De c¨®mo ser Dios es lo menos ambicioso que se ha propuesto Kanye West

Empezamos a pensar que, de todo lo que ha dicho ser o estar a punto de ser Kanye West en los ¨²ltimos a?os, ser Dios es la que m¨¢s posibilidades tiene de lograr. La menos ambiciosa. Su ¨²ltima boutade lleg¨® en mayo, cuando dijo que su nueva ambici¨®n era convertirse en el promotor inmobiliario m¨¢s grande de la historia. Afirm¨® que iba a ser lo que Henry Ford a los coches o Steve Jobs a la tecnolog¨ªa.

Su primera idea se fragu¨® en una comida junto a su colaborador Rhymefest, quien le ayudara a escribir cl¨¢sicos como Jesus walks. Ambos, no se sabe tras cu¨¢ntas botellas de vino, llegaron a una conclusi¨®n que m¨¢s tarde Rhymefest verbalizar¨ªa en una entrevista: ¡°La gente buena vive demasiado separada. Es complicado comunicar ideas a trav¨¦s de Skype o e-mail. La gente de la tecnolog¨ªa vive en Silicon Valley, pero la clase creativa y con visi¨®n de futuro est¨¢ diseminada¡±. Kanye asinti¨® y se dio un paseo por su barrio de Calabassas. Entonces, tuvo una epifan¨ªa. Su proyecto inmobiliario ser¨ªa una comunidad inspirada en Star wars donde vivir¨ªa gente sin techo.

Pod¨ªa ser Dios y Paco El Pocero a la vez, claro que s¨ª. Empez¨® a construirla de noche y durante los domingos, hasta que el pasado 10 de septiembre unos bulldozers llegaron para derribar su utop¨ªa ¨Cno pose¨ªa los permisos necesarios¨C, m¨¢s en sinton¨ªa con aquellas council houses brit¨¢nicas que se levantaron en barrios acomodados que con la idea de su colega de aglutinar a las mentes m¨¢s brillantes del planeta. Como buen millonario, ha superado el trauma gast¨¢ndose 14 millones en un rancho en Wyoming.