reto?o ante lo que ya tomaba tintes de historia en directo, o esta otra de unos j¨®venes hipsters en Brooklyn que, con las bicis aparcadas, chalaban junto al r¨ªo Hudson mientras al fondo la isla de Manhattan humeaba. Entonces resultaron ofensivas, hoy funcionan como una prof¨¦tica muestra de que, sencillamente, la vida sigue adelante aunque el mundo est¨¦ en llamas.
Es obvio que en octubre de 2019 la imagen de Elena Rybalchenko posando ufana frente a esa Barcelona partida en dos es llamativa y ofensiva. Ser¨¢ interesante revisitarla dentro de veinte a?os para saber qu¨¦ nos parece entonces.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Barcelona
- Apps
- Influencers
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Redes sociales
- Usuarios internet
- Famosos
- Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Generalitat Catalu?a
- Refer¨¦ndum
- Telefon¨ªa m¨®vil multimedia
- Conflictos pol¨ªticos
- Gobierno auton¨®mico
- Comunidades aut¨®nomas
- Inform¨¢tica
- Internet
- Espa?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Tecnolog¨ªa
- Telecomunicaciones
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Comunicaciones