?Queremos a nuestros hijos por encima de todo?
Numerosos estudios concluyen que la denominada ¡°llamada de la maternidad¡± es tan solo un mito
La llegada de los hijos lo cambia todo. Ciertamente, una personita llega nueva a este mundo y est¨¢ en nuestras manos la responsabilidad de criarla, cuidarla, educarla, pero sobre todo amarla. Sin embargo, ese instinto maternal que nos empuja a querer de forma incondicional contin¨²a en entredicho, algo que pasa el aval de la ciencia. Y es que numerosos estudios concluyen que la denominada ¡°llamada de la maternidad¡± es tan solo un mito.
La doctora Mar¨ªa Vicedo, cient¨ªfica de Harvard, por ejemplo, concluy¨® en una exhaustiva investigaci¨®n sobre la historia de los distintos puntos de vista cient¨ªficos que ¡°no hay evidencias en la ciencia para afirmar que existe un instinto materno que autom¨¢ticamente da a las mujeres el deseo de tener hijos, pero s¨ª hace que las mujeres sean m¨¢s emocionales que los hombres, y les brinde una mayor capacidad de crianza¡±. Por otro lado, en el libro m¨¢s reciente publicado este a?o sobre el tema: All the Rage: Mothers, Fathers, and the Myth of Equal Partnership, se asegura, adem¨¢s, que ¡°Los seres humanos realmente no tenemos instintos, sino una neocorteza, es decir, un cerebro m¨¢s desarrollado a trav¨¦s del cual aprendemos a sobrevivir, lo que nos ha hecho m¨¢s capaces de adaptarnos a nuestro entorno, y que las habilidades de crianza se aprenden y no son innatas ni para hombres ni para mujeres¡±. De esto se deduce lo necesario de un aprendizaje continuo en la experiencia de la maternidad, y no algo con lo se nace o se lleva dentro. A pesar de todo, la felicidad es un preciado estado que anhelamos sentir en nuestras vidas, y la experiencia de la maternidad es uno de esos motivos en la consecuci¨®n de nuestros logros vitales, tanto como nuestras propias experiencias en el camino. Sea como sea, si decidimos formar nuestra propia y particular familia, ante todo, deseamos que nuestros hijos tambi¨¦n consigan esa m¨¢xima felicidad a trav¨¦s de los suyos propios; y eso s¨ª que nos compete.
¡°Si saco buenas notas, mam¨¢ me querr¨¢ m¨¢s¡±
As¨ª, una vez nos embarcamos en el viaje, podremos definir en primera persona, lo m¨¢ximo que podemos llegar a amar a nuestros hijos. Esto es lo que la escritora, conferenciante y experta en desarrollo personal, Ariane de Bonvoisin, explic¨® hace unos meses en una charla TED: ¡°Todav¨ªa hoy el ¨¦xito se mide por la cantidad de logros alcanzados, y de c¨®mo estos se extienden a los hijos, por lo que ellos mismos tambi¨¦n lo perciben as¨ª. Si los ni?os persiguen la validaci¨®n y lo que el mundo llama "¨¦xito", ya sea a trav¨¦s de las notas, las victorias deportivas o su apariencia externa, realmente perseguir¨¢ las siguientes dos cosas: Por favor, dime que soy lo suficientemente bueno, por favor, dime que me amas¡±, contin¨²a, y esto mismo es lo que todos los adultos tambi¨¦n persiguen, ya sea de forma consciente o inconsciente¡±, explica.
As¨ª, el reto m¨¢s complicado es que sepan o, m¨¢s bien, que sientan que los amaremos, con independencia de cualquier cosa que hagan. En su experiencia profesional, la experta transmite a los ni?os que sacar buenas notas o hacer lo que ¡°imaginan¡± que quieren sus padres no har¨¢ que los amen m¨¢s o menos. ¡°Es sorprendente cuantos ni?os con los que he hablado no sienten que este sea el caso¡±, agrega Bonvoisin.
La libertad como la mejor muestra de amor
Al igual que elegimos libremente tener o no ni?os, debemos inculcarles lo mismo: libertad para explorar y ser quienes son, y no qui¨¦nes queremos que sean. ¡°El papel de los padres es escuchar verdaderamente qui¨¦n o qui¨¦nes son sus hijos, y dejarles ser m¨¢s de eso, no menos, sin embargo, eso puede ir en contra de lo que son los propios padres o lo que les hubiera gustado¡±.
La experta argumenta que, si hacemos que la validaci¨®n y el ¨¦xito sean lo m¨¢s importante, incluso si es inconsciente de nuestra parte, vamos a criar ni?os que viven la vida de otra persona. ¡°No ser¨¢ la vida que fue destinada para ellos y su esencia, y nos arriesgamos a ser ejemplos de no vivir de verdad nuestra propia vida. Estaremos a la sombra de lo que fue correcto y significa para nosotros y nunca seremos libres. Esto les pasa a muchos adultos a los que paso consulta; se enfrentan a esto y est¨¢n tomando decisiones dif¨ªciles para vivir una vida diferente¡±, contin¨²a.
Amar a pesar de la imperfecci¨®n
Cuando nacen los hijos, nace un amor incondicional, sobre todo, cuando son unos beb¨¦s y no pueden hacer nada por s¨ª mismos. ¡°Cuando los ni?os son reci¨¦n nacidos, no tenemos ninguna dificultad para expresarles nuestro amor porque son seres peque?os indefensos que no pueden hacer nada ellos solos. Nos permiten hacer todo por ellos y con mucho gusto seguimos adelante. Pero a medida que los ni?os crecen, quieren hacer las cosas por s¨ª mismos. Quieren sentirse capaces e independientes. Nos hacen a un lado y luchan con nosotros para hacer las cosas ellos mismos¡±, aclara la experta.
¡°Sin embargo, con sus peque?as manos y pies no son capaces de hacer las cosas tan perfectas como nosotros. Y como estamos tan acostumbrados a hacer las cosas perfectamente para nuestros hijos, no nos gusta esta imperfecci¨®n¡±, concluye.
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