?Te sientes triste y melanc¨®lico? No eres t¨², es culpa del oto?o
Llega el oto?o, el fr¨ªo y la merma de luz diurna, algo que influye negativamente en el estado de ¨¢nimo. Pero tambi¨¦n podemos vislumbrar con la nueva estaci¨®n una oportunidad para sembrar felicidad.
CON EL COMIENZO del oto?o, no solo los d¨ªas se hacen m¨¢s cortos y el clima invita a quedarse en casa. Tambi¨¦n sintonizamos con una estaci¨®n mental distinta, con sus ventajas e inconvenientes. A medida que la claridad va menguando, sentimos una necesidad de recogimiento, lo cual en las personalidades creativas puede coincidir con un momento de gran fertilidad. Tras un verano lleno de est¨ªmulos del mundo exterior, tal vez incluso con alg¨²n viaje remarcable, llega el momento de procesar lo vivido y darle un nuevo sentido y direcci¨®n. Esta es la estaci¨®n de los poetas, pero tambi¨¦n la de los nuevos proyectos acad¨¦micos y las charlas al calor de una tetera caliente.
El oto?o es la ¨¦poca en la que las ideas maduran en un entorno de serenidad y reflexi¨®n. Sin embargo, tambi¨¦n es el tiempo de la melancol¨ªa. Numerosos estudios cient¨ªficos han demostrado la estrecha relaci¨®n que existe entre la luz y el estado de ¨¢nimo. De hecho, se calcula que en las grandes ciudades la mitad de la poblaci¨®n adulta siente un descenso de su energ¨ªa con la llegada del oto?o, adem¨¢s de perder inter¨¦s por las actividades sociales. Cuando afecta al normal funcionamiento de nuestra vida se denomina trastorno afectivo estacional (TAE) y se caracteriza por un estado de letargo o incluso depresi¨®n. En un estudio llevado a cabo por el Baker Research Institute de Australia se demostr¨® que la reducci¨®n de la claridad solar afecta a muchas personas en la producci¨®n de serotonina, conocida popularmente como la hormona de la felicidad por su incidencia en el bienestar psicol¨®gico cuando presenta un nivel ¨®ptimo en los circuitos neuronales.
Sin llegar a sufrir un TAE severo, el baj¨®n que altera a un gran n¨²mero de individuos se mitiga a medida que nos vamos adaptando a la reducci¨®n de luz y a los cambios climatol¨®gicos. Para acelerar esta aclimataci¨®n, hay una serie de medidas que nos ayudar¨¢n a combatir el autumn blues o la melancol¨ªa del oto?o. Adem¨¢s de aprovechar al m¨¢ximo los momentos de luz solar para salir al exterior, as¨ª como evitar los ambientes oscuros utilizando luz artificial, otra pauta ser¨ªa aumentar la actividad f¨ªsica, justamente para elevar los niveles de serotonina.
M¨¢s all¨¢ de estas dos medidas de choque, la mejor manera de encajar la actual estaci¨®n es hacernos amigos de ella, abrazando la introspecci¨®n desde un punto de vista positivo. No se trata de aislarse del mundo, sino de cultivar nuestro interior para compartir los frutos con los dem¨¢s.
Un magn¨ªfico ejemplo de este profundo esp¨ªritu oto?al ¡ªaunque con un regusto de invierno¡ª es el documental protagonizado recientemente por Ryuichi Sakamoto titulado Coda. Tras haber sido diagnosticado de una grave enfermedad, el compositor japon¨¦s comparte la intimidad de su hogar y sus proyectos art¨ªsticos, como el rescate de un piano en Fukushima despu¨¦s del tsunami, adem¨¢s de hacer memoria de su carrera musical.
Este flashback vital o retrospectiva es una actividad t¨ªpicamente oto?al. Los ¨²ltimos d¨ªas del a?o, el invierno convoca nuevos proyectos, listas de prop¨®sitos para el futuro. Es una ¨¦poca de renovaci¨®n, al igual que el oto?o es la estaci¨®n de la memoria.
¡°La melancol¨ªa es la felicidad de estar triste¡±, afirmaba el escritor Victor Hugo, y lo cierto es que las ¡°hojas de oto?o¡± que recogemos en este tiempo pueden procurarnos placer a la vez que comprensi¨®n y gratitud por lo vivido.
Siempre y cuando no se convierta en un h¨¢bito que ocupe todo nuestro espacio mental ¡ªcomo en el caso de alguien atrapado en el bucle de recordar viejas batallitas¡ª, la melancol¨ªa nos proporciona un mayor aprecio de los momentos vividos, algunos de los cuales solo ahora somos capaces de valorar en toda su grandeza. Es el momento de ver viejas fotograf¨ªas y de poner canciones que tienen la capacidad de hacernos revivir aquellos episodios pasados. Cuando no se vuelve cr¨®nico, es un estado de ¨¢nimo que despierta la memoria y nos permite reconocer lo mejor de la vida.
Sin embargo, hay dos posibles actitudes a partir de este revival. La melancol¨ªa pasiva hace que nos quedemos anclados en el recuerdo y la nostalgia, sin ir m¨¢s all¨¢. Nos puede instalar en la conciencia de lo perdido, de los buenos tiempos que no volver¨¢n. Por tanto, es un pasaje a la tristeza y al inmovilismo. Por el ?contrario, la melancol¨ªa activa utiliza los tesoros del pasado, las hojas muertas del verano, como trampol¨ªn para la futura felicidad. Nos recuerda que podemos volver a crear momentos de esta belleza e intensidad, siempre que nos comprometamos a vivir en¨¦rgicamente ahora, plantando cada d¨ªa las semillas de los buenos recuerdos del futuro.?
Cuando las hojas empiezan a caer
Quiz¨¢ la canci¨®n que mejor ha plasmado la melancol¨ªa oto?al sea la que se populariz¨® como Autumn Leaves. Titulada originalmente Les feuilles mortes (Las hojas muertas) en 1945, con m¨²sica de Joseph Kosma y letra de Jacques Pr¨¦vert, pronto pasar¨ªa a ser un est¨¢ndar del jazz. La versi¨®n en ingl¨¦s, cuatro a?os m¨¢s tarde, se la debemos a Johnny Mercer, letrista de m¨¢s de 1.500 canciones, entre ellas Moon River, que la adapt¨® para el gusto norteamericano. Traducida a nuestro idioma, una de las estrofas dice: "Desde que te fuiste los d¨ªas se hacen largos / Y pronto escuchar¨¦ la vieja canci¨®n del invierno / Pero te echo de menos m¨¢s que cualquier otra cosa, mi amor / Cuando las hojas de oto?o empiezan a caer".
Se suele entender en clave de p¨¦rdida de un amor, pero funciona igualmente si interpretamos esta estrofa como la a?oranza del verano que ya ha quedado atr¨¢s.
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.
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