Catalu?a
Como dice la canci¨®n, que no es de Maragall: ¡°Ahora s¨ª que estamos bien, t¨² pre?ada y yo en la c¨¢rcel¡±
Cada poco, s¨ª. En t¨¦rminos hist¨®ricos, cada poco. Catalu?a revienta cada poco, inc¨®moda dentro de las costuras de ese traje tan poco favorecedor que es Espa?a. Aunque por hablar con m¨¢s propiedad, lo que est¨¢ inc¨®modo en ese traje es el nacionalismo.
Se ha intentado de todas las maneras posibles, incluyendo a la Rep¨²blica de Aza?a. Y Catalu?a tiene un Estatuto de Autonom¨ªa que es casi un Estado propio. Pero el nacionalismo exige m¨¢s, cuando ya no hay soluci¨®n, porque m¨¢s del 50% de los catalanes no est¨¢n a favor de la independencia porque se sienten espa?oles.
Eso es lo malo: que no hay soluci¨®n. Mientras una gran parte de los catalanes se sientan m¨¢s catalanes que otra cosa, no hay ninguna soluci¨®n. Y eso va para largo. Ni con el 40% ni con el 30%. Nunca se van a encontrar a gusto en el traje espa?ol. Y nadie de los que lean estas l¨ªneas ver¨¢ el momento en que un traje europeo sea la soluci¨®n. Pero tambi¨¦n es lo malo saber que cualquier salida favorable a los nacionalistas sea medio buena. Porque eso ir¨ªa contra la democracia, contra el juego de mayor¨ªas y minor¨ªas en el que los llamados espa?olistas piden, con raz¨®n, su gran hueco en Catalu?a.
El tan citado poema de Maragall, Adeu, Espanya, es una gran mentira: no ha habido nunca una oferta espa?ola que pudiera dar satisfacci¨®n a los nacionalistas de modo que se sintieran c¨®modos en el traje espa?ol. En todo caso, no hay salida, porque los nacionalistas son incapaces de ofrecer una salida democr¨¢tica a la otra mitad de los catalanes. La diluci¨®n de identidades que implica te¨®ricamente Europa no ser¨¢ nunca bastante. Porque solo las identidades ¡°grandes¡± pueden diluirse en otra mayor.
Los pol¨ªticos de la Transici¨®n hicieron un esfuerzo intelectual de enorme envergadura cuando alumbraron el Estatut, una norma b¨¢sica que ahora es atacada por los nacionalistas con ferocidad. Y tienen raz¨®n los que piden, desde sus filas, su cambio por una Constituci¨®. Aunque nadie ha presentado todav¨ªa una idea que muestre que ese texto inexistente pueda ser democr¨¢tico, pueda ser asumido por todos los catalanes.
Catalu?a va a ser siempre un agujero. Quien lo quiera rellenar tiene que saberlo. Como dice la canci¨®n, que no es de Maragall: ¡°Ahora s¨ª que estamos bien, t¨² pre?ada y yo en la c¨¢rcel¡±.
Hola, Catalu?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Proc¨¦s Independentista Catal¨¢n
- Sentencia Proc¨¦s
- Tribunal Supremo
- Juicio al Proc¨¦s
- Refer¨¦ndum 1 de Octubre
- Tribunales
- Sentencias
- Refer¨¦ndum
- Catalu?a
- Autodeterminaci¨®n
- Poder judicial
- Generalitat Catalu?a
- Casos judiciales
- Conflictos pol¨ªticos
- Elecciones
- Gobierno auton¨®mico
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Juicios
- Comunidades aut¨®nomas
- Proceso judicial
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica